By Ana Rodriguez Soto - The Archdiocese of Miami

Una imagen de la Virgen de la Caridad se ve acompa�ada por fotograf�as de muchachos Pedro Pan en los campos de la Florida donde la iglesia cuidaba de ellos.

Carlos Eire vino a los EE.UU. por la Operaci�n Pedro Pan a los 11 a�os y ahora es profesor de historia en Yale. Ha escrito dos libros sobre su experiencia: "Nieve en la Habana" y "Miami y Mis Mil Muertes."
�Piensan que estamos exagerando, cuando en realidad no lo estamos. Casi nadie est� enterado de Pedro Pan, a excepci�n de los cubanos�, dijo Carlos Eire, profesor de historia en Yale y un hijo de Pedro Pan que ha escrito dos libros sobre su experiencia: �Waiting for Snow in Havana� y �Learning to Die in Miami�.
�Nunca hab�amos tenido algo como esto antes�, dijo Carmen Valdivia, vicepresidenta primera de la junta directiva de Operation Pedro Pan Group, Inc, la organizaci�n formada en 1991 por los antiguos ni�os de Pedro Pan. �Esto es mirar hacia atr�s y mirar hacia adelante�.

Jos� Azel: Lleg� a los EE.UU. como Pedro Pan y ahora trabaja como asociado principal de investigaciones para el Institute for Cuban and Cuban-American Studies de la Universidad de Miami. Fue uno de los fundadores de Pediatrix Medical Group y es autor de "Ma�ana in Cuba."
- Armando Valladares, que cumpli� 22 a�os como preso pol�tico en Cuba, durante los cuales escribi� su primer libro, �Desde mi silla de ruedas�. Valladares fue nombrado por el presidente Ronald Reagan como embajador de los Estados Unidos ante la Comisi�n de Derechos Humanos de las Naciones Unidas.
- Dermot O'Brien y Roisin Ferry Roisin, sobrino y sobrina, respectivamente, de Monse�or Bryan Walsh, y Chris Baker, hijo de James Baker, que reflexionaron sobre el legado de sus familiares;
- Juan Clark, profesor em�rito de sociolog�a de Miami-Dade College, que ubic� el �xodo de Pedro Pan en el contexto de la historia cubana antes y despu�s de Fidel Castro;
- Varios de los autodenominados �Pedros sin Pan�, ni�os que hab�an obtenido la exenci�n de visado, pero que no lograron salir de la isla hasta el a�o 1980 o despu�s. Muchos de ellos fueron obligados a trabajar, siendo adolescentes, en los campamentos de trabajos agr�colas cubanos, conocidos por la sigla UMAP, que para ellos fueron semejantes a �campos de concentraci�n�.
- Un representante de cada uno de los tres grupos religiosos �cat�licos, jud�os y protestantes�� incluidos entre los ni�os de Pedro Pan;
- Jos� Azel, investigador adjunto del Instituto de Estudios Cubanos y Cubano-Americanos de la Universidad de Miami, y tambi�n un Pedro Pan, que ha escrito un libro sobre el futuro de Cuba, �Ma�ana en Cuba�.

Juan Clark: Un veterano de Bahia Cochinos, y profesor em�rito de sociolog�a en Miami Dade College, quien ha estudiado el �xodo cubano y las condiciones en la isla durante los �ltimos 40 a�os.
�No podremos entender la desesperaci�n� de los balseros y de los padres de Pedro Pan, dijo Clark, hasta que comprendamos la diferencia entre un r�gimen autoritario como el de Fulgencio Batista, y un r�gimen totalitario como el de Castro.
�En la �poca de Batista, uno pod�a ser neutral y nada le suced�a�, dijo Clark, que fue paracaidista durante la invasi�n de Bah�a de Cochinos, y que fue capturado y m�s tarde regres� a los Estados Unidos, como �l dijo, a cambio de �50,000 d�lares en aspirinas y Alka-Seltzer�.
Bajo un r�gimen totalitario, �el individuo se ve a s� mismo totalmente indefenso y sin esperanza. Es por eso que las personas deciden que es mejor saltar a una balsa de tubos, y es por eso que sus padres tomaron la decisi�n que tomaron�, dijo Clark. �A mediados de 1960 era imposible hacer nada pac�ficamente en contra de Castro�.
Clark tambi�n se�al� que el peor temor de los padres cubanos �la abolici�n de la patria potestad, o el derecho a criar y educar a sus hijos de acuerdo a su voluntad� �nunca ocurri� oficialmente. Pero s� ocurri� extraoficialmente cuando (Castro) tom� el control total del sistema educativo en 1961�.

