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Feature News | Thursday, December 15, 2011

Pedro Pan: La historia se hace poco a poco

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Víctor Andrés Triay, profesor de historia en Middlesex Community College, de Madison, Connecticut, y autor de “Fleeing Castro: Operation Pedro Pan and the Cuban Children’s Program”, habla durante la conferencia de los Pedro Pan.

Fotógrafo: ANA RODRIGUEZ-SOTO | FC

V�ctor Andr�s Triay, profesor de historia en Middlesex Community College, de Madison, Connecticut, y autor de �Fleeing Castro: Operation Pedro Pan and the Cuban Children�s Program�, habla durante la conferencia de los Pedro Pan.

 MIAMI BEACH - Uno de los problemas para documentar la historia de Pedro Pan es que no fue tanto un plan como una serie de respuestas sucesivas al deseo desesperado de los padres cubanos de evitar el adoctrinamiento comunista de sus hijos.

�Yo no sab�a que hab�a 14,000 de nosotros�, dijo Carlos Eire, profesor de historia en Yale y uno de los hijos de la Operaci�n Pedro Pan, que ha escrito dos libros sobre su experiencia, �Waiting for Snow in Havana� y �Learning to Die in Miami�.

�Nadie en Cuba la llam� Operaci�n Pedro Pan�, dijo V�ctor Andr�s Triay, profesor de historia en Middlesex Community College, de Madison, Connecticut, y autor de �Fleeing Castro: Operation Pedro Pan and the Cuban Children�s Program�.

�Fue un proceso evolutivo. Sucedi� en todos los �mbitos, en diferentes lugares y en diferentes momentos�, dijo Triay.

Por la parte cubana, el plan original implicaba sacar de la isla a 200 ni�os cuyos padres estaban involucrados en actividades anticastristas. A los padres les preocupaba lo que pasar�a con sus hijos si eran muertos o capturados, por lo que se acercaron a James Baker, director de la Academia Ruston de La Habana. La soluci�n inicial de Baker fue abrir una escuela para ellos en Miami.

Aproximadamente al mismo tiempo, en noviembre de 1960, un muchacho de 15 a�os de edad llamado Pedro, que hab�a sido enviado desde Cuba a vivir con parientes en Miami, lleg� a la oficina de un sacerdote irland�s que trabajaba en Miami, el Padre (que m�s tarde ser�a Monse�or) Bryan O. Walsh. El sacerdote dirig�a la Oficina Cat�lica de Bienestar (ahora Caridades Cat�licas), que era entonces, fundamentalmente, una agencia de atenci�n a los ni�os y de adopci�n, con cerca de 80 ni�os bajo su cuidado.

Los familiares de Pedro no hab�an podido cuidar de �l, y el muchacho hab�a sido encontrado en las calles, muy delgado por la falta de alimentaci�n.

�Walsh vio esto como una indicaci�n de lo que vendr�a�, dijo Triay. �Walsh percibi� acertadamente que esto iba a crecer�.

De alguna manera, Baker se reuni� con el P. Walsh, quien sugiri� que, en lugar de enviarlos a un internado, Baker deb�a enviar los ni�os a Miami con visas de estudiante. Ser�an matriculados en Coral Gables Senior High School, y organismos religiosos como la Oficina Cat�lica de Bienestar asumir�an la responsabilidad de su cuidado;  el gobierno federal proporcionar�a los fondos.

�En ese momento, nadie pod�a imaginar en lo que iba a convertirse aquello�, dijo Triay.

La primera lista de estudiantes que Baker envi� a Mons. Walsh conten�a 125 nombres. Nadie sab�a si llegar�an a la vez. Mons. Walsh los esperaba el d�a de Navidad de 1960, pero los dos primeros llegaron un d�a despu�s.

Mientras tanto, en Cuba, hab�a rumores de que �Castro iba a anunciar que no se permitir�a salir a m�s ni�os�, dijo Triay. Un grupo de 100 ni�os ya hab�a sido enviado a Rusia, alimentando a�n m�s los rumores de que el gobierno abolir�a la patria potestad �el derecho de los padres a criar y educar a sus hijos.

