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Una de las maneras en que Jesús hizo que el reino de Dios se manifestara en su ministerio fue durante las comidas (¡Jesús era un hombre conforme a mi corazón!). Parece que Jesús siempre compartía comidas con otros o decía parábolas sobre las comidas.

El Padre Eugene LaVerdiere, un experto sobre la Biblia, nos dice que cada una de las comidas en el ministerio de Jesús, especialmente aquellas en el camino a Jerusalén, es “una pausa que desafía, forma y transforma los valores más elementales de la vida cristiana en comunidad y en misión”. Esto es central para el Evangelio de Lucas. La parábola del gran banquete, por ejemplo, capítulo 14, versículos 15-24, es notable porque denota una inversión completa de la forma: se debe invitar a quienes, ante los ojos del mundo, no pertenecen.

Nuestra iglesia de los Estados Unidos ha tomado esta visión del reino de Dios y la ha utilizado para reflexionar sobre nuestro ministerio a nuestros hermanos y hermanas con necesidades especiales. Uno de los documentos emitidos por los obispos de los EE. UU. es la histórica Declaración Pastoral Sobre las Personas con Discapacidad, de 1978, que se revisó para su décimo aniversario en 1988 con el propósito de incluir un lenguaje más actualizado. En 1998, con motivo de su 20mo aniversario, los obispos emitieron un breve comunicado titulado “Acogida y Justicia para Personas con Necesidades Especiales”, donde pusieron de manifiesto algunos de los puntos claves de la declaración pastoral.

Quisiera echar un vistazo a cuatro elementos importantes que considero esenciales en esta declaración:

Primero, los obispos comienzan citando la afirmación del Papa Juan XXIII de que todo ser humano es una “persona” con derechos y deberes universales, inviolables e inalienables (N° 7). Luego indican con mucha claridad el propósito de este ministerio: Las personas con necesidades especiales “tratan de servir a la comunidad y disfrutar de sus derechos bautismales absolutos como miembros de la Iglesia... No puede haber una Iglesia separada para personas con discapacidades. Somos un rebaño que sigue a un solo pastor” (No. 33). En otras palabras, el bautismo nos da derechos, entre ellos el derecho a la catequesis.

Segundo, los obispos nos dicen que “la Iglesia encuentra su verdadera identidad cuando se integra completamente a sí misma” con personas con necesidades especiales (N° 12). En cuanto a la liturgia, expresan: “Excluir a los miembros de la parroquia de estas celebraciones de la vida de la Iglesia, incluso por omisión pasiva, es negarles la realidad de la comunidad” (N ° 23). Parece que los obispos están diciendo que la Iglesia no es una comunidad de fe completa si no incluye plenamente a las personas con necesidades especiales.

Tercero, los obispos nos recuerdan que “la parroquia es la puerta a la participación de personas con discapacidades, y es responsabilidad del párroco y de los líderes laicos asegurarse de que esta puerta esté siempre abierta” (N° 18). Tengan en cuenta la palabra “siempre”, no cuando es posible o fácil para nosotros, sino siempre abierta.

Finalmente, al hablar de la catequesis, los obispos escriben: “La evangelización y la catequesis para las personas con discapacidad deben estar orientadas en contenido y método a su situación particular” (N° 25).

En la Exhortación Apostólica, Catechesi Tradendae (Sobre la Catequesis en Nuestro Tiempo), San Juan Pablo II escribe que los niños y jóvenes con discapacidades físicas o mentales tienen “el derecho a conocer, como los demás coetáneos, el ‘misterio de la fe’” (Nº 41). San Juan Pablo II, campeón en la defensa de la dignidad de la vida, fue un Papa catequista que tomó en serio la inclusión de personas con necesidades especiales en la vida y misión de la Iglesia.

Podemos decir con orgullo que el programa arquidiocesano de educación religiosa recientemente aprobado incluye un enfoque intencional hacia lo que se conoce como Catequesis Adaptativa.

¿Han pensado compartir sus talentos como catequistas? Pónganse en contacto con su parroquia local y pregunten sobre maneras nuevas y emocionantes de compartir la fe.

Comments from readers

Juan A. del Sol - 08/03/2018 04:36 PM
Thankful to God that we have this document to better serve and guide the children of the Good Shepherd. Thank you for all that is done in His Name.
Michele MacEachern - 07/30/2018 05:22 PM
What a tremendous undertaking to help us catechize according to the example of Jesus the Christ and the mind of the Church! Congratulations, Peter and the drafting committee, for this generous gift to our Archdiocese and its inclusiveness. I particularly appreciate your suggestion to teach ("to echo the faith")for a quality 45-minute period and then to lead one's group to Mass with their families. Word and Eucharist, prayer and sending forth in mission--This is the best way to prepare our parishioners of all ages to embrace their journey of faith.

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