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Feature News | Thursday, April 02, 2020

Fe, no miedo: La conexión es la cura

Primero en una serie de artículos que sugieren formas esperanzadoras de enfrentar la pandemia del coronavirus

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Nota del editor: "No tengas miedo". Estas palabras se repiten en la Biblia en innumerables ocasiones. Pero mientras vivimos un momento sin precedentes en la historia, cuando casi toda la humanidad se encuentra paralizada, temerosa, enferma o muriendo por la pandemia del coronavirus, es bueno que se nos recuerde que somos un pueblo de fe, no de miedo. Esta serie ocasional reunirá las experiencias, reflexiones, sugerencias y consejos de los católicos locales sobre cómo sobrevivir estos tiempos difíciles con fe, no con miedo.

A medida que la conversación se va convirtiendo con rapidez en un estado de emergencia, me parece que deberíamos pulsar el botón de "pausa". ¿Qué sentimos? El miedo, el pánico, la angustia son sentimientos naturales que surgen cuando nos encontramos con lo desconocido. En este caso, es un virus que amenaza más que nuestra salud física. Al obligarnos a un "distanciamiento social", amenaza con desatar los lazos sociales que nos mantienen unidos.

Esta experiencia me trae recuerdos de mi primer año en casa después de viajar en misión con Amor en Acción. Hago énfasis en la diferencia entre viajar en misión y transformarse en misionero. La verdad es que no entendía lo que Jesús me llamaba a "hacer" o "ver" cuando viajé por primera vez en misión, y me encontré con mis hermanas y hermanos muy apreciados.

Janelle Jay, coordinadora de misiones de Amor en Acción, a las afueras de uno de sus lugares de misión favoritos en la República Dominicana, en el verano de 2019.

Fotógrafo:

Janelle Jay, coordinadora de misiones de Amor en Acción, a las afueras de uno de sus lugares de misión favoritos en la República Dominicana, en el verano de 2019.

Pero la misión en sí me cambió de muchas maneras. Me permitió aprender a simplemente "ser", a acompañar al prójimo, a compartir el amor de Dios a través de un abrazo, una sonrisa, una oración común. Ir en misión me enseñó sobre la comunidad, a prestar atención a las cosas pequeñas. La misión me transformó de una persona distante y aparentemente frívola, a alguien que quería estar presente, escuchar a los demás, compartir en las cosas pequeñas.

Unos meses después de mi regreso, a mi clase de secundaria se le asignó leer La Plaga, por Albert Camus. Leí unas 50-75 páginas y me pareció demasiado. No podía leer sobre una sociedad en la que la gente no presta atención a los demás hasta que ocurre un desastre. Emocionalmente, no podía continuar leyendo sobre ese tipo de lugares después de mi experiencia en la misión. Prefería fracasar en algunos exámenes.

Cuando hablé con mi profesora de inglés para informarle sobre esta decisión, me sugirió que dejara de ir en misión. Fue entonces cuando me di cuenta de que hay personas que nunca podrían entender mi experiencia. Algunas dejarán que el miedo les someta, que les impida vivir y conectarse. Y me di cuenta de que la misión a la inversa nos ayuda a entender cómo nuestras experiencias en la misión nos cambian a nosotros, no tanto a la gente a la que vamos a "ayudar".

¿Cuántas veces Jesús nos dice "No tengas miedo"?

Eso no quiere decir que debamos ser descuidados en estos tiempos.

Pero se nos dan tantas bendiciones, o herramientas, que ni siquiera podemos contarlas. Sólo tenemos que recordarlas: médicos talentosos; la existencia de medicamentos; vacunas que serán desarrolladas; métodos de comunicación que nos permiten conectarnos y aprender de maneras que nuestros abuelos sólo podían imaginar.

En Amor en Acción aceptamos el desafío de conectarnos de una manera nueva: con un proceso de preparación para la misión que es virtual. Todavía podemos reunirnos, vernos, compartir, aprender, crecer, rezar. Tenemos la oportunidad de conectarnos de otra manera.

Al encontrarnos con lo desconocido, les invito a hacer intencionalmente la señal de la cruz: mientras la hacemos verticalmente, miramos a Dios manteniendo los ojos fijos en Jesús; al hacerla horizontalmente, pensamos en la gente a nuestra derecha e izquierda, nuestra comunidad. Y cómo una sonrisa, una llamada por FaceTime, un encuentro virtual: estas conexiones pueden sanarnos a todos. 

Sobre Janelle Jay

Janelle Jay es la coordinadora de misiones de Amor en Acción. Nacida y criada en Miami, ha viajado en misión y liderado grupos desde 2005. Habla inglés, español y francés. Estudió negocios en la Universidad de Northeastern y obtuvo su máster en administración de empresas en la Universidad de la Florida. Durante cuatro años trabajó como asistente legislativa y de comisión del comisionado Xavier Suárez, y considera que todo el mundo debería dedicar algún tiempo al servicio público. Es una apasionada de las artes, la política, el servicio público, los bienes raíces y los viajes.

Comments from readers

Sue DeFerrari - 04/03/2020 01:06 PM
Great reflection Janelle! This is our new mission field! Peace on the journey... Sue DeFerrari, MorningStar Renewal Center

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