Maria de la Milera: Sali� de Cuba a los 12 a�os y fue a vivir con su hermana al orfelinato Maryvale en Los Angeles donde estuvo cuatro a�os.
�No fue la CIA la que vino a mi casa y le dijo (a mi madre) que me enviara para ac�. Fui yo, que me puse de rodillas y le dije a mi madre: �Por favor, s�came de aqu풔, dijo Mar�a de la Milera, que ten�a 12 a�os cuando cuatro partidarios de Castro �cuyas vidas hab�an sido salvadas unos pocos meses antes por su padre� fueron a arrestarlo y a saquear su casa.
La familia pas� tres a�os escondida en La Habana antes de que De la Milera saliera rumbo a los Estados Unidos como parte de la operaci�n Pedro Pan. Durante cuatro a�os, vivi� en el orfanato de Maryvale, en Los Angeles, dirigido por las Hijas de la Caridad.
�Si te digo que fue f�cil, estoy mintiendo�, dijo ella, se�alando que el orfanato albergaba a ni�os provenientes de familias muy disfuncionales. Yo nunca he estado expuesta a las situaciones que algunas de las ni�as hab�an experimentado�.
Las hermanas que dirig�an el orfanato le ofrecieron un consejo: �T� puedes ense�arles que hay familias normales cuyos hijos tienen una infancia normal. Ellas te ense�ar�n lo que a ti te hace falta saber sobre la vida fuera de aqu�, record� De la Milera.
�Ellas me ayudaron a entender cu�l es mi misi�n en la vida, y es ayudar a los dem�s�, dijo. �Doy gracias a Dios todos los d�as por haberme dado la experiencia, y doy gracias a mis padres todos los d�as por tomar la decisi�n�.

Martha Ortega, de 90 a�os, estuvo separada de su segundo hijo, Eduardo Rabel, durante 18 a�os. Ella lo mand� a EE.UU. por medio de Pedro Pan cuando el ten�a 16 a�os.
Marta Ortega estuvo separada de dos de sus tres hijos durante 18 a�os. El mayor dej� Cuba a los 18 a�os, e ingres� en el Ej�rcito de los Estados Unidos. Su hijo intermedio, Eduardo Rabel, ten�a 16 a�os cuando ella lo envi� a los Estados Unidos con una exenci�n de visado.
Ortega hab�a visto los libros de texto que les estaban dando a sus hijos en la escuela, y no le gustaban. �Toda la literatura que hab�a era marxista-leninista�, dijo Ortega, que ahora tiene 90 a�os.
En aquel momento, ella estaba divorciada del padre de sus hijos, que apoy� al r�gimen inicialmente. �Mis hijos se van de Cuba�, le dijo en t�rminos inequ�vocos, oblig�ndolo pr�cticamente a que les diera su permiso.
Pero s�lo Eduardo sali�. Ortega y su hijo menor, entonces de 6 a�os, tuvieron que quedarse.
�Yo pensaba venir con �l y con mi madre. Pero vino la Crisis de Octubre, y los cohetes, y tuve que quedarme�, dijo.
Ella y su hijo menor salieron finalmente en 1980, durante el �xodo del Mariel. En los a�os intermedios, dijo, sufri� el acoso constante por parte del gobierno. Perdi� su trabajo. Se le dijo que pod�a irse, pero no con su hijo.
Incluso su ex marido �que se hab�a vuelto a casar� fue objeto de represalias por haberles dado a los ni�os el permiso para abandonar la isla. Se las arregl� para salir volando con un peque�o avi�n hasta Miami, pero cuando volvi� en una lancha r�pida para sacar a su esposa e hijos, fue capturado. Muri� en la c�rcel.
�Sufr� mucho. Pero no me arrepiento. Si tuviera que hacerlo de nuevo, lo har�a�, dijo Ortega. Ir�nicamente, agreg�, durante esos 18 a�os de separaci�n, �le� un mont�n de literatura marxista-leninista�.

Emilio Izquierdo: Recuerda los trabajos forzados en los campos de Cuba cuando siendo un adolescente se vio forzado a participar en las Unidades Militares de Ayuda a la Producci�n (UMAP).

Armando Valladares: Prisionero de conciencia cubano durante 22 a�os, ha escrito varios libros, incluyendo su primero, "Desde Mi Silla de Ruedas", que escribi� en prisi�n. El Presidente Reagan lo nombr� embajador de los EE.UU. a la Comisi�n de Derechos Humanos de las Naciones Unidas.
En sus breves comentarios, Valladares elogi� a los miles de padres y madres como Ortega, por su �amor y abnegaci�n � pensando �nicamente en sus hijos�.
Si se hubieran quedado, les dijo a los Pedro Pan, �muchos de ustedes hubieran terminado en la c�rcel. A muchos de ustedes los hubieran fusilado�.
�Lo que m�s nos faltaba era la esperanza�, dijo Mar�a Argelia Vizca�no, una entre los 80,000 ni�os que se quedaron con la exenci�n de visado cuando las aerol�neas dejaron de volar entre Miami y La Habana. �Muchos fueron enviados a Rusia y a otros pa�ses socialistas. ... Los padres no ten�an derecho a escoger nuestras escuelas y nuestra ense�anza�.
Emilio Izquierdo, que fue enviado a los campos de trabajo agr�cola por ser �negativo al proceso revolucionario�, y que ahora dirige la Asociaci�n UMAP, un grupo de veteranos de los campos de trabajo, dijo: �Aunque nosotros nos sonre�mos, eso fue una historia de horror�.
Agreg� que �no s�lo 14,000 Pedro Pan; no s�lo 25,000 o 30,000 del UMAP�, sino �cientos de miles� m�s, por el bien de sus hijos, optaron por arriesgar sus vidas en el mar durante el Mariel y los �xodos posteriores de Cuba.
�Somos cientos de miles de Pedro Pan�, dijo Izquierdo.