El 3 de enero de 1961, la embajada de los Estados Unidos en La Habana cerr� sus puertas. Sin posibilidad de obtener visas de estudiante, parec�a que el �xodo hab�a terminado, dijo Triay.

Sin embargo, Baker hab�a dejado a gente en La Habana �personas que ten�an conexiones con las aerol�neas KLM y Pan American Airways, personas con conexiones con la embajada brit�nica� que estaban trabajando para establecer maneras de sacar a los ni�os a trav�s de Jamaica, donde podr�an obtener visas de estudiante para los Estados Unidos.

Al mismo tiempo, un funcionario del Departamento de Estado plante� la posibilidad de emitir exenciones de visados �una hoja de papel con la renuncia a exigir una visa de los Estados Unidos debido a una situaci�n de emergencia.

Mons. Walsh ten�a �carta blanca� para emitir las exenciones de visados a cualquier ni�o entre las edades de 6 y 16 a�os. El sacerdote envi� los documentos con s�lo su firma a Cuba, donde era posible completar el resto de la informaci�n. En Cuba, fueron copiadas y distribuidas por una amplia red clandestina, que inclu�a las escuelas cat�licas, a sacerdotes locales y diplom�ticos. Se entregaron tantas, que cuando los vuelos Habana-Miami terminaron en 1962, se calcula que unos 80,000 ni�os ten�an exenciones de visados que no pudieron utilizar.

�La mayor�a de las exenciones de visado ten�an una firma copiada�, dijo Triay. �Visados falsos� tambi�n se estaban haciendo en Jamaica, y durante unos meses, hasta que el gobierno cubano lo detuvo, las aerol�neas pudieron sacar a los ni�os mediante el sencillo procedimiento de confirmar que una exenci�n de visado les esperaba en Miami.

La salida paulatina de ni�os no acompa�ados se convirti� en un verdadero flujo en la primavera de 1961, tras el fracaso de la invasi�n de Bah�a de Cochinos. Para entonces, Castro hab�a expropiado todas las empresas privadas, cerrado todas las escuelas privadas y religiosas y expulsado a los sacerdotes y religiosos que las operaban.

Los campamentos del sur de la Florida se convirtieron principalmente en centros de procesamiento, donde los ni�os eran alojados hasta que se hicieran arreglos m�s permanentes para ellos. Alrededor de la mitad de los ni�os que llegaron fueron enviados de inmediato a vivir con parientes que ya estaban en los Estados Unidos, y la otra mitad fue albergada en casas para grupos peque�os, casas de acogida, orfanatos e internados en diversos lugares de los Estados Unidos.

Por �ltimo, Mons. Walsh contrat� a 95 agencias profesionales de atenci�n infantil en 35 estados, dijo Triay. Tambi�n se asegur� de que los ni�os que no eran cat�licos �alrededor de 300 eran jud�os, y 700 eran protestantes�  fueran puestos en manos de agencias protestantes o jud�as.

En 1966, menos de un a�o despu�s de iniciarse los Vuelos de la Libertad, s�lo unos 500 ni�os cubanos permanec�an en casas de acogida u orfanatos, dijo Triay.

Se�al� que �hay una batalla sobre la historia de esto�, pues algunos afirman que la CIA utiliz� el miedo como t�ctica para poner en marcha el �xodo con el fin de desprestigiar a Castro.

�Todo lo que los padres predijeron que iba a pasar, pas�. Y tal vez, incluso peor de lo que ellos podr�an haber imaginado", dijo Triay, refiri�ndose al adoctrinamiento comunista y a la p�rdida de los derechos paternos. �No ten�an que enviar a los ni�os a Rusia. Hab�an tra�do la Uni�n Sovi�tica a Cuba�.

Comments from readers

Eloisa Echazabal - 12/16/2011 08:14 AM
Very good article!

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