By Ana Rodriguez Soto - The Archdiocese of Miami
MIAMI | Si las gotas de lluvia fueran bendiciones — como el Arzobispo Edward McCarthy solía decir — entonces, Dios seguramente prodigó sus gracias sobre la celebración del 25 aniversario de las Siervas de los Corazones Traspasados de Jesús y María.
En una mañana lluviosa de sábado, 10 obispos, decenas de sacerdotes y cientos de fieles — sin dejar de mencionar al alcalde de Miami — se reunieron en la catedral St. Mary para celebrar con las Siervas su fundación.
Las Siervas es la comunidad religiosa que creció dentro de la Arquidiócesis, se estableció oficialmente en 1990 por la Madre Adela Galindo y fue reconocida como Instituto Religioso de Derecho Diocesano en el 2000. Actualmente hay 43 Siervas — cuya edad promedio es de 27 años — trabajando en las parroquias y en las escuelas arquidiocesanas, así como en las diócesis de Orlando, Peoria, Illinois, y en el Ordinariato militar en Italia. Las Siervas también están activas en varios países de Centro y Suramérica.
Se describen a sí mismas como una comunidad contemplativa con un impulso apostólico, las Siervas hacen un cuarto voto: además de la castidad, la pobreza y la obediencia, ellas profesan “la disponibilidad total". Es decir, ellas sirven donde las necesiten, haciendo lo que se necesite.
Ese "fiat" incondicional o "sí" a hacer la voluntad de Dios en el mundo de hoy, recuerda el "fiat" de María, cuyo "sí" a Dios hizo posible la Encarnación. Por lo que, era lógico que la celebración del 25 aniversario de las Siervas ocurra en la fiesta de la Asunción, el 15 de agosto.
En su homilía, el Arzobispo Thomas Wenski señaló que cuatro palabras resumen la vida de María: Fiat, Magnificat, Conservabat y Stabat.
"'Fiat', en su respuesta al ángel Gabriel; ‘Magnificat’, como respuesta a la gracia de Dios obrando en su vida; 'Conservabat', como ella apreció todos estos recuerdos y eventos en su corazón; y 'Stabat', como se puso de pie con fidelidad a los pies de la cruz viendo a su hijo morir por la humanidad y esperó el cumplimiento de la profecía de Simeón sobre la misión de Jesús", dijo, citando al P. Basiliano Tom Rossica, director general de Salt+Light Television.
"Fiat, Magnificat, Conservabat, Stabat", dijo el Arzobispo. "Estas palabras describen lo que María hizo - y describen la vida y la misión de las Hermanas de los Corazones Traspasados de Jesús y María".
“El amor sin límites” es, cómo Dilcia Ortiz, de la parroquia St. Martha, en Miami Shores describe, el ministerio de los Siervos. Ella recuerda cómo la comunidad comenzó con reuniones en la iglesia Immaculate Conception, en Hialeah.
"Es Ahí donde se reunían y es ahí donde fui", dijo Ortiz, recordando a las primeras mujeres que se unieron a Madre Adela para formar la incipiente comunidad, a mediados de la década de 1980: la Hermana Ana Margarita Lanzas, que es ahora directora de la Oficina para los Religiosos de la Arquidiócesis; la Hermana Carmen Ors, que ahora trabaja como responsable de la oficina en la Catedral St. Mary; y la Hermana María Teresa Acosta, que ahora trabaja como asistente pastoral, en la iglesia Annunciation, en Altamonte Springs, en la diócesis de Orlando.
Aunque Ortiz ha profesado votos como Carmelita Seglar, ella se considera "hija adoptiva de la Madre Adela".
La familia de las Siervas incluye cerca de 250 laicos asociados, con grupos para niños y familias, y seminaristas, diáconos y sacerdotes.
"Conozco a sacerdotes que han sido influenciados" en su vocación por las Siervas, dijo Ortiz.
Otra persona que recuerda los primeros años de las Siervas es el alcalde de Miami, Tomás Regalado. Recordó su primer convento en una casita, en el área de Shenandoah, cuando él se desempeñó como comisionado. La calle desde entonces ha sido renombrada como "Two Hearts Camino" (Calle Dos Corazones).
"Esto no es sólo un acto oficial para mí", dijo Regalado. "Cada vez que las Siervas de los Corazones Traspasados se expanden — en otra casa u otro convento — las cosas en Miami mejoran".
La Madre Adela “no es una presidenta, no es una estrella de cine, pero merece la llave de la ciudad de Miami”, dijo, además de la proclamación que marca el 15 de agosto como el Día de las Hermanas Siervas de los Corazones Traspasados de Jesús y María.
“No merezco la llave”, respondió la Madre Adela. “Pero espero que nuestra presencia traiga bendiciones a la Archidiócesis y a la ciudad de Miami”.
"Este es el fruto del Espíritu Santo que obra en nuestros tiempos", dijo el Arzobispo Emérito John C. Favalora, quien concedió a las Siervas el estado canónico en el año 2000.
"Si se me permite ser un poco profeta", añadió, "creo que en los próximos 25 años veremos muchos más frutos del trabajo del Espíritu Santo a través de esta comunidad religiosa".
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