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Feature News | Wednesday, December 30, 2020

Vacunas, sí, y también tratamientos para el COVID-19

Médicos de Holy Cross examinan medicamentos para disminuir el impacto mortal de la pandemia

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FORT LAUDERDALE | Mientras los funcionarios de salud pública advierten que la implementación de vacunaciones contra el COVID-19 no hará mucho por mitigar los peligros inmediatos de la pandemia, el Hospital de Holy Cross estudia medicamentos y protocolos para salvar y proteger vidas.

El Dr. Joshua Larned es director médico del programa de Insuficiencia Cardíaca Congestiva en el hospital Holy Cross de Fort Lauderdale y fue investigador en los Centros para el Control de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) y en el Centro Nacional de Enfermedades Infecciosas, ambos en Atlanta. Holy Cross está tomando parte en dos ensayos clínicos para evaluar si algunas terapias disminuyen las complicaciones asociadas con COVID-19, la enfermedad causada por el coronavirus.

Fotógrafo: TOM TRACY | FC

El Dr. Joshua Larned es director médico del programa de Insuficiencia Cardíaca Congestiva en el hospital Holy Cross de Fort Lauderdale y fue investigador en los Centros para el Control de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) y en el Centro Nacional de Enfermedades Infecciosas, ambos en Atlanta. Holy Cross está tomando parte en dos ensayos clínicos para evaluar si algunas terapias disminuyen las complicaciones asociadas con COVID-19, la enfermedad causada por el coronavirus.

Los Estados Unidos continúan a la cabeza del mundo en el número de muertes reportadas atribuidas al COVID al alcanzar la cifra de 300,000 muertes a mediados de diciembre, al tiempo que el rápido aumento en las cifras de hospitalización ejerce una gran presión en muchas regiones.

“Es obvio que este es el impacto más significativo para la salud pública en el curso de nuestras vidas, hasta el punto de perturbar todo el sistema de salud”, declaró Joshua Larned, cardiólogo del Holy Cross Medical Group y miembro del comité directivo del Hospital de Holy Cross, sobre el manejo del COVID-19.

“Lo que vemos aquí es algo que ocurrió con mucha rapidez, sin tener una gran comprensión inicial de la celeridad con que podría propagarse, y nos retrasamos un poco en los métodos para enfrentarlo, a pesar de las lecciones respiratorias del SARS o del MERS. Esto tomó al mundo desprevenido”, comentó.

Larned es director médico del programa de Insuficiencia Cardíaca Congestiva en Holy Cross y fue investigador en los Centros para el Control de Enfermedades y en el Centro Nacional de Enfermedades Infecciosas, en Atlanta.

“Uno de los problemas del COVID-19 es el hecho de que no sólo causa neumonía. También puede estar asociado con un síndrome de dificultad respiratoria, un síndrome multi inflamatorio que puede afectar a muchos sistemas de órganos, incluyendo el corazón. Puede estar asociado con la trombosis cuando el cuerpo quiere formar coágulos, y en su forma más grave, está asociado con la insuficiencia multiorgánica”, explicó.

El Hospital de Holy Cross ha estado participando en un estudio para determinar si la administración de altas dosis de anticoagulantes, o diluyentes de la sangre, reducirá con seguridad el riesgo de que los pacientes con COVID desarrollen coágulos con consecuencias mortales. El estudio se realiza en colaboración con investigadores del Hospital de Brigham and Women’s y de la Escuela de Medicina de Harvard.

Los coágulos de sangre son una de las causas que enferman gravemente a los pacientes con COVID, ya que se desarrollan en las principales arterias o venas que van al pulmón y a otras partes del cuerpo, según Larned.

Añadió que muchos pacientes con COVID, incluso de leve a moderado, que nunca son hospitalizados y se recuperarán, pueden experimentar fatiga crónica persistente, falta de aliento, ritmo cardíaco excesivo o daños a largo plazo en los pulmones y el corazón.

 

ANTICOAGULANTES

Holy Cross realiza dos ensayos clínicos en los que los pacientes con COVID en la Unidad de Cuidados Intensivos reciben altas dosis de dos anticoagulantes distintos, utilizados de forma conjunta, para prevenir coágulos en las arterias y en las venas. “Esperamos que el tratamiento antitrombótico reduzca el riesgo de sufrir un trastorno de coagulación”, indicó el cardiólogo.

Otro ensayo clínico involucra a pacientes que no están en la UCI pero que ingresan al hospital con COVID y que reciben un anticoagulante al azar. “Se trata de un solo medicamento, no de dos medicamentos combinados”, dijo.

“Como dato anecdótico, puedo decir que el riesgo de tener un coágulo de sangre en una arteria o una vena es una enfermedad devastadora que puede ocurrirle a cualquier paciente enfermo que sea admitido en un hospital, pero sabemos que el riesgo de que eso ocurra aumenta significativamente con la infección por COVID. Y también podemos decir de forma anecdótica que los pacientes que reciben cuidados antitrombóticos agresivos tienen menos riesgo de sufrir trombosis y adversidades”, añadió Larned.

