Cierre de universidades en Nicaragua
Monday, February 21, 2022
Victor Martell
De Nicaragua nos vienen noticias inverosímiles que rayan en lo absurdo. La dictadura Ortega Murillo anunció la cancelación de las personalidades jurídicas de cinco universidades privadas distribuidas en diferentes regiones del país, siendo: Universidad Politécnica de Nicaragua (Upoli), Universidad Católica del Trópico Seco (Ucatse), Universidad Pablo Freire (UPF), Universidad Popular de Nicaragua (Uponic) y Universidad Nicaragüense de Estudios Humanísticos (UNEH), que se suman a la Universidad Hispanoamericana (Uhispam), para un cierre de seis universidades.
Con este cierre de las universidades privadas, la dictadura pretende que solo exista la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN), centro que de autónoma no tiene nada, y donde los universitarios para poder estudiar son obligados a marchar en desfile a favor del régimen las veces que sea necesario.
Esto significa que a la gran mayoría de jóvenes se les quita el derecho a estudiar, debido a que para entrar a la UNAN, se debe contar con un aval político del régimen, cosa que en las universidades privadas esto no existía.
Y esto ocurre en un país subdesarrollado, en donde el estado no tiene capacidad para dar educación superior y de calidad a una juventud deseosa de superación, sin ser borregos o lacayos de la dictadura; una juventud con ansias de recibir educación sin adoctrinamiento político partidista a favor del régimen, con ansias de ser profesionales de calidad y servir a la sociedad mejor preparados.
Así mismo, a las universidades que fueron despojadas de su personalidad jurídica, se les arrebató (robó), todos sus bienes, cosa que viola la Constitución Política de Nicaragua, lo que demuestra que en ese país no valen las leyes.
Lo que se hace es la voluntad de personas dementes, que lo único que buscan es la venganza política contra los jóvenes por el levantamiento de abril 2018. Creen que van a terminar con la rebeldía de la juventud quitándoles los centros de estudio. Sin duda esto seguirá fomentando el éxodo de los nicaragüenses hacia otros países con el verdadero deseo de trabajar y estudiar, algo que en su propio país les es negado.
En pleno siglo XXI resulta increíble que una nación ordene el cierre de seis universidades dejando en el abandono a miles de estudiantes y sin futuro a las futuras generaciones; y menos un país altamente endeudado, en donde es prioritario las fuerzas armadas a la educación o la salud; en donde se supone que se debe fomentar la educación de calidad, dando libertad a la educación por sobre todas las cosas con el fin de salir de la pobreza extrema; un país en donde sus gobernantes deberían promover el estudio de calidad.
Pero olvidaba que los gobernantes de Nicaragua no son personas académicas. No quisieron estar en las aulas de clase, y seguramente por ello, no quieren que el pueblo nicaragüense estudie, debido a que para ellos, el que estudia es un seguro enemigo, porque será una persona de pensamiento independiente, ideas propias y libertarias, y por ende no se someterá a ninguna dictadura.
Dios proteja al pueblo de Nicaragua.
Este blog se publicó primero como una columna en la edición de febrero 2022 de La Voz Católica.
Comments from readers