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Existe un corredor entre los países de Centro América que pasa por México y que tiene como final los Estados Unidos de América, el cual es utilizado por criminales llamados “coyotes” y narcotraficantes para traer a personas indocumentadas a este país. Ha sido utilizado por muchos años con la complicidad de los gobiernos locales, policías corruptos y todo aquel que quiere ganar dinero ilícitamente en esta nueva industria que les produce millones de dólares en ganancias.

La nueva modalidad es enviar a niños y niñas sin acompañantes, exponiéndoles a que sean violados, robados y asesinados en ese largo peregrinaje, hasta que se encuentren con sus familias, si las tienen, porque otros no tienen lazos familiares en los Estados Unidos. Es ahora que muchas personas y políticos han levantado su voz ante este crimen, pero sin ofrecer solución a este grave problema.

La raíz de esto es la pobreza que existe en muchos de los países de Centro y Sur América. La falta de trabajo, y la corrupción de los políticos que roban al erario público, hace posible que cada día sean más las familias que viven en absoluta falta de los medios principales de subsistencia.

Cuando se habla de los Estados Unidos de América, se habla de un país de inmigrantes. Todos sabemos que esto es verdad, pero desafortunadamente se nos olvida, y muchos de nosotros no estamos de acuerdo con que se hagan leyes de inmigración para dar estado legal a más de 12 millones de personas que viven y trabajan, y que no son delincuentes. Viramos nuestra cara y solamente pensamos en nuestros propios intereses. Muchos se olvidan de los parientes que dejaron allá en su pueblito natal, y de los que nada quieren saber.

Yo he podido comprobar que no solamente los Estados Unidos tienen problemas de inmigración. Hay otros países, como Costa Rica, República Dominicana y Panamá que también reciben muchos hermanos sin visa que llegan a trabajar porque están pasando hambre en los países limítrofes. Cuando son descubiertos, también los repatrían a su lugar de origen.

La solución a este conflicto está en crear condiciones en esos países para que nadie tenga que inmigrar; que tengan trabajo que les permita alimentar y educar a su familia. Recientemente el Presidente Obama se reunió con los presidentes de algunos países de Centroamérica para buscar soluciones. Como resultado de estas negociaciones, se habló de ofrecerles fondos a los gobiernos para remediar ese gran problema. ¿Qué pasará? La experiencia nos enseña que, desafortunadamente, nada cambiará, porque la mayor parte de ese dinero irá a los bolsillos de los corruptos, y los pobres seguirán pasando hambre.

Distintos gobiernos han ofrecido explicaciones atribuyendo el origen de ese tráfico inhumano a la miseria en la que vive gran parte de la población en esos países. Esto no da cuenta de la sordera y la ceguera de las autoridades que debieron alertar a la población sobre los graves peligros a los que quedarían expuestos los niños enviados hacia el Norte por tan azaroso procedimiento.

Nuestra organización, la Sociedad de San Vicente de Paul, mantiene conferencias o grupos en todos los países de Centro y Suramérica. El 100 por ciento de cada dólar que usted done a nuestra Sociedad va al necesitado, porque no mantenemos empleados con sueldo (todos somos voluntarios) ni tenemos gastos de oficina ni administrativos. Nuestra Sociedad mantiene un programa de “twinning” (hermanamiento) a través del cual nuestras conferencias en Norteamérica conocen las necesidades y a los dirigentes en cada país. El dinero es destinado a proyectos como granjas avícolas, ganaderías y siembras, que generen las oportunidades de empleo que ahora carecen.

Hay un dicho muy antiguo, pero que conocemos muy bien: “Regala un pescado a un hombre y le darás alimento para un día. Enséñale a pescar y lo alimentarás por el resto de su vida”. Si hacemos esto con todos esos países, estoy seguro que jamás se van a desprender de un hijo o un nieto para enviarlo a una muerte casi segura.

Si todos ponemos de nuestra parte, podemos ayudar. No le dejemos al gobierno estas decisiones; al contrario, hablemos con ellos para que utilicen estos medios y no pongan más dinero en el bolsillo de los políticos corruptos que no les importa nada más que sus ganancias, y no el pueblo que los eligió a ese mandato.

Para más información, puede llamar a la Sociedad de San Vicente de Paul, 305-474-9010.

Comments from readers

clementina salloum - 08/06/2014 11:28 AM
Es tan facil detectar el hambre por un pedazo de Pan, y sentirnos consternados por quienes lo sufren. Sin embargo, y lamentablemente, el hambre moral, es tambien desgarrador, porque no nos permite darnos cuenta, de que si somos capaces de dar vida a la Compasion, que se postra de rodillas ante quien sufre, no solo para llorar con el o con ella, hablar por el o por ella, pero para buscar JUNTOS, la solucion
Pareciera que en este tiempo tan dificil en el mundo entero, el rostro de los Ninos reflejados en las guerras, como en el grupo las ninas raptadas en Nigeria, en el riesgo que estan tomando los ninos, por llegar a USA, escapando de la pobreza moral y material,que los rodea con toda su realidad, nos estan dando un mensaje posiblemente como, "Signo de los tiempos", en el que Dios nos envia un gran llamado, en forma dramaticamente dolorosa y especial
"Dejad que los ninos vengan a Mi" nos dijo Jesus, nuerstro Salvador, la Verdad, Camino y Vida!
Sera que es nuestra respuesta a Su llamado por la compasion y proteccion de la Infancia a nivel Universal, es en donde encontraremos la mejor solucion?
Amar a Cristo, no es solo llevar nuestra propia Cruz, pero aliviar el peso de Su Cruz Eterna, llevando con el la Cruz de nuestros hermano, por una Resurreccion Comunitaria, Universal, no solo individual
Si les parece correcto, otorgo permiso para publicar esta opinion
clementina
Michele MacEachern - 08/04/2014 03:48 PM
Thank you, Mr. Martell, for your years of volunteerism and for your insights into the dilemma of emigration by children (who are often without family in the U.S.). I would like to add that these innocents are NOT usually ECONOMIC refugees. On the contrary, their parents send them here at great risk in order for their sons and daughters to be safe from civil war, criminals masquerading as local government officials, or human traffickers back home.
Lisa Kubis - 08/04/2014 11:55 AM
This is one of the best articles that I have read on the immigration problem. I learned alot from it. I only thought of SVDP as a local ministry. I never thought of the bigger picture. Prayers to all.

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