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School News | Monday, September 30, 2019

La tenista profesional Mónica Puig regresa a su escuela

Agradece la educación y formación en la fe que recibió en St. Thomas the Apostle

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Mujeres de St. Thomas the Apostle: la directora Lisa Figueredo, la exalumna Mónica Puig y la maestra Nuria Baldor posan para una foto con las iniciales de la escuela. Puig, quien ahora es medallista olímpica y tenista profesional, visitó la escuela en el verano para resaltar la educación que recibió y su fe en un video para The Players 'Tribune y Mass Mutual.

Fotógrafo: MARIA ALEJANDRA RIVAS

Mujeres de St. Thomas the Apostle: la directora Lisa Figueredo, la exalumna Mónica Puig y la maestra Nuria Baldor posan para una foto con las iniciales de la escuela. Puig, quien ahora es medallista olímpica y tenista profesional, visitó la escuela en el verano para resaltar la educación que recibió y su fe en un video para The Players 'Tribune y Mass Mutual.

Buenos días. ¿Cómo estás hoy?: La maestra y exdirectora de la escuela St. Thomas the Apostle, Nuria Baldor y la exalumna Monica Puig recrean su rutina matutina de un día escolar.

Fotógrafo: MARIA ALEJANDRA RIVAS

Buenos días. ¿Cómo estás hoy?: La maestra y exdirectora de la escuela St. Thomas the Apostle, Nuria Baldor y la exalumna Monica Puig recrean su rutina matutina de un día escolar.

Fotografía de recuerdo de la medallista de oro olímpica y tenista profesional, Mónica Puig (segunda fila, tercer estudiante), con su clase de tercer grado en la escuela St. Thomas the Apostle, en Miami.

Fotógrafo: MARIA ALEJANDRA RIVAS

Fotografía de recuerdo de la medallista de oro olímpica y tenista profesional, Mónica Puig (segunda fila, tercer estudiante), con su clase de tercer grado en la escuela St. Thomas the Apostle, en Miami.

Recuerdos escolares de la atleta olímpica cuando estudiaba en la escuela St. Thomas the Apostle, en Miami: una foto del anuario escolar, una foto de su clase y dos fotografías de la niña Mónica Puig, ahora tenista profesional y medallista de oro olímpica.

Fotógrafo: MARIA ALEJANDRA RIVAS

Recuerdos escolares de la atleta olímpica cuando estudiaba en la escuela St. Thomas the Apostle, en Miami: una foto del anuario escolar, una foto de su clase y dos fotografías de la niña Mónica Puig, ahora tenista profesional y medallista de oro olímpica.

De vuelta en tercer grado: la directora de la escuela St. Thomas the Apostle, Lisa Figueredo, y la exalumna Monica Puig posan juntas en su antigua aula de clase. Antes de convertirse en directora, Figueredo fue la maestra de tercer grado de Puig.

Fotógrafo: MARIA ALEJANDRA RIVAS

De vuelta en tercer grado: la directora de la escuela St. Thomas the Apostle, Lisa Figueredo, y la exalumna Monica Puig posan juntas en su antigua aula de clase. Antes de convertirse en directora, Figueredo fue la maestra de tercer grado de Puig.

Mónica Puig agradeció a "los educadores de mi escuela primaria" en su cuenta de Instagram después de ganar una medalla de oro olímpica en tenis, la primera para su país de origen, Puerto Rico, en los Juegos Olímpicos de 2016.

Fotógrafo: Via Instagram

Mónica Puig agradeció a "los educadores de mi escuela primaria" en su cuenta de Instagram después de ganar una medalla de oro olímpica en tenis, la primera para su país de origen, Puerto Rico, en los Juegos Olímpicos de 2016.

MIAMI | En 2018, durante una visita a su casa, en Miami, la medallista de oro olímpico, puertorriqueña y tenista profesional Mónica Puig, pasó por la iglesia St. Thomas the Apostle con su madre para visitar el Santísimo Sacramento. Es una tradición que la familia mantiene antes de cualquier viaje o después de haber estado fuera por mucho tiempo. Al salir de la capilla, Puig tenía muchas ganas de ir al lado y visitar su antigua escuela.

