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Feature News | Tuesday, August 27, 2019

'El manto es la Virgen'

Rogelio Zelada cuenta como llegó a ser el custodio de la Virgen de la Caridad del Cobre

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Rogelio Zelada, el custodio de la Virgen de la Caridad, posa con varias  imágenes de Vírgenes Patronas de países de America Latina, en su oficina del Centro pastoral.

Fotógrafo: ROCIO GRANADOS | LVC

Rogelio Zelada, el custodio de la Virgen de la Caridad, posa con varias imágenes de Vírgenes Patronas de países de America Latina, en su oficina del Centro pastoral.

Imagen de archivo, Rogelio Zelada en el proceso de vestir a la Virgen de la Caridad del Cobre.

Fotógrafo: CORTESIA

Imagen de archivo, Rogelio Zelada en el proceso de vestir a la Virgen de la Caridad del Cobre.

MIAMI | Probablemente no hay nadie quien conozca más sobre la Virgen de la Caridad que Rogelio Zelada.

Le ha compuesto canciones, le ha dedicado escritos, ha restaurado y vestido su imagen y, con sus propias manos, ha hecho muchas imágenes suyas. Por más de 30 años, Zelada ha sido el custodio de la imagen del Santuario Nacional de la Ermita, en Miami.

Zelada es miembro del Comité de Liturgia de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, y director asociado de los Ministerios Laicos de la Arquidiócesis de Miami.

Llegó a Miami desde Puerto Rico después de salir de Cuba por el Mariel en 1980. Fue entonces que el recordado Mons. Agustín Román, Obispo Auxiliar de Miami y rector de la Ermita, conoció su trabajo y le pidió restaurar la imagen de la Virgen para la visita del Papa Juan Pablo II, en 1987.

Marité Alfonso y Rogelio Zelada rezan la Novena a la Virgen María Desatanudos, el 8 de septiembre de 2015, durante la celebración anual de la patrona de Cuba.

Fotógrafo: ANA RODRIGUEZ-SOTO | FC

Marité Alfonso y Rogelio Zelada rezan la Novena a la Virgen María Desatanudos, el 8 de septiembre de 2015, durante la celebración anual de la patrona de Cuba.

La imagen había llegado de Cuba en 1961 y nunca había sido restaurada. La señora que la vestía para las fiestas la maquillaba con maquillaje de mujer y eso le fue quitando la pintura. Además, estaba expuesta en la Ermita a la intemperie del polvo y el salitre del mar, lo que dañaba también sus vestiduras.

Durante la restauración, la imagen cambió, cuenta Zelada. Le quitó los rayos de resplandor que tenía detrás, montados en una base de madera, porque no se llegó a hacer la base de plata como tiene la imagen original. Se revistió la base original de madera con láminas de plata y se le colocó un escudo del Papa. Después le puso las medias lunas, los ángeles y hace poco, finalmente se le hizo la base de plata.

Rogelio Zelada durante el cumplimiento de sus deberes como custodio de la Virgen de la Caridad, durante la celebración anual del 2015.

Fotógrafo: CRISTINA CABRERA JARRO | FC

Rogelio Zelada durante el cumplimiento de sus deberes como custodio de la Virgen de la Caridad, durante la celebración anual del 2015.

Detalle del vestido de la imagen de la Virgen de la Caridad durante la celebración anual del año 2016, en el Bank United Center, actual Watsco Center, en Coral Gables.

Fotógrafo: ROCIO GRANADOS | LVC

Detalle del vestido de la imagen de la Virgen de la Caridad durante la celebración anual del año 2016, en el Bank United Center, actual Watsco Center, en Coral Gables.

LOS MANTOS

Pero a la Virgen sólo se le ve la cara. La cruz tapa la mano y el Niño tapa la otra mano.

“El traje tiene que dar la prestancia de lo que es la imagen como símbolo, no es sólo vestirla”, dijo Zelada. “El manto es la Virgen. El manto tiene que trasmitir el sentido religioso, el amor, la fuerza. La belleza de la imagen debe transmitir la belleza de la Virgen”.

Las imágenes de la Virgen se visten de manto después del Concilio de Trento. El protestantismo había denigrado la imagen en el culto y la Iglesia las ensalzaba, embelleciéndolas con coronas y mantos. La imagen de la Virgen de la Caridad es de esa época más o menos, dijo Zelada.

