By Rocio Granados - La Voz Catolica
MIAMI | Por primera vez en la historia, la Iglesia le dedica un sínodo a la Amazonía. Su objetivo es identificar nuevos caminos para la evangelización y el cambio climático.
“Amazonía: nuevos caminos para la Iglesia y para una ecología integral”, es el título del documento de trabajo o Instrumentum laboris, con el que trabajan, durante tres semanas, del 6 al 27 de octubre en el Vaticano, los representantes de nueve países cuyos territorios abarcan porciones de la Amazonía.
“Éste es un Sínodo sobre el medio ambiente”, dijo el P. Alfred Cioffi, sacerdote arquidiocesano y director del Programa de Maestría en Bioética de la Universidad St. Thomas, en Miami Gardens. Es consistente con la trayectoria del Papa Francisco de ponerle atención al medio ambiente por la crisis ecológica en la que nos encontramos en este momento, y es un seguimiento sobre su encíclica Laudato Si, de 2015, la primera encíclica en 2,000 años de historia de la Iglesia dedicada al medio ambiente y a cómo éstos afectan a los pobres, que son quienes más los sufren.
El Papa convocó el Sínodo a pedido de algunas conferencias episcopales de América Latina, y de fieles de otras partes del mundo.
Tiene dos niveles, explica el P. Cioffi. Primero, el medio ambiente. Los inmensos incendios que han ocurrido en esta zona hace unos meses no solamente en Brasil, sino también en las varias naciones que forman parte de la cuenca del Amazonas, afectan a todo el planeta.
El Amazonas es uno de los dos pulmones del mundo. El otro está en el Congo, en África ecuatorial. Estas selvas son importantes, porque es donde el planeta atrapa billones de toneladas de bióxido de carbono diariamente y se transforma, en oxígeno, gracias a la vegetación y la fotosíntesis. “Es importantísimo ponerle atención al Amazonas en este momento. Aparte de que está en el trópico, tiene la mayor cantidad de biodiversidad del mundo, muchas especies de plantas y animales”, indicó el sacerdote.
Segundo, el nivel social, dado por las tribus indígenas que se encuentran en el Amazonas. En enero de 2018, el Papa, en su primera visita a territorio amazónico, en Perú, dijo: “Probablemente, los pueblos originarios amazónicos, nunca estuvieron tan amenazados como ahora. La Amazonía es una tierra disputada desde varios frentes”.
En la Amazonía hay alrededor de tres millones de indígenas, pertenecientes a más de 390 grupos étnicos, que viven en una relación vital con la vegetación y con los ríos, según los datos de instituciones especializadas de la Iglesia, recopilados en el Documento Preparatorio del Sínodo para la Amazonía.
La protección de los derechos de estos pueblos es de gran importancia para el Papa Francisco. En su discurso en Perú, al inaugurar oficialmente la preparación del Sínodo, dijo que en la Amazonía hay grandes intereses económicos sobre el petróleo, gas, madera, oro y monocultivos agroindustriales. Los territorios indígenas están amenazados por políticas que promueven la “conservación” de la naturaleza sin tener en cuenta al ser humano. Esto está causando que los recursos naturales sean inaccesibles y la migración de las nuevas generaciones.
Al mismo tiempo, según documentos preparatorios para el Sínodo, en las últimas décadas la Iglesia en la Amazonía reconoce que debido a las inmensas extensiones territoriales, la gran diversidad de sus pueblos y los rápidos cambios en los escenarios socioeconómicos, su presencia pastoral es precaria y se sugiere que se estudie la posibilidad de que en zonas remotas de la Amazonía, hombres mayores y casados, preferentemente indígenas respetados y aceptados por su comunidad, pudieran ser ordenados sacerdotes.
Culturalmente, para los indígenas el no tener hijos va en contra de la naturaleza. Porque la familia es básica y fundamental para ellos. “Esto es una prerrogativa del Papa que puede anunciar, y sería sólo para ellos (los indígenas) por ahora”, indico el P. Cioffi.
En la historia de la Iglesia, durante más de 1,000 años el celibato no fue una disciplina universal. Había dos tradiciones, la de los célibes como Juan el Apóstol y los casados, como Pedro, el primer Papa, que estaba casado, y eso está en los Evangelios.
La iglesia se autoimpuso el celibato en los Concilios de Letrán en 1123 y 1139, y fue defendido en el Concilio de Trento (entre 1545 y 1563).
Existe el celibato para sacerdotes y obispos, porque los diáconos permanentes pueden y están casados. Sin embargo, el celibato es una disciplina, pero no tiene carácter doctrinal. Doctrinal es la Trinidad, que consiste en tres personas divinas y un solo Dios verdadero, y eso no lo podemos cuestionar. Pero la disciplina si, por la autoridad del Papa.
El Papa ha eximido de la disciplina del celibato a sacerdotes anglicanos casados que se han convertido al catolicismo, porque con ello no se trata de repudiar a la esposa ni a la familia.
Además de todo eso, en las Iglesias Católicas Orientales siempre ha habido una tradición de sacerdotes casados, como los bizantinos, que tienen una tradición de clero casado y de clero célibe.
“Que el Papa dé una dispensa a estos individuos (indígenas casados de buena reputación) no es nuevo para la historia de la Iglesia; es muy prudente y es una cosa pastoral, específica para un grupo, que se puede hacer en pro del Evangelio”, indicó el P. Cioffi, para quien este hecho no abriría las puertas a la aceptación en la Iglesia de sacerdotes casados en general.
“En mi opinión, eso está muy lejos todavía; la norma sigue siendo el celibato”, dijo, y agregó que aquí, en la Arquidiócesis de Miami, hay varios sacerdotes casados, que fueron anglicanos y se convirtieron al catolicismo. Son personas mayores y prudentes.
Datos sobre el Sínodo de la Amazonía
Fue convocado por el Papa Francisco el 15 de octubre de 2017, con el objetivo de “encontrar nuevos caminos para la evangelización de aquella porción del Pueblo de Dios, sobre todo de los indígenas, muchas veces olvidados y sin una perspectiva de un futuro sereno, también por la causa de la crisis de la foresta amazónica, pulmón de fundamental importancia para nuestro planeta”.
Instrumentum laboris, el documento del sínodo, se divide en tres partes: La Voz de la Amazonía, Ecología Integral: El clamor de la tierra y de los pobres, y la Iglesia Profética en la Amazonía: Desafíos y esperanzas.
Un sínodo es una reunión de sacerdotes y obispos para discutir asuntos que afectan a la Iglesia. Trata sobre un tema específico actual, vigente, sobre el que el Papa necesita consejería muy amplia. Ha habido sínodos sobre los laicos, la familia, sobre la juventud, sobre el clero. Éste es sobre el medio ambiente.
La región Amazónica:
Tiene una extensión de 7,8 millones de quilómetros cuadrados, casi el mismo tamaño de Australia.
Comprende partes de Brasil, Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia, Venezuela, Guyana, Surinam y Guayana Francesa. Brasil es el mayor país católico del mundo, en el número de católicos bautizados.
La cuenca del río Amazonas y los bosques tropicales que la circundan nutren los suelos y regulan, a través del reciclaje de la humedad, los ciclos del agua, la energía y el carbono del planeta.
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