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La Navidad será diferente este año.

Será una temporada apagada y quizás luctuosa para aquellos que sufren los múltiples efectos de la pandemia.

Sin embargo, para muchos de nosotros, esta puede ser nuestra mejor Navidad. Tenemos todas las razones para evitar las compras frenéticas y las reuniones incómodas que causan estrés durante la temporada navideña.

Al refugiarnos en casa, tenemos una oportunidad sin precedentes para centrarnos en el verdadero significado de la Navidad. Podemos establecer nuevas tradiciones navideñas para nosotros y nuestras familias.

Sugiero que ustedes mismos preparen esta Navidad, centrada en la familia y en Cristo. Esta propuesta puede evocar recuerdos de desastres en la niñez, de galletas quemadas o pintura derramada, pero les animo a que lo intenten este año. En lugar de preocuparse por obtener resultados perfectos, disfruten de los efectos calmantes de un trabajo familiar y repetitivo, o del desafío de aprender una nueva destreza.

Elijan un proyecto de colaboración que pueda reunir a todos en su casa, o una actividad que les proporcione la tranquilidad y la paz que tanto necesitan.

Numerosos estudios demuestran que las actividades prácticas, incluso algo tan básico como colorear, brindan beneficios importantes para la salud mental. Estos incluyen una sensación de relajamiento, reducción de la ansiedad, mejoramiento del estado de ánimo y la concentración, aumento de la confianza en uno mismo, y una sensación de propósito y logro. Y cuando los trabajos se hacen en colaboración con otros, hay un mayor sentido de comunidad.

Muchas personas que participan en este tipo de actividades también indican que reorientan sus mentes y se distraen de las preocupaciones y emociones negativas.

Con cientos de programas de cocina y revistas de artesanía, tutoriales en línea, tableros de ideas como Pinterest y mercados como Etsy.com, las posibilidades creativas son ilimitadas y no tienen por qué ser caras.

Las actividades de bricolaje en colaboración pueden ser una gran manera de involucrar a jóvenes y ancianos por igual en los preparativos de la Navidad.

Después de pasar meses encerrados con nuestros seres queridos más cercanos, y con las autoridades de salud pública recomendando que la manera más segura de celebrar las fiestas es en una "burbuja" con nuestro núcleo familiar inmediato, la paciencia se puede estar agotando.

Intentemos sacar el máximo provecho de este "tiempo de calidad" obligatorio con nuestras familias.

La clave para hacer de estas Navidades una experiencia positiva es reconocer el valor de los pequeños gestos, en vez del resultado final de nuestros esfuerzos.

Durante el Encuentro Mundial de las Familias en Filadelfia en 2015, el Papa Francisco dijo que la felicidad y la santidad siempre están ligadas a las cosas pequeñas. "Son gestos mínimos que uno aprende en el hogar; gestos de familia que se pierden en el anonimato de la cotidianidad pero que hacen diferente cada jornada. Son gestos de madre, de abuela, de padre, de abuelo, de hijo, de hermanos. Son gestos de ternura, de cariño, de compasión... El amor se manifiesta en pequeñas cosas, en la atención mínima a lo cotidiano que hace que la vida siempre tenga sabor a hogar".

Sugiero que los esfuerzos de bricolaje de esta Navidad se centren en un pesebre familiar o en una escena del nacimiento.

El Papa Francisco escribió una carta pastoral en diciembre pasado sobre el significado del pesebre, en la que alentaba a esta "hermosa tradición de nuestras familias... Es realmente un ejercicio de fantasía creativa, que utiliza los materiales más dispares para crear pequeñas obras maestras llenas de belleza".

El Papa escribió que "se aprende desde niños: cuando papá y mamá, junto a los abuelos, transmiten esta alegre tradición, que contiene en sí una rica espiritualidad popular. Espero que esta práctica nunca se debilite; es más, confío en que, allí donde hubiera caído en desuso, sea descubierta de nuevo y revitalizada".

Instalar el pesebre de Navidad en nuestras casas nos ayuda a revivir la historia de lo que ocurrió en Belén.

El Papa nos dice: "Naturalmente, los evangelios son siempre la fuente que permite conocer y meditar aquel acontecimiento; sin embargo, su representación en el belén nos ayuda a imaginar las escenas, estimula los afectos, invita a sentirnos implicados en la historia de la salvación, contemporáneos del acontecimiento que se hace vivo y actual..."

Esta Navidad es el momento perfecto para redescubrir y revivir la tradición del pesebre, dándole un lugar prominente en nuestros hogares.

Con el nuevo aumento en los casos de COVID-19, muchos de nosotros puede que ni siquiera lleguemos a la misa del 25 de diciembre. Por eso, hagamos de nuestros hogares pequeñas iglesias, y que nuestros pesebres de bricolaje sean el punto principal de nuestra celebración del nacimiento de Cristo.

Comments from readers

Pat Solenski - 12/14/2020 10:58 AM
Thank you Sister for reminding us of our past family experiences and encouraging us to build on them while creating new ones. Truly, this is the season of hope and your reflection touches on hope beautifully.
Katerina - 12/14/2020 10:11 AM
Thank you Sister for your message. Back to basic and focusing the real reason for Christmas! Christmas music, baking together during the Christmas Season will also bring families together. Merry Christmas!
Neida D Perez - 12/14/2020 09:18 AM
Thanks,sister for simplicity and common sense. It includes the necessary message for the common good: Stay home. Enjoy your very best memories.

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