Las patronas de casi toda América Latina tienen mantos. Las vestiduras se añadieron encima a las imágenes, que son muy simples. Muchas de ellas son famosísimas, pero sin las vestiduras no las reconoce nadie.

Zelada manda hacer los trajes de la Virgen, porque dice no sabe coser, pero sabe cómo se vestían las imágenes de esa época. Cuando encarga la confección de un traje trata de que tenga algún signifi cado, algo de historia de la Virgen o de Cuba. “Yo doy la idea, pero también lo dejo a la creatividad de la costurera”, señaló.

Durante estos casi 60 años desde que la Virgen llegó a Miami, ha tenido muchas costureras. A María Luisa Ruíz de Blanco, la primera costurera de la Virgen en el exilio, le siguieron Hilda Vázquez e Idalia Miranda, la que hizo el vestido a la Virgen con un encaje de oro del Siglo XVIII para recibir al Papa Juan Pablo II. También cosieron para la Virgen Yolanda Calzadilla y Carmen Ruíz, quien falleció recientemente.

Zelada dijo que durante el tiempo que estuvo muy enfermo, le pidió a Dios que le enviara a alguien que cosiera, y Dios le envió a demasiada gente. “Ahora tengo varias personas cosiendo mantos. La idea es que tenga una reserva de ropa, porque cada día es más difícil encontrar gente que tenga la paciencia, el gusto y que sepa hacerlo”.

Para la celebración de los 60 años de la llegada de la Virgen de la Caridad a Miami, en 2021, Zelada ha encargado un traje especial a unas monjas en España, “con satín que se usa para los trajes de los toreros, todo bordado en oro. Está muy lindo el diseño”, dijo.

El traje de este año es muy bonito también. Está hecho en un encaje de oro viejo con pedrería color ámbar, muy fino.

Cada traje es una obra de arte pero no pueden estar expuestos, dice Zelada, porque la luz deteriora los tejidos. “Se trata que cada 8 de septiembre la Virgen estrene uno”, pero en diferentes ocasiones durante el año, como Semana Santa, Pentecostés y Navidad, se le cambia los de años anteriores.

Además, muchos de los primeros trajes de la Virgen se estropearon con el paso del Huracán Andrew, que inundó el sótano de la Ermita, donde estaban guardados.

Para la elaboración de los trajes se utilizan materiales de calidad. Piedras de cristal de Swarovski, perlas de cultivo, sedas y encajes. “El costo de los materiales es alto, pero más es el trabajo. La gente emplea muchas horas en hacerlo”, dijo Zelada.

Después de que intentaron robar la imagen en 1994, se le colocó la urna que actualmente tiene, lo cual también protege los mantos. La urna está hecha con un material muy pesado y resistente a disparos, con una base de madera que necesitó de unas 10 personas para sostenerla cuando la estaban instalando.

Por años era Zelada quien sacaba a la Virgen de la urna para la celebración del 8 de septiembre y el cambio de sus mantos.

Cambiarle el manto a la Virgen, dice Zelada, no es una tarea fácil. Se debe colocar el manto de manera que quede exactamente igual a ambos lados. Luego se le coloca los objetos que lleva encima, como una copia de la medalla de los mambises. La que tiene es de oro hecha con los exvotos que la gente le trae a la Virgen. La original es de bronce.

La imagen también lleva un pasador de oro con unos brillantes y tiene alrededor de 11 perlas, que representan las 11 diócesis de Cuba, y seis corales, que representan las antiguas provincias de Cuba. Lleva un rosario, porque el Papa Juan Pablo II le puso uno a la Virgen de la Caridad cuando la coronó en Santiago de Cuba, en 1998. Y en el cuello lleva un dije con tierra de Cuba.

La imagen, en una mano, sostiene una cruz. Cuando la Virgen llegó en 1961, no tenía la cruz. La sobrina del P. Jiménez Rebollar le puso una de perlas que ella llevaba al cuello. En 2001, Zelada decidió ponérsela en el cuello a la Virgen, para que no se perdiera y quedara como una pieza histórica.

En la otra mano tiene al Niño, que fue restaurado por Zelada en 1987 para que esté sentado como el del Cobre, sosteniendo en una mano una bola del mundo.

