
Una celebraci�n de amor
Monday, June 30, 2014
*Sister Grace Marie Heinrich

Fotógrafo: ROBERTO AGUIRRE | FC
El P. Joseph Rogers de la Arquidiócesis de Washington, y el Diácono Javier Barreto de la Arquidiócesis de Miami, se arrodillan ante el SantÃsimo Sacramento al comenzar la vigilia.

Fotógrafo: ROBERTO AGUIRRE | FC
Mons. John C. Favalora, arzobispo emérito de Miami, bendice los hábitos de las tres aspirantes que despues profesaron sus votos como Siervas de los Corazones Traspasados de Jesús y MarÃa.

Fotógrafo: ROBERTO AGUIRRE | FC
El P. Joshua Johnston, de la Diócesis de Baton Rouge, quien fuera ordenado sacerdote hace solo tres semanas, reza el rosario frente al SantÃsimo.

Fotógrafo: ROBERTO AGUIRRE | FC
El recién ordenado Diácono Javier Barreto, de la Arquidiócesis de Miami, reza frente al altar durante la vigilia.
Como religiosos, este dinamismo de amor adquiere una dimensión universal, pues cualquier sufrimiento que llegue lo unimos con el sufrimiento de Cristo, nuestro Esposo. Cuando escogemos amar sobre todas las cosas, y al acoger los pequeños sufrimientos que llegan a nuestro paso y unirlos a la cruz del Señor, la vida religiosa se convierte en icono de Nuestra Señora al pie de la cruz de Jesús. Ella permanece allÃ, recibiendo la sangre y el agua que emanan del corazón de su Hijo, uniendo su sufrimiento al de Él, para poder llevarlo a quienes anhelan la redención que ha obtenido.
En un hermoso detalle del Señor, la celebración de amor de los Corazones Traspasados de Jesús y MarÃa concluyó en mi comunidad religiosa este fin de semana con la celebración de la primera profesión de votos de tres novicias. Al hacer este acto de amor concreto, han escogido ofrecerse a sà mismas por completo al Señor para participar con Él en su propio sacrificio de la cruz, permitiendo que sus propios corazones sean traspasados por amor para recibir la sangre que brota del Señor, y que produce tanta fecundidad para los numerosos corazones que necesitan Su amor en nuestro mundo.
Este es el regalo y la alegrÃa de la vida consagrada, participar más profundamente en los misterios del corazón de Cristo para poder presentar su vida al mundo, tal como Nuestra Señora lo hizo y continúa haciéndolo.

Fotógrafo: ROBERTO AGUIRRE | FC
Estudiantes de Illinois State University estuvieron entre las cientos de personas de todas las iglesias de la arquidiócesis, asà como de otras diócesis, que asistieron a la vigilia.