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Blog_2016: A new chapter_S


En el mundo de Kindle, Nook, iPads e internet, el libro típico se está convirtiendo en un artefacto. Es una pena, porque un libro es un icono muy poderoso de la vida humana.

Nuestras vidas son como un libro. Un libro tiene un comienzo y un final visibles. Tiene capítulos perceptibles; uno termina y el otro comienza. Eso también sucede con nuestra vida terrenal: comienza con la concepción y termina con la muerte. Cada año es un capítulo; uno finaliza y otro comienza.

Un buen escritor intenta mantener la historia en movimiento para motivar al lector a que pase al capítulo siguiente. Para ello, el escritor se esfuerza por mantener nuestra atención. Tiene un hilo que va a través del libro, a menudo conocido como la trama. Siempre hay un protagonista y un antagonista, no necesariamente humano, pero hay fuerzas en conflicto. La tensión es la que mantiene el interés del lector. (Es curioso, porque vivimos en una sociedad en la que todos estamos muriendo de enfermedades del corazón, pero nos nutrimos de la tensión. ¡Imagínense!)

El Día de Año Nuevo no sólo se trata de que se fue otro año y llegó uno nuevo. Es un punto de transición en nuestra historia. Es también una oportunidad para reforzar el argumento y agradar al lector. Para ello, tenemos que echar una mirada al capítulo que está terminando, y planificar con cuidado el próximo capítulo. Como cualquier buena pieza de la literatura, tenemos que ajustarla para lo inesperado en el camino.

Pero al igual que un buen escritor, nunca debemos comenzar un nuevo año sin un plan. Eso sería insensato. Es un pecado contra el Dios que creó el tiempo para nuestro beneficio, no para el suyo. Dios no vive en el tiempo y el espacio. Nuestras vidas deben ser un libro que sea agradable a Dios. Cada capítulo o año debe representar un intento de eclipsar al anterior. De lo contrario, estamos perdiendo el regalo del tiempo.

Estas son algunas preguntas que nos ayudarán a examinar nuestro capítulo anterior y planificar el siguiente, aprovechando especialmente este Año de la Misericordia:

  • ¿Hice un  uso correcto de los sacramentos este año pasado?
  • ¿Cuánto tiempo dediqué a la oración?
  • ¿Perdoné y pedí perdón?
  • ¿Qué sucedió con lo que poseo y el dinero que devengo? ¿Lo utilicé con sabiduría?
  • ¿Hice distinciones adecuadas entre lo que mi familia y yo necesitamos, y lo que mi familia y yo queremos?
  • ¿Fui honesto en mis negocios y fueron mis decisiones en el trabajo justas y razonables para quienes tengo a mi cargo?
  • ¿Cedí a la presión en lugar de defender a los que no tienen voz?
  • En cuanto a la Iglesia, ¿soy fiel a sus enseñanzas o ser católico es sólo una tradición familiar?
  • Si tengo hijos, ¿tomé en serio mi responsabilidad por sus almas, o les di un pase para no ir a la misa y a la educación religiosa?
  • Regresemos a las cosas materiales. ¿Cuánto esfuerzo hice para enseñarle a mis hijos que todas las cosas creadas no son para ellos, y que todo lo que Dios nos da es para el beneficio de todos, además del nuestro? ¿O cumplí todos sus deseos, lo que reafirmó su sentido de privilegio?
  • ¿Llevo mis relaciones con amor o con culpa?
  • ¿Están mis relaciones con los demás basadas en la caridad, en la preocupación por el prójimo y en la felicidad de las otras personas, o son sólo para tomar ventaja de ellas?
  • ¿Permito que, a sabiendas, otros me usen y usen mis dones para sus fines egoístas?
  • ¿Me he enfrentado a desafiar la inmoralidad en nuestra sociedad, en mi familia, en mi lugar de trabajo, o cedo porque "tengo una familia en la que pensar”? ¿Desde cuándo la familia tiene prioridad sobre la verdad?
  • ¿Estoy consciente de las cuatro últimas cosas que suceden: la muerte, el juicio, el cielo y el infierno? ¿Qué diría Dios sobre mi libro si yo muriera esta noche?

Si este último capítulo no ha sido tan bueno como nos gustaría que fuera, Dios todavía nos está dando tiempo para comenzar un capítulo mejor. Hagamos un buen uso del don precioso de tiempo.

 

Comments from readers

LUIS DURAN - 01/15/2016 04:22 PM
Very well written and to the Point Brother Jay! What a blessing to have you make all of us meditate about our book and life. I celebrate your life and your contributions to the kingdom of God. Br. Luis

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