Aunque el número de infecciones por COVID en el condado de Broward es menor que el de Miami-Dade, Holy Cross se movilizó rápidamente en la primavera pasada con el fin de prepararse para la pandemia, y logró continuar con las operaciones normales y el cuidado regular de los pacientes, a la vez que admitía a los pacientes enfermos con el coronavirus. “Dividimos los pisos, establecimos equipos, ideamos procedimientos para el manejo del COVID en el hospital”, explicó.

Una enfermera ayuda a un paciente a hablar con sus familiares a través de una videollamada en medio de la pandemia de COVID-19. Holy Cross participa en dos ensayos clínicos para evaluar si algunas terapias disminuyen las complicaciones asociadas con COVID-19, la enfermedad causada por el coronavirus.

Fotógrafo: COURTESY

Una enfermera ayuda a un paciente a hablar con sus familiares a través de una videollamada en medio de la pandemia de COVID-19. Holy Cross participa en dos ensayos clínicos para evaluar si algunas terapias disminuyen las complicaciones asociadas con COVID-19, la enfermedad causada por el coronavirus.

“Luego diseñamos vías para el cuidado de los pacientes de nuestro sistema de salud que puedan llegar a la sala de emergencias o que desarrollan COVID, y elaboramos protocolos para el manejo de los pacientes fuera del hospital y sus riesgos de hospitalización”.

La limitación de la capacidad para hacer pruebas de COVID hizo que la primavera fuera un período muy difícil. La mayor cantidad de hospitalizaciones en Holy Cross se produjo en junio, julio y agosto. Aunque existe una preocupación creciente de que a principios de este año se regrese a esos niveles de hospitalización, tal posibilidad no había alcanzado a Holy Cross a mediados de diciembre, según Larned.

 

ANTICUERPOS MONOCLONALES

Tampoco existe un consenso universal sobre la atención ambulatoria de los pacientes con COVID que no están lo suficientemente enfermos para requerir hospitalización. Algunos pacientes de Holy Cross han cumplido con los requisitos para los ensayos médicos con el antiviral remdesivir, así como con plasma convaleciente, antiinflamatorios y otros medicamentos.

Otro tratamiento posible que el hospital estudia son los anticuerpos monoclonales, que se fabrican en un laboratorio para reflejar la respuesta inmunológica natural del cuerpo al virus. Holy Cross tiene autorización de emergencia para utilizar anticuerpos monoclonales, pero ese tratamiento debe administrarse con una infusión intravenosa.

Para beneficiarse de ese tratamiento, los pacientes deben tener factores de riesgo de hospitalización. “Por lo tanto, la mayoría de los pacientes ni siquiera calificará para el medicamento, aunque estamos haciendo ensayos clínicos para ver si cada (paciente) debe recibirlo”, dijo el galeno. “No existe una píldora que se pueda tomar”.

El procedimiento ideal para las personas que dan positivo en la prueba de COVID es comunicarse con su médico, con el sistema de salud local o el departamento de salud tan pronto como obtengan un resultado positivo. Luego deben hablar con los proveedores de salud sobre las opciones de tratamiento y los ensayos clínicos.

Pero en este momento no existe consenso sobre los tratamientos en el hogar para el coronavirus, advirtió Larned. Por eso los funcionarios de salud pública insisten en la precaución para evitar la infección, ante todo.

“En este momento vemos que más pacientes en el país —y el condado de Broward no es la excepción— dan positivo en las pruebas de COVID que en cualquier otro momento de esta pandemia”, dijo Larned.

“El número de pacientes en nuestro condado es tan alto como el del verano, pero eso es si asumimos que estamos haciéndoles la prueba a todos, y aun así estamos haciendo muy pocas pruebas a la gente con COVID.

“Los números de este hospital son más bajos, no porque esta enfermedad se haya vuelto menos severa, sino porque está afectando a una población general.

Ahora los más jóvenes están contrayendo COVID, mientras que en los primeros días eran los ancianos y los pacientes en riesgo en hogares de ancianos,” añadió.

 

UN PASO EN FE CON LA VACUNA

Holy Cross seguirá el plan nacional de la Operación Warp Speed para el despliegue y distribución de vacunas, consistente con el plan del estado de La Florida, que en varias fases establece como prioridad a los residentes de los asilos de ancianos, a los socorristas y a los ancianos con múltiples comorbilidades.

Larned dijo que la magnitud de las pruebas de las vacunas de Pfizer y Moderna — cada una con 30,000 individuos— brinda la confianza de que ambas son efectivas y seguras, aunque nadie puede decir por cuánto tiempo ofrecen protección contra el coronavirus.

“La vacunación será dar un paso en fe, pero quizás recuerden la epidemia de polio y lo devastadora que fue para la población. Al comprometerse a una vacuna, Estados Unidos dio ese paso en fe y superó aquella pandemia. Necesitaremos ese compromiso de nuevo”, declaró.

A corto plazo, la gente debe continuar el uso de las máscaras, lavarse las manos y observar el distanciamiento social adecuado, añadió.

“Estamos llegando a un momento en el que todos comenzamos a cansarnos de esto y es fácil bajar la guardia”, advirtió Larned, al sugerir que cosas simples como usar una máscara y evitar los lugares demasiado concurridos —en particular los espacios interiores llenos de gente y personas con las que no te relacionas todos los días— son la clave para mantener a salvo a todos.


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