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Feature News | Monday, February 19, 2018

Mente abierta, persianas abiertas

Mons. Franklyn Casale reflexiona sobre un cuarto de siglo como presidente de la Universidad St. Thom

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Mons. Franklyn M. Casale se retrata frente a un mural en su oficina en la Universidad St. Thomas, en Miami Gardens. Planea retirarse esta primavera tras un cuarto de siglo como presidente de la universidad.

Fotógrafo: JIM DAVIS | FC

Mons. Franklyn M. Casale se retrata frente a un mural en su oficina en la Universidad St. Thomas, en Miami Gardens. Planea retirarse esta primavera tras un cuarto de siglo como presidente de la universidad.

MIAMI GARDENS | Hay una puerta privada a la oficina de Mons. Franklyn M. Casale en la Universidad St. Thomas, pero lo evita para usar la entrada más pública.

Podría comer fuera, pero prefiere el comedor estudiantil.

La sala de juntas de la universidad tiene persianas. Él las mantiene abiertas durante las reuniones.

Aunque es el presidente de la universidad, nunca se sienta a la cabeza de la mesa. Se sienta a un costado, frente a una escalera, para ser visible a los que están afuera.

"Siempre he mantenido una política de puertas abiertas", dijo Mons. Casale, que se jubilará esta primavera, cuando cumpla 77 años. "Quiero que los estudiantes vean que estamos trabajando para ellos".

Y lo hace de una manera genial y sociable que tranquiliza a los demás, dijo su hermana menor, Gail Casale.

"Su mayor fortaleza es su dedicación a los estudiantes", dijo Gail, ex directora de la galería de arte del campus. "Ninguno de ellos es tímido. Siempre dicen: "¡Hola, Monseñor!"

A medida que Mons. Casale se va despidiendo, después de casi un cuarto de siglo al frente de la universidad arquidiocesana, los avances de STU durante su mandato son igualmente evidentes.

Mons. Franklyn M. Casale habla durante la graduación de la Universidad St. Thomas que tuvo lugar este diciembre pasado. Planea retirarse esta primavera tras un cuarto de siglo como presidente de la universidad.

Fotógrafo: JIM DAVIS | FC

Mons. Franklyn M. Casale habla durante la graduación de la Universidad St. Thomas que tuvo lugar este diciembre pasado. Planea retirarse esta primavera tras un cuarto de siglo como presidente de la universidad.


Bioética y ciberseguridad

Preside un campus de 144 acres y un cuerpo estudiantil de 5,000 estudiantes, incluyendo estudiantes de preparatoria con inscripción dual, y un presupuesto anual de $70 millones. Las actividades de la universidad han incluido:

  • El inicio de la construcción de un nuevo hogar para la escuela de negocios.
  • Un nuevo programa de bioética para laicos.
  • Programas de bioética y ciberseguridad.
  • Iniciativas contra el terrorismo y la trata de personas.
  • Acoger como estudiantes a jóvenes víctimas de huracanes en el Caribe.

Sin embargo, al preguntarle por su mayor logro, Mons. Casale no mencionó edificios, ni dinero, ni siquiera logros académicos. En su lugar dijo: "estoy orgulloso de nuestros graduados — que STU puede cambiar la vida de alguien cuya vida es mejor porque satisfacemos la necesidad de educación superior".

La fe católica ha enriquecido claramente su propia vida. Volviendo a su infancia en Newark, su familia era religiosa pero no rígida, según la edición de otoño de Contact, la revista trimestral de STU. Él era monaguillo en su parroquia, St. Francis Xavier. Pero también disfrutaba del baloncesto, el béisbol y el fútbol en las calles de la ciudad y los lotes vacíos.

Planeó convertirse en abogado, cumpliendo un sueño que su padre no pudo seguir debido a la Gran Depresión, según el artículo de Contact. Pero mientras estudiaba en la escuela Preparatoria Seton Hall, se interesó más en la vida religiosa.

"Fue un entendimiento gradual", recordó Mons. Casale. "La influencia de mi sacerdote era muy fuerte. Lo admiraba. Y los sacerdotes eran líderes de la comunidad".


Don de la teología

Su nueva trayectoria vocacional lo llevó de la Universidad de Seton Hall, a la Universidad Católica de América y a la Universidad Inmaculada Concepción, en Darlington, N. J. 

"Para mí, el estudio de la teología ha sido un gran regalo", dijo Mons. Casale. "Me abrió la mente más que si hubiera sido abogado. Cuando tratas de resolver el problema de Dios, te vuelves bastante bueno resolviendo otros problemas".

Después del seminario, sirvió como secretario, canciller y vicario general de la Arquidiócesis de Newark. Tomó las riendas presidenciales de STU el 19 de abril, de 1994.

