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Feature News | Friday, November 04, 2022

Siervas de los Corazones Traspasados reciben a su primer hermano

Radiante de alegría, Íñigo Johnpaul Isla profesa sus primeros votos en la comunidad religiosa fundada en Miami

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DORAL | La M. Adela Galindo recuerda a Íñigo Isla, de 6 años, “agarrado de mi hábito” durante una peregrinación.

El Hno. Íñigo Johnpaul sale de la iglesia Our lady of Guadalupe, en Doral, al concluir la Misa donde hizo sus primeros votos como miembro de la rama masculina de las Siervas de los Corazones Traspasados de Jesús y María, el 22 de octubre de 2022. El hermano Iñigo es el primer hermano religioso de la comunidad.

Fotógrafo: ANA RODRIGUEZ-SOTO | FC

El Hno. Íñigo Johnpaul sale de la iglesia Our lady of Guadalupe, en Doral, al concluir la Misa donde hizo sus primeros votos como miembro de la rama masculina de las Siervas de los Corazones Traspasados de Jesús y María, el 22 de octubre de 2022. El hermano Iñigo es el primer hermano religioso de la comunidad.

“Yo pensaba que era un perrito”, recordó. Cuando ella bajó la vista y le preguntó por qué, él le dijo: “Siempre quiero vivir agarrado [de] este hábito”.

“Ahora no estás agarrado. Ahora lo llevas puesto”, expresó la M. Galindo emocionada, mientras el Hno. Íñigo Johnpaul, que ahora tiene 24 años, profesaba sus primeros votos como Siervo de los Corazones Traspasados de Jesús y María.

Al hacerlo, se convirtió en el primer religioso masculino, o hermano, de la comunidad fundada en Miami por la M. Galindo en 1990. Sigue los pasos del P. Joseph Mary Rogers, quien se convirtió en el miembro fundador de la rama masculina de la comunidad en junio de 2021.

La ceremonia, presidida por el Obispo emérito Fernando Isern, de Pueblo (Colorado), tuvo lugar el 22 de octubre de 2022, fiesta de San Juan Pablo II, en la iglesia de Our Lady of Guadalupe, en Doral. El Hno. Íñigo tomó como nombre religioso Johnpaul, en honor al difunto Papa.

En los primeros asientos, estaban radiantes de alegría los padres del Hno. Íñigo—Íñigo Isla y Andrea Isla—su hermano menor, Juan Pablo Isla, de 18 años; y su hermana menor, Andrea Isla, de 20 años, novicia de los Corazones Traspasados que espera profesar sus primeros votos en unos meses.

“Dos de los tres con vocación. La verdad que es una bendición”, manifestó el padre de los Isla, nativo de España, que se mudó a México a los 12 años. Su esposa y sus hijos nacieron allí, pero solían pasar las vacaciones en Miami.

Durante esas visitas, conocieron a las Siervas de los Corazones Traspasados. Eso los llevó a mudarse aquí hace 15 años. Se unieron a la parroquia de St. Agnes, en Key Biscayne, y a la “familia espiritual” laica de los Corazones Traspasados, conocida como los Apóstoles de los Dos Corazones.

“Cuando las conocimos, decidimos mudarnos para acá y que nuestros hijos crecieran con esa espiritualidad”, dijo Isla.

Al igual que su hermana, el Hno. Íñigo asistió a la academia de St. Agnes y a la escuela secundaria de Immaculata-La Salle. Trabajó como asistente administrativo en St. Agnes y en el departamento de la pastoral estudiantil de la escuela secundaria después de graduarse.

“Me encanta trabajar con la liturgia y he servido en el altar toda mi vida”, dijo el Hno. Íñigo. “La Iglesia era mi hogar”.

El Hno. Íñigo Johnpaul intercambia una mirada cariñosa con una emocionada Madre Adela Galindo, fundadora de la comunidad, tras profesar los primeros votos como Siervo de los Corazones Traspasados de Jesús y María, el 22 de octubre de 2022. Es el primer hermano religioso de la comunidad.

Fotógrafo: ANA RODRIGUEZ-SOTO | FC

El Hno. Íñigo Johnpaul intercambia una mirada cariñosa con una emocionada Madre Adela Galindo, fundadora de la comunidad, tras profesar los primeros votos como Siervo de los Corazones Traspasados de Jesús y María, el 22 de octubre de 2022. Es el primer hermano religioso de la comunidad.

