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Feature News | Thursday, July 11, 2019

Siempre riendo, siempre bailando y siempre sonriendo

El sacerdote Oblato Alejandro Roque, antiguo párroco de St. Stephen y St. Monica, falleció a los 66 años

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MIAMI | Lo que más recordará Yarlin Mejía de su ex párroco, el P. Oblato, Alejandro Roque, es su alegría y entusiasmo por la vida.

Una alegría que demostraba cada año en el festival de Mardi Gras de su parroquia, donde se ponía una capa roja y una pequeña corona y bailando lideraba el desfile. O todos los domingos a las 12:45 p.m. durante las Misas en español, donde nunca deja de tocar las "claves", unos pequeños bastones cilíndricos de madera que marcan el ritmo de la música cubana.

Y su toque personal: Llamar a todos los niños presentes durante la Misa dominical para darles a cada uno una bendición especial. Se acercaba a cada persona que era nueva en cada Misa para preguntar de qué país o parroquia estaban visitando.

"Siempre riendo, siempre bailando y siempre sonriendo", dijo Mejía, de 26 años, feligresa de la iglesia St. Stephen, en Miramar desde los 4 años, y ahora líder del grupo de jóvenes adultos de la parroquia.

P. Alejandro Roque: Nació el 1ro. de marzo de 1953. Ingresó a los Misioneros Oblatos de María Inmaculada, en septiembre de 1982. Fue ordenado al sacerdocio el 11 de junio de 1988. Falleció el 10 de julio de 2019.

Fotógrafo: COURTESY

P. Alejandro Roque: Nació el 1ro. de marzo de 1953. Ingresó a los Misioneros Oblatos de María Inmaculada, en septiembre de 1982. Fue ordenado al sacerdocio el 11 de junio de 1988. Falleció el 10 de julio de 2019.

El P. Roque, quien fue párroco de St. Stephen de 2005 a 2013, y de St. Monica, en Miami Gardens de 1993 a 2002, falleció el 10 de julio en el centro médico Tufts, en Boston, después de luchar contra el cáncer durante varios meses. Tenía 66 años y había pasado casi 37 años en la vida religiosa, de ellos, 31 en el sacerdocio.

"Es increíble lo rápido que sucedió", dijo Mejía, quien había visitado al P. Roque con su familia en mayo pasado.

Vivía en Buffalo, Nueva York, donde fue director del Centro Misionero Oblato. Hace una semana, el deterioro de su salud lo llevó a internarse en la Residencia del Inmaculado Corazón de María de los Oblatos, en Tewksbury, Massachusetts.

"Lo vimos y nos tomamos una foto con él", dijo Mejía sobre su visita en mayo. "Seguía muy positivo. Todavía tenía la misma sonrisa, la misma risa. Lloró cuando nos vio. Nos bendijo".

Mejía dijo que su familia disfrutó una estrecha relación con el sacerdote, que a veces iba a cenar con ellos. Pero hizo que todos en St. Stephen se sintieran especiales.

"Él tenía esa forma de ser", dijo ella. "Se preocupaba por los corazones de la gente. Por quién era la persona. Hizo tiempo para conocernos".

Yomaira Díaz, otra joven adulta que creció en la parroquia, dijo que "si no fuera por su amor a la comunidad y a la inclusión", el ministerio de jóvenes adultos en St. Stephen nunca habría comenzado.

"Fue uno de los primeros sacerdotes en creer que es importante que una parroquia tenga un ministerio de jóvenes adultos", dijo Díaz, ahora asistente administrativa en la Oficina de Formación Cristiana de la Diócesis de San Agustín, en La Florida.

Recordó la primera reunión que tuvo con él sobre la creación de un grupo de jóvenes adultos.

"Después de escucharme, me dijo: `Es genial y estoy entusiasmado con todo esto. Si no has pensado en un nombre lee Lumen Gentium, porque Cristo es la Luz y los jóvenes sólo necesitan buscarlo’. Un ser humano tan increíble y una persona tan inteligente", dijo Díaz.

