Blog Published

Blog_birth-control-humanae-vitae-george-weigel_S


El 25 de julio se cumplió el 50mo aniversario de Humanae Vitae, la encíclica del Beato Pablo VI sobre la integridad del amor y los medios apropiados para la planificación familiar. Publicada durante la crisis cultural de la década de 1960, y en un año en que la irracionalidad acechaba a todo el mundo occidental, Humanae Vitae se convirtió instantáneamente en el acto más difamado del magisterio papal en la historia. Y en lo que debió ser su vergüenza, episcopados nacionales enteros se distanciaron de la enseñanza de Pablo VI por una variedad de estratagemas, de los cuales muchos exhibieron cierto grado de confusión teológica y algunos fueron absolutamente cobardes.

Pablo VI llegó a la conclusión que compartió en Humanae Vitae por dos razones.

Primero, porque estaba convencido de que utilizar los ritmos naturales de la fertilidad para regular los nacimientos era la manera más humanista de la planificación familiar y el método más congruente con la dignidad de la persona humana, especialmente con la dignidad única de la mujer.

Segundo, porque llegó a comprender que muchos de los que abogaban por un cambio en la enseñanza católica sobre los medios moralmente aceptables de planificación familiar, lo que hacían era promover un cambio fundamental en el modo de razonamiento moral de la Iglesia: negaban que algunos actos fueran simplemente incorrectos debido a su naturaleza, y argumentaron que el juicio moral es realmente un cálculo de intenciones, actos y consecuencias. Si tal “proporcionalidad” — como técnicamente se le conoce — hubiera sido consagrada como el método oficial católico para emitir juicios morales, el catolicismo pronto se hubiera encontrado en la triste condición del protestantismo liberal — otra comunidad cristiana con límites morales completamente porosos.

El abandono por parte de muchos en el episcopado mundial hirió profundamente a Pablo VI, un alma sensible que había respaldado la afirmación del Concilio Vaticano Segundo de que los obispos son algo más que gerentes de sucursales locales de Iglesia Católica, Inc., y quien probablemente pensaba que, a cambio, se le debía un poco de lealtad. De la misma manera en que la Iglesia y el mundo celebran el jubileo de oro de Humanae Vitae, y católicos de todo el mundo se preparan para celebrar la canonización de Pablo VI en octubre, tal vez los obispos que entienden que en 1968 hubo una brecha seria en la colegialidad episcopal — cuando muchos de sus predecesores fracasaron en defender al obispo de Roma contra sus críticos, a menudo feroces — pudieran considerar hacer las siguientes afirmaciones sobre la encíclica, de una manera u otra:

  1. Agradezco profundamente al Papa Pablo VI por su valiente testimonio de la verdad sobre el amor en la encíclica Humanae Vitae. Junto con el Papa Francisco, creo que Pablo VI “tuvo la valentía de oponerse a la mayoría, defender la disciplina moral, ejercer un ‘freno’ a la cultura, [y] oponerse al neo-maltusianismo [tanto] presente como futuro”, que trata el don de los niños como una carga social y económica.
  2. Creo que las verdades enseñadas porHumanaeVitae sobre los medios apropiados para planificar una familia son importantes para el bienestar humano en la actualidad; que el uso consciente de medios artificiales para regular la fertilidad distorsiona la verdad sobre el amor humano inscrito en la Creación por el Creador; y esa conciencia debe respetar estas verdades intrínsecas en la planificación familiar.
  3. Creo que las verdades que Humanae Vitae enseña sobre la planificación familiar natural se han probado en situaciones pastorales alrededor del mundo; que estas verdades han hecho contribuciones significativas al ministerio familiar y la preparación matrimonial en diversas culturas; y que quienes niegan la capacidad humana de comprender y vivir las disciplinas de la planificación natural familiar, a menudo participan en el racismo, en nuevas formas de colonialismo, o en ambos.
  4. Creo que la “cultura anticonceptiva” de la cual Pablo VI advirtió proféticamente en Humanae Vitae, y su similar licencia para el aborto, son factores importantes en el abuso sexual de mujeres que ha llegado a la atención pública a través del movimiento #YoTambien (#MeToo), y en este 50mo aniversario invito a las feministas a reconsiderar su celebración de la anticoncepción artificial y el aborto.
  5. Creo que la “Teología del Cuerpo”, de San Juan Pablo II, le ha dado a la Iglesia Católica una herramienta convincente para explicar tanto las verdades enseñadas por Humanae Vitae como la infelicidad causada por la revolución sexual.
  6. Prometo hacer de este año de aniversario una ocasión para celebrar el regalo de Humanae Vitae y utilizar mi oficio pastoral para profundizar en los entendimientos de la ética sexual católica como una celebración de la dignidad humana y el don de la vida.

Comments from readers

RODRIGO RODRIGUEZ - 08/06/2018 01:30 PM
We Catholics know very well that our pastors have not even speak about this prophetic teaching, as a matter of fact they regularly advise other priest that come here from other countries to keep away from this teaching while in giving the sacrament of penance. Lately we have heard that the Vatican is involved in a study of this Encyclical in order to revise it and be able to make some changes. Now lets talk about abortion, euthanasia, the death penalty, legalized suicide, etc.when was the last time your Sunday mass priest talked about these most important and latent issues in our society, if this rarely happens then we can know for sure that we will never hear about the Humane Vitae encyclical in our parishes. Finally this year during Lent, our Archdiocese promotes the "40 Days for Life Campaign" in their website, but when I asked my pastor his answer was he didn't know about it, neither did I heard or read in the parish bulletins of other parishes that I visited, I joined the Respect Life Ministry in 2004 and I can assure you that the lack of support in general from the clergy is dismal, they are the ones that should lead the laity and accompany us to the abortion mills, the March for Life in Washington DC, the Life Chain on US 1 and other events in the Public Square, our dear Bishops should step up and if not by a commanding order then at least by example they should show up. We are in a War with Satan and his cohorts, they know it and so do we. How about it?
Jose Ignacio Ignacio Jimenez - 08/06/2018 12:06 PM
From your post to God's ears - and the hearts of courageous bishops everywhere. Bishops must stand-up for the Truth and defend life as the Church has traditionally defined it based on natural law and divine revelation. There is no room for these to be redefined by society or Church leaders, but there is room - and in fact a desperate need for our shepherds to bravely step up and speak the Truth to society, rather than allow themselves to be pressured to redefine or retract Church teachings. Thank you for calling on our bishops to elevate the faithful.
Wilmina Iglesias - 08/06/2018 12:02 PM
As a Mathematics teacher I do not choose between a teenager girl 17 years old pregnant who decides an abortion is the right way and a teenager girl 17 years old who decides to raise a child is the right way. What seems not understandable is having Fear to face both realities. Schools do not prepare youngest for Life and I never hear a biological classroom explaining pregnancy in terms of getting sterile after abortion or the maturity in terms of doing things according age, or economic classroom telling how does it cost to raise a child on your own. Dealing with Society is specialization.

Powered by Parish Mate | E-system

This site is protected by reCAPTCHA and the Google Privacy Policy and Terms of Service apply