Cómo respondemos al llamado

By Rocio Granados - La Voz Catolica

MIAMI | Si alguna vez te has preguntado “¿cómo sabes si Dios te está llamando a la vida religiosa o al sacerdocio?”, no vas a ver a Jesucristo en una nube diciéndote: “Ven, sígueme”, dijo el seminarista Sebastián Grisales, con motivo de la celebración de la Semana Nacional de las Vocaciones, del 3 al 9 de noviembre.

Esta fecha fue designada por la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos para promover y fomentar las vocaciones al sacerdocio, al diaconado y a la vida consagrada.

Grisales es seminarista del Seminario Regional St. Vincent de Paul, en Boynton Beach. Compartió sus experiencias vocacionales junto con la Hna. Andrew Marie Tyler, de las Hijas de St. Paul, conocidas como las Paulinas, y con el P. Elvis González, director de Vocaciones de la Arquidiócesis de Miami, en una entrevista para el podcast "Cuéntame Católico" en español y "What the Faith, Miami?", en inglés, un nuevo proyecto de la Oficina de Comunicaciones de la Arquidiócesis de Miami.

 

El llamado: Un gozo duradero

Grisales dijo que el llamado de Dios se siente “en la relación íntima que uno tiene con Cristo, en la oración”, pero cada persona lo experimenta de forma diferente. “Personalmente siento gozo, es un gozo duradero, desde que entré al seminario. Ha sido difícil pero (el gozo) continúa hasta ahora”, agregó.

Tenía 15 años cuando sintió por primera vez ese llamado, pero no respondió. “Tal vez por miedo o por el compromiso”, indicó.

Tiempo después se dio cuenta de que no era feliz con un trabajo de 9 a.m. a 5 p.m. “No estaba contento conmigo mismo, y allí me hice la pregunta: ¿en dónde me siento completamente feliz? Y la respuesta fue en la Iglesia, con Dios”. Grisales lleva 6 años en el seminario y espera ordenarse en el 2022. Está cumpliendo su año pastoral en la parroquia Corpus Christi, en Miami.

 

Dar a conocer a Jesús al mundo

Cuando la Hna. Tyler vio un póster de una monja con una cámara de video (su actual supervisora en Miami), le pareció muy extraño; pensaba que las religiosas sólo eran maestras o cuidaban enfermos.

Aunque en ese momento, la vida religiosa no estaba en sus planes, quería ir a la universidad, casarse con su novio y tener varios hijos, porque es hija única; solicitó más información pensando que, de todos modos, si tenía un llamado estaba en la Comunión Eucarística. “Jesús era lo más importante de mi día y quería dar a conocer a Jesús al mundo”.

La Hna. Tyler se había graduado de una escuela católica en Houston, Texas, pero no había tenido ningún acercamiento con ninguna religiosa. Durante su último año de escuela tuvo una crisis de fe y empezó a asistir a Misa con mucha frecuencia. Eso desconcertó a sus padres, que son católicos pero no practicantes; ellos pensaban que hacía otras cosas cuando les decía que iba a Misa.

Cuando recibió la información de las Paulinas, la primera imagen que vio fue de las Hermanas adorando al Santísimo Sacramento. “Pensé, es hermoso y lo cerré”, dijo la Hna. Tyler. Luego, leyó un mensaje que decía: “Lo que hacemos en nuestra vida como Paulinas es llevar a Jesús al mundo entero a través de los medios de comunicación”.

“Sentí que eso era lo que Jesús estaba poniendo en mi corazón y así empezó”, dijo la Hna. Tyler, quien discernió su vocación durante el tiempo de la universidad. Entró a la congregación de las Paulinas justo después de graduarse en literatura. Actualmente, asiste a la directora de vocaciones de su congregación en el Sur de La Florida y trabaja en la Librería de Las Paulinas, en Miami, que es además un centro de distribución para hispanos. Envían libros en español, creados por las Hnas. Paulinas en América del Sur, a todo Estados Unidos.

Y también viajan bastante. “La mayor parte de mi vida como religiosa me la he pasado yendo a parroquias y escuelas y haciendo misión, dando charlas, y haciendo ferias de libros. Ésta es la primera vez, en los últimos 10 años, que he estado en una de nuestras librerías a tiempo completo”, indicó.

 

No sólo los jóvenes inspiran a los jóvenes

“Creemos que tenemos que ser jóvenes para atraer a los jóvenes, pero no es cierto”, dijo el P. González. “Quien realmente influenció mi vocación fue un sacerdote que tenía casi 80 años”, agregó.

Cuando era niño, en su natal Nicaragua, el P. González se decía así mismo: “Quiero tener lo que él tiene. Eso de estar con la gente, siempre alegre y así empecé a enamorarme del sacerdocio”.

Pero cuando estaba en la escuela secundaria, en Miami, tenía temor de decirles a sus compañeros que quería ser sacerdote, “porque tenía miedo de ser rechazado, o a que me digan estás loco, no sabes lo que estás haciendo, haz otra cosa, ten una vida”, indicó.

Una de las cosas fundamentales en cualquier discernimiento para una vocación, no es sólo que Dios te llama o que la iglesia te acompaña, también “tienes que ser reafirmado por la gente”, dijo el P. González.

