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Feature News | Monday, March 22, 2021

Notas de reportera: Fui una niña del Centro Hispano

Al despedirse las Damas Auxiliadoras, la reportera recuerda sus vínculos con el centro de desarrollo infantil

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La primera presidenta del Ladies Auxiliary del Centro Hispano Católico, Emma McCormack, a la izquierda, se retrata junto a la última presidenta del grupo, Esperanza Rollan, y otros miembros durante una reunión en 2018 en sus oficinas situadas en la parte trasera del Centro Hispano en Wynwood.

Fotógrafo: COURTESY PHOTO

La primera presidenta del Ladies Auxiliary del Centro Hispano Católico, Emma McCormack, a la izquierda, se retrata junto a la última presidenta del grupo, Esperanza Rollan, y otros miembros durante una reunión en 2018 en sus oficinas situadas en la parte trasera del Centro Hispano en Wynwood.

La reportera del Florida Catholic, Cristina Cabrera Jarro, y su hermano, Felipe Cabrera, vistos aquí antes de acudir a una jornada escolar en la guardería del Centro Hispano Católico.

Fotógrafo: COURTESY PHOTO

La reportera del Florida Catholic, Cristina Cabrera Jarro, y su hermano, Felipe Cabrera, vistos aquí antes de acudir a una jornada escolar en la guardería del Centro Hispano Católico.

La reportera del Florida Catholic Cristina Cabrera Jarro (centro)  acompañada por su madre, María Cabrera (derecha), y su abuela, María Jarro, después de una celebración en honor a la Virgen María en el Centro Hispano Católico en 1993.

Fotógrafo: COURTESY PHOTO

La reportera del Florida Catholic Cristina Cabrera Jarro (centro) acompañada por su madre, María Cabrera (derecha), y su abuela, María Jarro, después de una celebración en honor a la Virgen María en el Centro Hispano Católico en 1993.

Fotos de presidentes y miembros de las Damas Auxiliadoras del Centro Hispano Católico adornan las paredes de sus oficinas, situadas en la parte trasera del Centro Hispano Católico Msgr. Bryan O. Walsh Child Care Center en la zona de Wynwood de Miami.

Fotógrafo: COURTESY PHOTO

Fotos de presidentes y miembros de las Damas Auxiliadoras del Centro Hispano Católico adornan las paredes de sus oficinas, situadas en la parte trasera del Centro Hispano Católico Msgr. Bryan O. Walsh Child Care Center en la zona de Wynwood de Miami.

El director general de Catholic Charities (Caridades Católicas) de la Arqudiócesis de Miami, Peter Routsis-Arroyo, se retrata con la ex presidenta de las Damas Auxiliadoras del Centro Hispano Católico, Emma McCormack, durante una reunión en 2018. En diciembre de 2020, las damas entregaron a Caridades Católicas una donación final para continuar la labor del histórico centro de atención infantil de Miami.

Fotógrafo: COURTESY PHOTO

El director general de Catholic Charities (Caridades Católicas) de la Arqudiócesis de Miami, Peter Routsis-Arroyo, se retrata con la ex presidenta de las Damas Auxiliadoras del Centro Hispano Católico, Emma McCormack, durante una reunión en 2018. En diciembre de 2020, las damas entregaron a Caridades Católicas una donación final para continuar la labor del histórico centro de atención infantil de Miami.

MIAMI | Emma McCormack siempre disfrutaba visitar a los niños del Centro Hispano Católico de Desarrollo Infantil, dirigido por Catholic Charities (Caridades Católicas) de la Arquidiócesis de Miami.

Los niños “eran una delicia. Tan entretenidos, y tan cariñosos”, dijo McCormack, expresidenta y tesorera de Ladies Auxiliary (las Damas Auxiliadoras) del Centro Hispano, que desde los años 80, ayudaron a recaudar fondos para el centro.

Puedo dar fe de los esfuerzos de las Damas Auxiliadoras porque fui una niña del Centro Hispano.

De hecho, tres generaciones de mi familia tienen conexiones con el centro, que surgió como respuesta de la Iglesia a la afluencia masiva de exiliados cubanos que llegaron a Miami tras el ascenso de Fidel Castro al poder.

El Centro Hispano se inauguró oficialmente el 31 de enero de 1960, y fue dirigido por lo que entonces se conocía como la Oficina de Bienestar Católico. Proporcionaba a los refugiados cubanos recién llegados ropa, alimentos, referencias de trabajo, cuidado de niños y servicios médicos y dentales, además del apoyo religioso y espiritual de la Iglesia Católica.

En 1960, el primer trabajo de mi abuelo como exiliado cubano en Estados Unidos fue de ascensorista en el edificio de seis plantas, en el centro de Miami, detrás de la iglesia Gesu, que albergaba al Centro Hispano.