La corona de la Virgen y la del Niño, la aureola y la cruz son copias de la original del Cobre, revestidas en oro. Se mandaron hacer para la visita del Papa.


LA VIRGEN "ME METIÓ EN ESTE LÍO"

Integrantes de la Archicofradía de la Caridad del Santuario de la Ermita de la Caridad de Miami, llevan una réplica de la imagen, creada por Rogelio Zelada, que fue rifada como parte de la celebración anual del año 2018.

Fotógrafo: ANA RODRIGUEZ-SOTO | FC

Integrantes de la Archicofradía de la Caridad del Santuario de la Ermita de la Caridad de Miami, llevan una réplica de la imagen, creada por Rogelio Zelada, que fue rifada como parte de la celebración anual del año 2018.

Zelada dice que empezó a hacer las Vírgenes porque fue ella quien “me metió en todo este lio”. Reconoce que tiene habilidades manuales, pero “lo que más traje fue la música”, dijo.

Mons. Román le pidió que hiciera una imagen de la Virgen para rifarla en la celebración del 8 de septiembre. Ya había hecho una imagen de Santa María Magdalena para su parroquia en Cuba. Y sabía un poco de restauración, porque tomó un curso de restauración de antigüedades durante la época en que se estaba restaurando la Catedral de La Habana y él era seminarista.

Para hacer la imagen de la rifa, recuerda Zelada que compró una imagen de la Virgen de la Caridad en los almacenes Gonzalez (ya desaparecidos). La desarmó completamente y la moldeó en la forma que quería. Bañó en oro la aureola y las coronas, “y allí empezó la cosa, una cada año”.

Ha hecho esas imágenes por 32 años, desde 1987 hasta ahora. Hubo años que hizo dos, una que se rifaba en septiembre y otra en diciembre.

Hacer las Vírgenes le toma mucho tiempo, dijo, porque no es escultor, y las hace en sus momentos libres — entre su trabajo en el Centro Pastoral, las clases que dicta por las noches y el tratamiento médico que lleva.

En Cuba se pueden conseguir imágenes muy bonitas, pero a la gente le gustan éstas porque cada una es distinta de la otra. Dice que si se dedicara a hacer Vírgenes y venderlas “seria rico”. Pero no. “Las hago para la Ermita. He hecho algunas para algún amigo, o para una parroquia, porque he tenido la oportunidad de hacerla, pero no puedo dedicarme a eso”, dijo.

Los materiales para fabricar las Vírgenes los va adquiriendo en los lugares que visita. Cuando ve algo que le puede servir lo compra, y así se han ido creando diferentes mantos.

También utiliza imágenes antiguas de Vírgenes que la gente deshecha. “Con mucha paciencia voy raspando hasta sacar la cara. El cuerpo lo hago de una cerámica, las manos las hago con un molde, y los Niños los traigo de España”.

Ha hecho las imágenes de la Virgen de la Caridad para las parroquias St. Agatha, San Lázaro, St. Mary Star of the Sea, en los Cayos, y St. Joseph, en Miami Beach.

“Cuidar esta imagen es cuidar un signo importante de nuestra identidad cubana y de nuestra realidad de fe”, dijo Zelada.

CELEBRA LA FIESTA

  • El Santuario Nacional de la Ermita de la Caridad invita a toda la comunidad del Sur de La Florida a las celebraciones programadas por la Fiesta de Nuestra Señora de la Caridad 2019. Este año, el tema central escogido es: "40 Años de la Ordenación Episcopal de Mons. Agustín Román, el primer obispo cubano de los Estados Unidos."
  • Novena a la Virgen de la Caridad: viernes, 30 de agosto, a sábado, 7 de septiembre; Misas diarias al mediodía y a las 8 p.m. en la Ermita.
  • Vigilia artística en la víspera: sábado, 7 de septiembre, comenzando a las 9 p.m. La vigilia termina a medianoche con la interpretación de las "Mañanitas a la Virgen". 
  • Fiesta de la Virgen de la Caridad, domingo, 8 de septiembre: 5 p.m., se abren las puertas del Watsco Center de la Universidad de Miami, 1245 Dauer Drive, Coral Gables; 7 p.m., desfile en honor a la Virgen; 8 p.m., Misa presidida por el Arzobispo de Miami, Mons. Thomas Wenski.

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