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En la pasada ocasión, compartí con ustedes que, mientras atravesaba algunas dificultades en mi vida, el Señor me dio claves que me ayudaron en mi jornada. Entiendo que estas claves fueron las herramientas que me ayudarían a seguir los caminos de Dios, no los míos; otra manera de decirlo es, para actuar desde mi fe, no reaccionar desde mí misma, desde mi disfunción.

La primera clave es la clave de la fe. La fe es la base para la edificación de nuestra vida espiritual. Es mi esperanza, mi sueño, mi propósito, mi sanación, mi consuelo, mi estabilidad, mi fin y mi principio. Sin mi fe, ¿qué queda? ¿Cuál es mi propósito? ¿Por qué vivo? Creo que he sido “formada de manera admirable” (Salmo 139:14), que Dios inició una buena obra en mi y la perfeccionará hasta que venga Jesús (Fil. 1:6). Que he recibido dones con el fin de glorificar a Dios, y que Dios está siempre conmigo y me conoce mejor de lo que yo me conozco. Por eso puedo poner toda mi fe en Él.

¿Recuerdan la primera vez en que aprendieron sobre su fe? ¿Hay alguna o algunas personas de su pasado que le inspiraron? Quizás ustedes son como yo y no se criaron en la Iglesia, y tenían padres que no hablaban de Dios. Quizás se criaron en un situación de abuso, o fueron víctimas de trauma, de pérdida o de un número de otras tragedias, y no pueden concebir la idea de la fe: Si Dios es real, ¿dónde estaba para mí? Más aún: Dado todo lo que me ha sucedido, Dios no me puede amar mucho.

Yo tenía un problema con eso mismo. Si Dios es real, ¿dónde estaba para mí? ¿Dónde estaba cuando mi hijo sufría, cuando mi matrimonio se derrumbaba, cuando mi padre murió en un trágico accidente de navegación, cuando perdí todas mis posesiones materiales? ¿Cómo puedo tener fe en alguien que no puedo ver o escuchar, que se supone que me ame y me cuide? Una y otra vez, tuve que tomar la decisión de tratar de creer, de permanecer firme en la fe. Tuve que enfrentar los obstáculos que yo misma había colocado, las visiones equivocadas que tenía de Dios debido a mi experiencia en la vida y otros desafíos.

Recuerden que no estamos solos en este mundo. Estamos en él. Debemos actuar basado en lo que creemos – nuestra fe, no nuestra visión, no nuestro razonamiento, no nuestra imaginación, no nuestro quebranto.

Si sienten que no pueden entender muchas cosas en su vida, si se preocupan y tienen ansiedad, ira, desilusión, miedo, y no pueden actuar en su fe, ¡pidan la fe! Dios les dará más de lo que pueden imaginar. Dios les dará la gracia para mirar hacia arriba, y no alrededor.

Oremos: Gracias, Señor, por darme fe, de modo que pueda obrar desde la fe en vez de obrar desde mí misma.

Comments from readers

Lorena - 05/19/2013 10:34 PM
It's hard to keep believing in the midst of the storm. It was explained to me that faith is much like a relationship, at first it's new and exciting; you feel God's presence all around, you receive his messages and tools. However, as time passes that honeymoon stage fades, the routine sets in sometimes you fell the absence of God's presence and begin to wonder if He has left. So we resort to what we can see and control but we forget that it's during that time when we must cultivate our faith. Feed and nurture it because He hasn't let our side. When living in the middle of the storm it's easier said than done but through obedience and faithfulness to Him we will be molded and nurtured according to His will. Thank you for your article, it is another way He has spoken to me to let me know I'm not alone.
Robert Cabello - 05/15/2013 03:48 PM
Very insightful comments on Faith,that we often forget as we go about trying to live our life. Thanks so much for shareing
Linda Rose Ingrisano - 05/15/2013 12:45 PM
Thank you, ladies for your gracious comments! Anicie, I am excited that you are on this wonderful journey! Bless you!
Anicie Acuna - 05/13/2013 12:40 PM
May 13,2013! What a special day to embarque in this journey with you! I believe that the Holy church has an extremely sensitive role "leading its flock" and, that the Most Blessed Light of Humanity, our Lord Jesus Christ must be our Call. My faith taught to me at birth, thorough my very beginning as I learned to walk by my mother's hand; although not easy to attend the Catholic school I have a twin sister and only one available space. But blessed in time by Divine Providence, it became a reality. It is undeniable that our Catholic school formation has playsed a key in a Cuban American family's life, beginning in our new parish at St. Paul the Apostle's school, church, New York City, USA. How wonderful to be a part of this most beautiful and extremely important passage in our present lives, a daily difference directed by The Holy Spirit, in our Mother the Church. Thank you for this opportunity, sicerely in Christ. Anicie
Mary Rose Farrell - 05/13/2013 10:46 AM
This is a great article. I know Linda Rose and she is very wise and knowledgable. Thank you for posting her blog.

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