Aparenta, tal vez, una década más joven de su edad actual, cumplirá 77 años el 28 de marzo — un hecho que atribuye a sus abuelos, a quienes describe como saludables y de aspecto joven. Pero también nada unas cuatro o cinco millas por semana en varias piscinas y clubes, incluyendo uno en el condominio donde vive.

"Me ha costado convencer a la gente de que ya pasé la edad de jubilación", dijo con una sonrisa.

Mons. Franklyn M. Casale sentado en su oficina en la Universidad St. Thomas, Miami Gardens. Detrás está la entrada privada que nunca usa, ya que prefiere mantenerse abierto y visible a la comunidad universitaria. Planea retirarse esta primavera tras un cuarto de siglo como presidente de la universidad.

Fotógrafo: JIM DAVIS | FC

Mons. Franklyn M. Casale sentado en su oficina en la Universidad St. Thomas, Miami Gardens. Detrás está la entrada privada que nunca usa, ya que prefiere mantenerse abierto y visible a la comunidad universitaria. Planea retirarse esta primavera tras un cuarto de siglo como presidente de la universidad.

Reza el Oficio Divino todos los días. Por su salud mental y espiritual, también hace oración centrada durante 20 minutos al día, en la capilla St. Anthony del campus.

Tan concentrado como parece en STU, Mons. Casale se relaja durante las visitas a su hermana Gail y a otros parientes en Nueva York. Cena con los cuatro hijos y juega con sus ocho nietos de su hermana. Van a museos y al teatro, ven dramas y musicales por igual. Recientemente fueron a ver "Kinky Boots", un musical de Broadway de Cyndi Lauper.

Ella y su esposo, el arquitecto John Priber, también viajan con Mons. Casale. Los destinos han incluido Cuba, España e Italia.


Muchos gustos, pocos disgustos

"A él gusta la comida americana, italiana y francesa", dijo Gail. "Tiene una amplia gama de gustos y muy pocos disgustos. Será feliz cuando se retire. Estará ocupado, pero a su propio ritmo".

En una conversación privada, Mons. Casale puede hablar de arte o política, y puede reírse de un chiste sobre sí mismo, dijo su hermana Gail. Pero, agregó, él reserva muchos de sus pensamientos y sentimientos para aquellos que están más cerca de él.

"No te dejará entrar tan fácilmente", dijo. "Creo que tiene que ver con que sea sacerdote. Cuando fue ordenado era mucho más estricto.  Pero sigue abierto y disponible. Eso es un arte, creo".

Su sucesor en la Universidad St. Thomas será elegido por un comité de búsqueda, presidido por un miembro del consejo universitario. El objetivo es identificar al próximo presidente en primavera, y luego hablar de cómo entregar las riendas. Hasta entonces, Mons. Casale seguirá ocupando el primer puesto en St. Thomas.

No es que esté abandonando el campus por completo — todavía tiene intereses que perseguir allí. Un interés especial es la Academia de Trata de Personas, un proyecto de la escuela de Derecho a través de su Programa Intercultural Human Rights (Derechos Humanos Interculturales). El proyecto recopila datos sobre la trata internacional de esclavos y otras formas de servidumbre involuntaria. Luego comparte sus conclusiones con los oficiales de la ley, en un seminario de una semana cada año.

"Es parte de mi ADN valorar un problema terrible", dijo Mons. Casale, quien ha testificado ante el Congreso en apoyo a la renovación de la Ley de Trata de Personas. "Es la segunda o tercera mayor empresa ilegal, después de las armas y las drogas. Y es un tema de un solo foco al que puedo prestar atención".

También planea ayudar celebrando la Misa en las parroquias del área. "Una de las cosas de ser sacerdote es que uno nunca se detiene", dijo. "Me gusta predicar y los sacramentos".

De hecho, añade, ha disfrutado de casi todo lo que ha hecho.

"Y voy a disfrutar de todo en el futuro", añadió. "Y tendré más tiempo para disfrutar de las cosas y de participar en ellas".

Mons. Franklyn M. Casale preside en la ceremonia de graduación que tuvo lugar el pasado 16 de diciembre en la Universidad St. Thomas, Miami Gardens, de donde planea retirarse tras un cuarto de siglo como presidente. A su lado están Irma Becerra-Fernandez, rectora; y el Obispo Auxiliar de Miami, Mons. Enrique Delgado. Mons. Delgado fue el orador invitado y también obtuvo un doctorado de la universidad.

Fotógrafo: JIM DAVIS | FC

Mons. Franklyn M. Casale preside en la ceremonia de graduación que tuvo lugar el pasado 16 de diciembre en la Universidad St. Thomas, Miami Gardens, de donde planea retirarse tras un cuarto de siglo como presidente. A su lado están Irma Becerra-Fernandez, rectora; y el Obispo Auxiliar de Miami, Mons. Enrique Delgado. Mons. Delgado fue el orador invitado y también obtuvo un doctorado de la universidad.


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