Sintió la primera inquietud vocacional durante sus dos últimos años de secundaria.

“Siempre sentí que el Señor me llamaba a algo. No sabía qué era”, dijo. “Me di cuenta de que no estaba llamado a ser sacerdote. Pensé que eso significaba que me casaría”.

Comenzó a salir y tuvo “una relación bonita”, al tiempo que trabajaba en “el empleo de mis sueños” en Immaculata-La Salle.

Entonces, fue en una peregrinación a Fátima en mayo de 2019.

“Sentí que la Virgen me decía en mi corazón: ‘Tienes todo lo que siempre has querido. Puedes ser feliz el resto de tu vida. Pero no se comparará con la felicidad de seguir la voluntad del Señor para tu vida’, y entendí que era formar parte de esta comunidad”, recordó el Hno. Iñigo.

Para entonces, el P. Rogers llevaba alrededor de un año en el proceso de discernimiento sobre la posibilidad de entrar en la comunidad.

“Cuando escuché el llamado por primera vez, no había ninguna comunidad [masculina]. Así que el Padre abrió el camino”, dijo el religioso.

Entró en los Corazones Traspasados el 15 de agosto de 2019, un año antes que su hermana, y pasó tres años en formación antes de profesar los primeros votos.

“Ha sido hermoso cómo el Señor me ha puesto a mí, al P. Rogers y a la Madre fundadora juntos durante tantos años. El Señor lo sabía. Nos puso juntos”, manifestó.

“Hemos estado persiguiendo a la Madre desde que teníamos cinco años”, recordó su hermana, Andrea.

“El hecho de que el Señor nos haya llamado a ambos a la misma comunidad religiosa es el mayor regalo que hemos podido recibir”.

Para la M. Adela, el Hno. Íñigo representa el cumplimiento de otro llamado del Señor: “dar hermanos” a la Iglesia.

Calificó la hermandad como “una vocación muy importante en la vida de la Iglesia. Los hermanos pueden trabajar tanto como lo hacen las hermanas”.

Tanto la hermandad como el sacerdocio religioso, como el del P. Rogers, son “hermosas expresiones de consagración”, afirmó la M. Adela. Y como Siervos de los Corazones Traspasados, “se convierten en imágenes vivas de la persona, el corazón y la misión de Cristo, formados en la escuela del corazón de María”.

Al dirigir sus palabras al Hno. Íñigo al final de la Misa, la M. Adela le recordó que había sido llamado a ser “un hombre de amor para Dios, y un hombre de Dios para los demás”.

“Fuiste elegido, y luego elegiste con libertad vivir una de las mayores aventuras de amor que puede emprender cualquier ser humano: consagrarse totalmente a Cristo y a su servicio, por el bien de la humanidad”, añadió.

En la actualidad, varios jóvenes disciernen el llamado para la hermandad de los Corazones Traspasados, junto con dos novicios y dos postulantes. La rama femenina está integrada por 70 hermanas, junto con siete novicias, cinco postulantes y nueve más en discernimiento.

Los Corazones Traspasados trabajan ahora no sólo en Miami, sino también en las diócesis de Orlando y St. Augustine, en La Florida; Phoenix, Arizona; Rapid City, Dakota del Sur; Austin, Texas; Asunción, Paraguay; y el Ordinariato Militar de Italia. Su casa madre, junto con un noviciado y un postulantado, se encuentran en Miami.

El Hno. Íñigo Johnpaul es felicitado por su hermana, la novicia Andrea Isla tras emitir sus primeros votos como Siervo de los Corazones Traspasados de Jesús y María, el 22 de octubre de 2022. Es el primer hermano religioso de la comunidad. A la izquierda, su madre, Andrea Isla.

Fotógrafo: ANA RODRIGUEZ-SOTO | FC

El Hno. Íñigo Johnpaul es felicitado por su hermana, la novicia Andrea Isla tras emitir sus primeros votos como Siervo de los Corazones Traspasados de Jesús y María, el 22 de octubre de 2022. Es el primer hermano religioso de la comunidad. A la izquierda, su madre, Andrea Isla.


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