Alejandro Roque nació el 1ro. de marzo de 1953 en La Habana, Cuba. Asistió al colegio de los Hermanos Maristas en La Víbora, de 1958 hasta 1961, cuando sus padres lo enviaron a él y a su hermano a Miami, a través de la Operación Pedro Pan. El programa, organizado por la Iglesia Católica, trajo a más de 14,000 menores cubanos no acompañados a Estados Unidos entre 1960 y 1962.

En Miami, el P. Roque asistió a escuelas primarias públicas, se graduó de Miami Senior High y del entonces Miami-Dade Junior College, North. Continuó sus estudios en la Universidad de Creighton, en Omaha, Nebraska, antes de entrar al noviciado de los Misioneros Oblatos de María Inmaculada, en Godfrey, Illinois, en septiembre de 1982.

Profesó sus primeros votos el 1º. de agosto de 1983 y continuó sus estudios en el Oblato College, en Washington, D.C., obteniendo una licenciatura en filosofía y una maestría en divinidad.

Hizo su profesión perpetua como Oblato el 7 de septiembre de 1986 y fue ordenado sacerdote el 11 de junio de 1988, en su parroquia St. Monica, en Miami Gardens. Su primera misión, de septiembre de 1988 a septiembre de 1993, fue como vicario parroquial en St. Stephen.

Se trasladó a St. Monica como administrador en septiembre de 1993 y permaneció allí como párroco hasta julio de 2002, cuando fue nombrado director de vocaciones para las áreas del Sudeste/Suroeste de la Provincia Oblata de Estados Unidos.

Regresó al Sur de La Florida en julio de 2005 como párroco de St. Stephen hasta que los Oblatos decidieron, en julio de 2013, dar prioridad a otras misiones y dejar de trabajar en las parroquias de la Arquidiócesis de Miami.

El P. Roque se tomó un año sabático para estudiar en el Instituto de Formación Religiosa de la Unión Teológica Católica, en Chicago. Sirvió el resto del tiempo en Buffalo, incluso como director del prenoviciado oblato y como superior de la comunidad de Buffalo.

Cuando dejó el Sur de La Florida en 2013, el P. Roque habló con el Florida Catholic sobre su trabajo en St. Monica y St. Stephen: "Las parroquias St. Monica y St. Stephen son microcosmos de todo el mundo — las misiones llegaron a nosotros. No se trata sólo de hablar un idioma, sino de la complejidad de todas las diferentes culturas e idiomas y de trabajar en armonía".

Añadió que la gente del Sur de La Florida nunca será olvidada por los Oblatos. "En muchos sentidos, nuestra espiritualidad (oblata) está en la gente", dijo. "El Sur de La Florida es mi hogar y tengo familia aquí; mi corazón está aquí".

Al P. Roque le sobrevive su hermana, Ana Roque; dos sobrinas, Mónica Soriano y Rose Marie Roque; dos sobrinos, Rogelio Carlos ("Roger") Roque, Jr. y Mario Reyes; y varias sobrinas y sobrinos nietos, todos en La Florida.

La misa fúnebre se celebró el 13 de julio, en la Residencia del Inmaculado Corazón de María, en Massachusetts, seguida del entierro en el cementerio oblato de allí. Las donaciones en memoria del P. Roque pueden hacerse al Fondo de Enfermería Oblato, 486 Chandler Street, Tewksbury, MA 01876.


Comments from readers

DARIO J POLANCO - 07/11/2019 07:08 PM
Father Alex was undoubtedly an excellent priest, charismatic, cheerful and above all a great human being who cared very much for the community that corresponded to serve as pastor. Personally I have very good memories of Father Alex because he helped me a lot to grow in faith. I am sad because of his untimely departure, but Heaven is happy to receive one of his children back to the father's house.

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