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La Iglesia católica guarda un gran secreto. Es tan poderoso, desafiante y relevante, que si cada obispo, sacerdote, religioso y laico se comprometiera a comunicar y aplicar este secreto, ¡la sociedad daría un vuelco y transformaría el mundo!

Sin embargo, revelar su contenido e instar a la aplicación plena de su mensaje, seguro que provocaría una gran controversia. Los líderes de la Iglesia serían atacados tanto por conservadores como por liberales. Se les tacharía de ingenuos y de actuar fuera de los límites aceptables del liderazgo eclesiástico.

Por ello, la mayoría de los líderes de la Iglesia —tanto clérigos como laicos— han optado por tomarlo a la ligera, con lo que se garantiza, tristemente, que la "doctrina social católica" continúe como nuestro secreto mejor guardado.

El secreto mejor guardado es que la Iglesia católica ha sido bendecida con más de 130 años de documentos excepcionales sobre justicia social y paz, redactados por papas, el Concilio Vaticano II, sínodos mundiales de obispos, y conferencias nacionales de obispos. Lamentablemente, atraen más polvo que lectores.

Es imperativo que salgamos de nuestra comodidad y nos preparemos para tomar decisiones, no desde nuestras preferencias políticas, sino para ver, juzgar y actuar a la luz del Evangelio contracultural y de su aplicación moderna: la doctrina social católica.

La doctrina social católica es, por decirlo de manera sutil, difícil de vender. Sus principios fundacionales de amor, justicia social y paz desafían con audacia a los gobiernos, las empresas y las sociedades, así como a las personas ricas y poderosas, a compartir equitativamente su riqueza y su poder con todos, especialmente con los pobres, los vulnerables y la madre tierra. Además, estas enseñanzas insisten en que preparar y forjar la guerra deben dar paso por completo a la pacificación no violenta basada en el Evangelio.

Pero hace 30 años, los obispos estadounidenses aceptaron el desafío de vender el secreto mejor guardado de la Iglesia católica, y publicaron "Comunidades de Sal y Luz: Reflexiones sobre la Misión Social de la Parroquia".

En este documento cautivador, los obispos escribieron: "Necesitamos edificar comunidades locales de fe donde la doctrina social es central, no marginal; donde el ministerio social es integral, no opcional; donde es la tarea de cada creyente, no sólo la misión de unas cuantas personas comprometidas y de comités".

Los obispos lamentan este triste hecho y nos llaman a salir de la autocomplacencia: "Para demasiados feligreses, nuestra doctrina social es una tradición desconocida. En demasiadas parroquias, el ministerio social es la tarea de unos cuantos, pero no un reto a toda la comunidad parroquial. Creemos que estamos empezando a realizar nuestro potencial como comunidad de fe comprometida a servir a aquellos necesitados, y a trabajar por una justicia mayor".

"Las parroquias que son líderes en esta área ven al ministerio social no como un ministerio especializado, sino como una parte integral de toda la parroquia. Entrelazan la misión católica entre todos los aspectos de la vida parroquial —el culto, la formación y acción. Siguen una estrategia de integración y colaboración que impide que el ministerio social se aísle o descuide".

La pastoral social basada en la doctrina social católica se esfuerza incansablemente por satisfacer las necesidades inmediatas y directas de las personas —especialmente los pobres y vulnerables, desde la concepción hasta la muerte natural— y trabaja con igual ahínco para abordar y erradicar las causas profundas de las numerosas injusticias sociales que mantienen a las personas en la pobreza y la opresión (https://bit.ly/3K6206z y https://www.crsespanol.org/).

El documento de los obispos estadounidenses —"Comunidades de Sal y Luz: Reflexiones sobre la Misión Social de la Parroquia" —es tan importante, que merece ser leído de manera reflexiva por todos los feligreses, en todas las parroquias del mundo. Y aunque está escrito específicamente para las parroquias, puede, y debe, ser tomado en consideración por los directores y profesores de las escuelas católicas en todos los niveles, desde la guardería hasta los estudios de postgrado (bit.ly/USCCBComunidadesDeSalYLuz).

Los obispos de los EE.UU. han preparado recursos útiles para ayudar a las parroquias a hacer de las "Comunidades de Sal y Luz" una maravillosa realidad (bit.ly/USCCBRecursosSalYLuz).

La doctrina social católica podría convertirse en una herramienta de enorme eficacia para forjar un mundo justo y pacífico si la leemos con regularidad, oramos con ella, la enseñamos, la predicamos y la vivimos.

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