De niños, mi madre y mi tío asistieron al centro de Desarrollo infantil. Cuando estaban en la escuela primaria de Gesu ayudaban a clasificar y separar alimentos, ropa y otros artículos de primera necesidad, en paquetes que se entregaban a los inmigrantes, en su mayoría cubanos, que pasaban por el Centro Hispano.

En 1982, el centro se trasladó a una antigua estación de bomberos, en la 27 Avenida, en Miami. Para entonces, se había formado las Damas Auxiliadoras para ayudar a recaudar fondos. Cuando el gran éxodo cubano se desvaneció, el Centro Hispano cambió su enfoque hacia los servicios de desarrollo infantil. En 1987, mi abuela se convirtió en ayudante de maestra en el Centro Hispano, y trabajó allí por 15 años. A principios de la década de 1990, mis primos, mi hermano y yo fuimos estudiantes del centro.

Hasta el día de hoy, estoy más que agradecida por el tiempo que pasé en la guardería del Centro Hispano, así como por sus maestros y trabajadores.

Considero que lo que aprendí allí fue fundamental para el resto de mi educación. Nos enseñaron lo esencial, como las primeras palabras, los números, los colores, las formas geométricas, los días de la semana y los meses del año, junto con un poco de historia, modales e incluso etiqueta social.

McCormack aún expresa su asombro y felicidad al ver a los niños comer con las manos sujetando bien los tenedores. “Estaban bien educados y tenían un aspecto bastante elegante”, comenta.

Y fi el a su nombre institucional, el Centro Hispano nos enseñaba los fundamentos de nuestra fe católica. Siempre recordaré a la Hna. Práxedes Suárez, de las Hermanas del Servicio Social, entonces directora del Centro Hispano, guiándonos en el rezo del Padre Nuestro y del Ave María. Al ver los vídeos familiares de esos momentos, no puedo evitar sonreír al ver cómo un grupo de más de 200 niños se aprietan las manos, como si cuanto más aprietan, más sentido tiene la oración. También tanteábamos palabras que éramos demasiado jóvenes para entender, o las fusionábamos para formar una muy larga como “santificadoseatunombre”.

Aunque de niña no conocí a las Damas Auxiliadoras, de adulta sé lo mucho que se hizo gracias a ellas. Mi abuela recuerda sus reuniones mensuales para hablar de la recaudación de fondos. Ahora, es evidente que gracias a sus esfuerzos se nos proporcionó lo necesario. No recuerdo que faltara comida, colaboradores, suministros o cualquier otro medio esencial para el funcionamiento de una guardería y un centro de desarrollo infantil.

Cuando el Centro Hispano se mudó por tercera vez, las Damas Auxiliadoras ayudaron a encontrar su nueva ubicación en el área de Wynwood. En 1997, ayudaron a recaudar fondos para la nueva instalación, el Centro Hispano Católico Msgr. Bryan O. Walsh Child Care Center. Su nombre rinde homenaje al difunto sacerdote irlandés y director de las Caridades Católicas por mucho tiempo, conocido por su trabajo en favor de los exiliados cubanos.

En diciembre de 2020, las Damas Auxiliadoras realizaron su último acto de caridad. Entregaron un cheque de $63,756.92 a las Caridades Católicas. Las integrantes, ya mayores, ya no podían seguir con la labor de auxiliar a los necesitados.

“Decidimos transferir los fondos económicos para que pudieran continuar con su trabajo como debe ser”, dijo McCormack.

“Las Damas Auxiliadoras del Centro Hispano son un maravilloso ejemplo de una generación que creía en devolver a las comunidades el apoyo que recibieron, y estaban dispuestas a invertir su tiempo, su talento y su tesoro para hacerlo”, dijo Peter Routsis-Arroyo, director ejecutivo de Caridades Católicas. “Caridades Católicas de la Arquidiócesis de Miami estará siempre agradecido por todo lo que han hecho para que el Centro Hispano sea lo que es hoy”, agregó. 

PARA SABER MÁS

  • El Centro Hispano Católico de Desarrollo Infantil, ubicado en 125 N.W. 25 St., Miami, es uno de los seis centros de cuidado infantil operado por Caridades Católicas de la Arquidiócesis de Miami. Todos ellos ofrecen un programa de desarrollo psicosocial para preparar a niños de 3 a 5 años para el kindergarten.
  • Todos los centros atienden a familias de bajos ingresos. Las fuentes de financiación incluyen el programa VPK del estado de La Florida, Head Start, United Way y la ciudad de Miami.
  • No hay más de 20 niños por aula en el Centro Hispano, y todos reciben diariamente desayuno y almuerzo.
  • Para más información llame al 305-573-9093; envíe un correo electrónico a [email protected]; o visite la página web de Catholic Charities: www.ccadm.org.

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