Afortunadamente, tuvo varios buenos amigos que reafirmaron lo que estaba sintiendo y eso le dio el empuje final junto con el apoyo de su familia, en el último año de la escuela secundaria, para entrar al sacerdocio. Pero ese no es el caso de todos.

“Mi familia todavía no está de acuerdo con lo que he hecho con mi vida. No lo entienden, porque no es su vocación y no practican la fe”, dijo la Hna. Tyler.

El seminarista Grisales, por su parte, dijo que al tomar la decisión de entrar al seminario, su familia fue la última en enterarse. Se lo dijo primero a su párroco, después a sus amigos, y ellos lo aceptaron. “Mi mamá me dijo que ya sabía que eso iba a pasar, pero mi hermano no entendió; me preguntó: ¿entonces yo no voy a tener sobrinos o sobrinas?”.

Según la más reciente estadística de la Conferencia Episcopal estadounidense sobre la Iglesia en este país, realizada a 480 hombres que fueron ordenados entre mayo y junio de este año, sobre quién ha sido la persona que más había influido en su vocación, el 76% respondió que había sido un sacerdote. Y a la pregunta de quiénes apoyaron su vocación, nuevamente el 70% respondió: primero el sacerdote, feligreses, amigos, y por último fue la familia.

“Es increíble cómo actualmente los muchachos reciben menos apoyo, sobre todo en decisiones así de sus familias”, dijo el P. González.

En general, hay gente que no sabe qué es el sacerdocio y es difícil explicarles. “Creo que cualquier cosa que es trascendental, cualquier cosa que es espiritual, a la gente le da miedo”, dijo el sacerdote; y agregó: “hay un miedo al compromiso, incluso el de traer a un niño al mundo”.

 

Las vocaciones no se están extinguiendo: es un momento fértil

Hay expertos que dicen que estamos en tiempos de crisis, pero “creo que todos los tiempos han tenido sus retos; no es que se estén extinguiendo las vocaciones religiosas: quizás en número han bajado comparado a otros años, pero es un momento fértil; es mucho trabajo, es desafiante, pero lo veo de una forma esperanzadora para los jóvenes”, dijo el P. González.

Lo que pasa en el mundo es que hemos perdido el sentido de vivir. “Eso ha penetrado en las decisiones que tomamos en la vida”, agregó. En el caso del matrimonio, “para qué entregarle la vida a la otra persona: ¿me ira a ser fiel o no?”.

Hay miedo al compromiso en general. “Los compromisos son difíciles porque me empujan a salir de mí mismo. En nuestra vida como sacerdotes o religiosos y en el matrimonio también, se requiere siempre caminar una milla extra. Vivimos en un  mundo donde estamos enfocados sólo en nosotros mismos”.

Para incrementar las vocaciones religiosas necesitamos ser auténticos. “San Pablo VI decía: Hoy más que nunca necesitamos maestros, pero también muchos testigos”, dijo el P. González.

“Creo que todos necesitamos la santidad, no sólo los sacerdotes o religiosos. Si todos los cristianos viven para Jesús, escucharán el llamado de Jesús”, dijo la Hna. Tyler.

“La Iglesia siempre necesita la santidad de todo el mundo, no solamente de los religiosos o de los sacerdotes, pero más que todo de los matrimonios, de las familias”, dijo el P. González.

“Dios nos llama a cada uno de nosotros a servirle. Los religiosos son testigos oculares que han visto, han podido experimentar a Cristo en sus vidas y se convierten en testigos para los demás. Se convierten en una manera de evangelizar simplemente por el hecho de ser lo que son”, dijo Grisales. Y agregó: “Parte del trabajo de la vida religiosa es traer a Cristo a las personas, al mundo”.

PARA SABER MÁS

• Si desea tener más información sobre las vocaciones sacerdotales en la Arquidiócesis de Miami, puede entrar a la página web de la Oficina de Vocaciones: www.miamiarch. org/vocations o llame al 305762-1137. También puede enviar un correo electrónico a: [email protected] , [email protected] o en Facebook /miamivocations.
• Puede encontrar más información sobre las Hermanas Paulinas en el Sur de la Florida en: http://www.pauline.org/Catholic-bookstores/ID/116/ Miami-Florida o en las redes sociales #MediaNuns. O visite la Librería de Las Paulinas en: 145 SW 107th Ave., Miami FL, 33174, 305-559-6715.

SOBRE EL PODCAST

• La Oficina de Comunicaciones de la Arquidiócesis de Miami lanzó dos podcast en septiembre. “What the Faith, Miami?” en inglés, y “Cuéntame Católico” en español, son un esfuerzo por llegar al público creciente y típicamente más joven de católicos del Sur de La Florida.
• Además de las vocaciones, se han realizado episodios centrado en misiones, deportes y el trabajo de los periodistas católicos, presentando como invitados a misioneros locales, sacerdotes que han servido como capellanes para equipos deportivos como los Dolphins y los Marlins, y miembros del personal de la oficina de Comunicaciones de la Arquidiócesis.
• Los podcast se pueden encontrar en soundcloud.com/archdiocese-of-miami.