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Llegó nuevamente esa época del año: el tiempo para hacer nuestras resoluciones del año nuevo. Lo escuchamos en la televisión, en la radio, y entre nuestros familiares y amigos. ¿Ya hicieron sus resoluciones para el nuevo año? ¿Cuántas han hecho? ¿Cumplen con ellas?

Confieso que para finales de enero, he abandonado lo que unas cortas semanas antes parecía importante. Prefiero hacer resoluciones de acuerdo con la temporada para fortalecer mi vida espiritual a través del año. Cada temporada tiene su belleza particular, y momentos para la reflexión y la renovación.

¿Qué sucedería si conectamos nuestras resoluciones con nuestra fe? ¿No sería maravilloso? Pienso que esto repercute en mi vida como esposa, madre y ministra de la Palabra. Muchos de nosotros canalizamos nuestra energía espiritual en la jubilosa época del Adviento y en las prácticas penitenciales de la Cuaresma. La verdadera pregunta puede ser: “¿Continuamos siendo fieles en nuestros corazones y en nuestras acciones durante otras temporadas del año?” ¿Observamos momentos de tranquilidad hace unas pocas semanas durante el Adviento? ¿Cómo lo hicimos durante la temporada de la Navidad? ¿Hemos reconocido y compartido el verdadero júbilo de la Encarnación? ¿Hemos comenzado a pensar en la Cuaresma y la Pascua?

¿Por qué no comenzamos con las resoluciones diarias? Les ofrezco algunas sugerencias para que comiencen a programar pequeñas prácticas de la fe. ¿Qué tal si pasan tiempo a solas en oración, celebrando la misa un día de la semana, y acudiendo al sacramento de la reconciliación? ¿Qué tal si se involucran en su parroquia y comparten su tiempo, talento y tesoro, o visitan a los enfermos? Hay muchos programas de enriquecimiento a nivel local, y clases especiales a través de la Internet, para que podamos ampliar nuestra educación continuada en la fe.

Además de enviar a nuestros niños a los programas de educación religiosa, ¿expresamos interés y entusiasmo por lo que están aprendiendo? Ustedes siempre serán bien recibidos como catequistas en el programa de Educación Religiosa de su parroquia.

Al explorar lo esencial, ¿qué tal si pasamos más tiempo con nuestras familias y amistades? Ellas son quienes edifican nuestra fe, y nos necesitamos mutuamente. ¿Han llevado a sus niños a un parque, a una biblioteca, o a un museo? ¿Han salido con sus cónyuges a disfrutar una cena especial? En este nuevo año, mi deseo es que ustedes encuentren y experimenten algunas resoluciones especiales que les acerquen a Dios, a lo más íntimo de su ser, y contribuyan al bienestar de los demás. Que ustedes, y quienes ustedes aman, se conviertan cada día en mejores hijos e hijas de Dios.

Me parece que el mensaje de una tarjeta electrónica que recibí el Día de Acción de Gracias, nos puede ayudar a todos. Les motivo a colocarlo en un lugar estratégico de nuestro hogar para que lo meditemos con frecuencia:

“En los momentos de alegría, alabemos a Dios.
En los momentos de espera, confiemos en Dios.
En los momentos difíciles, busquemos a Dios.
En los momentos de quietud, adoremos a Dios.
En los momentos agradables, demos gracias a Dios.
En los momentos ocupados, creamos en Dios.
En los momentos de dolor, oremos a Dios”.

¿Cuál resulta más apropiado para ustedes en el día de hoy? En ocasiones, me encuentro alabando a Dios por los momentos de alegría. También puedo confiar en creer en Dios cuando olvido reconocer Su presencia. Podría repasar el mensaje en muchas ocasiones durante cada semana. Sin embargo, opto por confiar en Dios como el llamado que escucho en este momento de mi vida.

El salmo 37:3-6 nos recuerda que debemos confiar en Dios en todo momento:
“Confía en el Señor y haz el bien, habita en tu tierra y come tranquilo.
   Pon tu alegría en el Señor, él te dará lo que ansió tu corazón.
   Encomienda al Señor tus empresas, confía en él que lo hará bien.
   Hará brillar tus méritos como la luz y tus derechos como el sol del    mediodía”.

Confiar en Dios fue mi resolución para Adviento y Navidad. ¿Cuál fue la de ustedes?


Comments from readers

Domenick Russo - 12/30/2010 08:13 AM
Dear Maria Jose, Your article reminds me of the passage "Your will be done, not mine". By doing this, I place my trust in God in every aspect of my life. Thank you for sharing this beautiful message of trusting God in our lives.
Nelson - 12/28/2010 08:22 AM
Thank you Maria Jose. My resolution this new year will be to trust in God and be more conscious of His in my life at every season.

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