En Immaculata-La Salle: Robots, RCP, Photoshop, y momentos '¡Ajá!

By Cristina Cabrera Jarro -

MIAMI | Cuando se aprende algo, una exclamación de “¡Ajá!” es clave.

En la escuela secundaria Immaculata-La Salle, las oportunidades para los momentos de “¡Ajá!” —y sus equivalentes, “Oh” y “Entiendo”— abundan para los estudiantes del programa STEAM, que se enfocan en la ciencia, la tecnología, la ingeniería, las artes y las matemáticas.

Para celebrar el Día Nacional de STEAM, el pasado noviembre, los estudiantes y maestros compartieron algunos de sus momentos de “¡Ajá!” favoritos, organizando una exhibición interactiva para sus compañeros que no están involucrados en STEAM.

“Siempre he creído que para aprender algo hay que involucrarse en eso, de forma práctica”, dijo Rebecca Shaw, directora del programa STEAM y profesora de ciencias de Immaculata-La Salle. “Y eso está en el centro de todos nuestros programas, asegurándonos de que nuestros estudiantes se involucren, aprendan activamente y al mismo tiempo se diviertan mientras lo hacen, porque lo recuerdan”.

En 2013, Immaculata-La Salle se convirtió en la primera escuela católica del país en ser certificada como STEM, por AdvancED. Las escuelas amplían la sigla a STEAM para incluir artes gráficas, y las escuelas católicas a STREAM para incluir religión.

El programa de STEAM en Immaculata-La Salle proporciona a los estudiantes habilidades a nivel industrial en áreas específicas como ciencias de la salud, ingeniería y ciencias de la computación, comercio internacional, artes digitales y estudios legales.

En el Día Nacional de STEAM, “la idea es que los estudiantes que se inscriban puedan participar en otros enfoques, experimentando de forma práctica algunas de las actividades y habilidades que se aprenden en cada academia. Los estudiantes de la clase avanzada dirigieron las exhibiciones, permitiendo que los estudiantes de las otras clases exploren y participen”, dijo Alishea Jurado, decana de Innovación de Immaculata-La Salle.

Entre las actividades en las que los estudiantes podían participar están: conducir robots Lego ya construidos, observar los proyectos de arte de Adobe Photoshop en vivo, crear argumentos de marketing empresarial global para los productos creados por los estudiantes, y ver una exposición de laboratorio forense con huellas dactilares y más.

Nicholas Blanco, un estudiante de ingeniería STEAM, llevó una consola de videojuegos portátil, Gameboy, con el juego DOOM instalado. La diseñó y construyó completamente. Su panel de circuitos todavía está vacía porque Nicholas está rediseñando la cobertura de la consola para que encaje mejor.

“Es realmente interesante mostrar el proceso de diseño. No siempre se ve los electrónicos en esa etapa en la que es una especie de circuito abierto. Éste es lo suficientemente resistente para mostrarlo sin cubierta. Fueron bastantes diseños de circuitos y manejo de cables, y eso es lo que estoy aprendiendo a hacer con este proyecto. Cuando esté terminado, debe ser un producto genial”, dijo Nicholas.

En la escuela Immaculata-La Salle, él tiene acceso a un software que le permite diseñar, modelar y construir, a menudo con la ayuda de una impresora 3D —la que imprimió la primera cubierta de la videoconsola.

Nicholas también está ayudando en la construcción de una segunda impresora 3D en la escuela. Sueña con estudiar diseño o ingeniería industrial.

 

LECCIONES DE CIENCIAS DE LA SALUD

Varias actividades estaban disponibles para los estudiantes interesados en las ciencias de la salud, incluyendo una estación de RCP (Respiración Cardiopulmonar). Con maniquíes de niños y adultos colocados en el piso, los estudiantes podían practicar compresiones y respiraciones guiadas por otros estudiantes o maestros del campo.

“Creo que es muy importante porque es un soporte vital básico, y es importante para la vida diaria, no sólo con la RCP, sino con todo. He visto a personas heridas y he podido ayudarlas. Me gusta ayudar a los demás, creo que ésta es una buena manera”, dijo Ana Marrero, una joven certificada en RCP y primeros auxilios.

Otra estación de ciencias de la salud presentó muñecos de bebés interactivos y muy realistas que pesaban casi ocho libras y que lloraban y se “mojaban”. Larissa Pontes, una estudiante, dijo que con el proyecto de cuidado de bebés, realizado con otra compañera de equipo, aprendió a respetar más a los padres de familia y cuidadores.

“Te despiertas a las 3 o 5 de la mañana porque el bebé está llorando. En la escuela, fue difícil cargarlo porque además de mi mochila escolar, también tuve que llevar al bebé, la silla de auto y la bolsa de pañales. Incluso, llevé al bebé al centro comercial porque si no, hubiera pasado toda la semana en casa”, dijo Larissa.

Cuando solicitó ingresar a la academia de ciencias, tenía pasión por una futura carrera en medicina. Después de algunos años y varias clases, dijo que se dio cuenta de que ya no es su vocación, y que en cambio quiere seguir una carrera en el mundo de los negocios.

“Respeto el programa y la carrera. Este programa aquí en la escuela está muy bien hecho, y aprendí mucho. Ahora sé lo que es y al menos pude experimentarlo”, dijo Larissa.

 

EXPLORANDO OPCIONES

Larissa no es la primera estudiante que cambia de opinión sobre el enfoque de STEAM.

“Les digo que es genial que se hayan dado cuenta y que les interese otra cosa. Ellos tienen la oportunidad de explorar y hacer eso aquí. Eso es lo que queremos: las oportunidades de explorar opciones porque son jóvenes. Están tratando de descubrirlo. Por lo tanto, cuantas más oportunidades tengan de probar diferentes cosas en el ‘patio de recreo’, es mejor”, dijo Shaw.

En Immaculata-La Salle, lo que comenzó como un grupo de clases electivas se ha convertido en programas de cuatro años, proporcionándoles a los estudiantes una clase electiva de STEAM cada año, además de los cuatro años requeridos de matemáticas, ciencias, un curso electivo de arte, idiomas y todas las demás clases.

También tienen oportunidades de adquirir certificaciones de nivel industrial, créditos universitarios y un diploma STEAM.

Parece mucho, pero Shaw dijo que ella cree que se logra un equilibrio y una formación integral. La educación católica es también un factor significativo.

“Hay tanto que dar a una persona. Hay tantos componentes que entran en nosotros. Cuando se incluye una educación católica, se está construyendo una parte más grande de esa persona. Y lo que es asombroso es que estamos preparando a los estudiantes para trabajos que ni siquiera existen todavía. Les da las habilidades necesarias para estar preparados para cualquier cosa”.