“Entré para ver si alguno de mis antiguos maestros estaba y me topé con mis dos favoritas”, dijo Puig.

Las maestras fueron Nuria Baldor, ex directora de St. Thomas the Apostle, ahora maestra de kindergarten, y Lisa Figueredo, maestra de tercer grado de Puig, que ahora es directora de la escuela.

“Mónica siempre fue la niña alegre, entusiasta, decidida y exitosa, y ahora una triunfadora”, dijo Figueredo. Baldor no podría estar más de acuerdo.

“Es una experiencia gratificante estar aquí, al otro lado. Ver a la niñita convertirse en una mujer y ser una persona exitosa que siguió su sueño”, dijo Baldor.

Este verano, Puig regresó a la escuela con The Players’ Tribune, una plataforma de medios especializada en conversaciones deportivas e historias en primera persona de atletas profesionales, para filmar un mini documental en honor a su educación y fe. Baldor y Figueredo también aparecieron en el video. El Florida Catholic y el equipo de medios digitales de la Oficina de Comunicaciones arquidiocesana también estuvieron presentes.

Puig asistió a la escuela St. Thomas the Apostle de tercero hasta quinto grado. Astrid Marchan, la madre de Puig, explicó que la educación católica era una necesidad. Su hijo asistió a la escuela St. Brendan Elementary, y sus sobrinos también asistieron a St. Thomas the Apostle.

Durante su visita a la escuela este verano, los lugares de paso obligado de Puig incluían el pasillo fuera de la oficina de Baldor, donde a menudo se sentaba, leía, hacía sus tareas y conversaba con Baldor, en las primeras horas de la mañana antes de que empezara la escuela.

“Ella estaba aquí a las siete menos cuarto, se sentaba y esperaba a la Sra. Baldor. Abrian la escuela juntas todos los días”, dijo Marchan.

Otro lugar memorable es el aula de tercer grado de Figueredo, en el segundo piso de la escuela. Puig recuerda haber estado sentada, aprendiendo e interactuando con otros estudiantes, y “sentirse parte de algo grande en esta comunidad, que estaba creciendo en la fe católica”, dijo.

En la misma aula, Puig recuerda que Figueredo abrió un armario y sacó nuevos útiles escolares.

“Sabías que iba a ser un buen año escolar cuando la maestra sacaba marcadores y creyones, eso significaba que había que colorear, hacer manualidades y otras cosas”, dijo Puig.

Sus asignaturas favoritas en la escuela eran inglés y matemáticas. Ella admite que no era buena en matemáticas, pero disfrutaba del desafío y la tutoría de su padre.

Puig empezó a jugar tenis a los seis años. Durante su tiempo en St. Thomas, su horario cambió para acomodar el entrenamiento y los torneos. Aunque no afectó su rendimiento académico, para cuando Puig llegó al quinto grado, había que tomar una decisión sobre la escuela. Para el bien de su continuo crecimiento en el deporte, Puig se cambió a la educación en casa. La ex directora Baldor ayudó a la familia a tomar la decisión, recordándoles que las puertas de la escuela St. Thomas the Apostle permanecerían abiertas si ella necesitara regresar.

A sus 25 años, Puig está agradecida por la educación católica que sigue marcando la diferencia en su vida. También le agradece a su mamá por ayudarla a mantener su fe, especialmente mientras viaja.

“Siempre tengo a Dios de mi lado, creyendo en Él, rezando y manteniendo la fe de que tiene un plan para mí: —algo más grande de lo que espero yo misma—, que obviamente me ha mantenido muy fuerte a lo largo de los años”, dijo Puig.

Dijo que todavía no puede creer la bendición de su medalla de oro, la única en la historia de Puerto Rico, y la novena medalla en la historia de la Isla. “Fue el día más increíble de mi vida”, dijo Puig.

Con los Juegos Olímpicos de verano de 2020 en Tokio, a menos de un año, definitivamente hay mucha presión nuevamente, dijo. “Pero me alegro de haber podido tener esa experiencia y si vuelve a ocurrir en Tokio el año que viene, será una gran historia que contar”.


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