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Feature News | Wednesday, November 20, 2019

Dos imágenes, una historia de inmigración

Madre agradece a Servicios Legales Católicos por ayudarla a reunirse con sus hijos y obtener asilo

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Fotografía y descripción de julio de 2018: María (no es su nombre real) se reunió con sus dos hijos en Miami despues de estar separados 49 días. Ellos entraron a Estados Unidos por la frontera sur sin autorización.

Fotógrafo: COURTESY | Catholic Legal Services

Fotografía y descripción de julio de 2018: María (no es su nombre real) se reunió con sus dos hijos en Miami despues de estar separados 49 días. Ellos entraron a Estados Unidos por la frontera sur sin autorización.

Foto del 7 de noviembre de 2019: Amalia Itzep, originaria de Guatemala, posa con sus hijos, Juan y Mario Herrera, con quienes se reunió después de ser separados por dos meses en el verano de 2018. Fueron detenidos y separados después de cruzar la frontera en Arizona.

Fotógrafo: ANA RODRIGUEZ-SOTO | FC

Foto del 7 de noviembre de 2019: Amalia Itzep, originaria de Guatemala, posa con sus hijos, Juan y Mario Herrera, con quienes se reunió después de ser separados por dos meses en el verano de 2018. Fueron detenidos y separados después de cruzar la frontera en Arizona.

MIAMI BEACH | Dos fotografías cuentan la historia del trabajo realizado por los abogados de Servicios Legales Católicos (Catholic Legal Services, CLS) de la Arquidiócesis de Miami.

La primera, tomada en algún momento en julio de 2018, muestra a una mujer abrazando fuertemente a dos niños, sus rostros ocultos, y con enormes mochilas que formaban un capullo alrededor de sus cinturas. El pie de foto decía “María (no es su verdadero nombre) se reúne con sus hijos en Miami tras una separación de 49 días...”

La segunda, tomada el 7 de noviembre de 2019, muestra a la misma madre con sus dos hijos, todos vestidos de gala, sonriendo ante la cámara: Amalia Itzep y sus hijos, Juan y Mario Herrera.

La diferencia en las fotos es más que superficial. Marca el intervalo entre ser obligados a ocultarse por falta de documentos de inmigración, y el salir de las sombras tras obtener el estatus legal. Es una jornada de miles de millas, muchos meses y docenas de personas.

Como lo narró Eric Yutzy, presentador del Canal 10 y maestro de ceremonias de Familias Unidas (Families United), la actividad del 7 de noviembre para recaudar fondos para Servicios Legales Católicos: “Justo cuando la familia de Amalia se desgarraba, otra familia se forjaba, una de completos desconocidos, una familia digital conectada a través de correos electrónicos, tuits y llamadas telefónicas ocasionales: una familia moderna, fundamentada en los lazos de humanidad común, la experiencia compartida de la maternidad, la compasión y el sentido de la justicia”.

Itzep y sus hijos quedaron atrapados en la política inmigratoria de “cero tolerancia” de la administración Trump. El 26 de mayo de 2018 llegaron a la frontera de Arizona desde su Guatemala natal, y ella fue enviada de inmediato a un centro de detención para adultos en Eloy, Arizona. Sus hijos fueron enviados al refugio para menores sin acompañamiento en Homestead, ahora cerrado.

Madre e hijos estuvieron separados durante casi dos meses. Fueron reunidos gracias a los esfuerzos incansables de la misma Itzep, de abogados de Servicios Legales Católicos y de Americans for Immigrant Justice (Estadounidenses por Justicia Inmigratoria), de un juez federal que escuchó un caso distinto y ordenó al gobierno reunir a quienes habían sido separados, y de una “cadena de madres” que se autodenomina Immigrant Families Together (Familias Inmigrantes Unidas).

La oleada de publicidad que generó el caso de Itzep ayudó a recaudar $26,000, de los que ella necesitaría $15,000 para la fianza y salir en libertad, además de algún capital inicial para comenzar una nueva vida. Immigrant Families Together organizó una cadena de 10 personas que en algunos casos condujeron hasta siete horas para llevar a Itzep de Arizona a Miami. El viaje tomó cuatro días. Once días después abrazaba a sus hijos.

Y ésa fue la parte fácil. Como dijo Yutzy, “su próximo desafío fue luchar contra la deportación”. Inicialmente, el juez de inmigración sostuvo que Itzep no era elegible para el asilo. Sin un abogado a su lado, ése hubiera sido el final de su historia.

“Un informe legal bien razonado y una defensa entusiasta convencieron al juez de que al menos escuchara el reclamo”, narró Yutzy. Al final de la audiencia de tres horas, “la mayoría de las cuales consistió en el poderoso testimonio de Amalia”, el juez de inmigración le otorgó el asilo.

Sus hijos, entonces de 7 y 8 años, también tuvieron que ir ante un juez. Representados por Americans for Immigrant Justice, también obtuvieron asilo y “ahora son parte de nuestra familia” en el Sur de La Florida, dijo Yutzy.

En sus breves comentarios durante la actividad, Itzep dio las gracias a Kristie-Anne Padrón y Renzo Iparraguirre, los abogados de Servicios Legales Católicos que la representaron. “Eran las personas que estuvieron conmigo cuando más los necesitaba”, expresó a través de un traductor.

Amalia Itzep (derecha) estuvo separada de sus dos hijos pequeños durante dos meses en 2018, agradece a Catholic Legal Services por apoyarla "cuando más los necesitaba" mientras Paola Bichara, una especialista en inmigración de la agencia, se prepara para traducir.

Fotógrafo: ANA RODRIGUEZ-SOTO | FC

Amalia Itzep (derecha) estuvo separada de sus dos hijos pequeños durante dos meses en 2018, agradece a Catholic Legal Services por apoyarla "cuando más los necesitaba" mientras Paola Bichara, una especialista en inmigración de la agencia, se prepara para traducir.

En la actualidad, Servicios Legales Católicos trabaja para representar a 12,000 menores que enfrentan la corte de inmigración en el Sur de La Florida. Cada mes, los 28 abogados a tiempo completo de la agencia, con la ayuda de asistentes legales y docenas de socios voluntarios, hablan con unas 3,000 personas que provienen de 150 naciones. La agencia se concentra exclusivamente en ayudar a los inmigrantes de bajos ingresos a obtener asilo, establecer su residencia legal, hacerse ciudadanos y reunirse con sus familias.

Como dijo el Arzobispo Thomas Wenski, la agencia Servicios Legales Católicos sirve “al más pequeño, al último y al perdido. Gracias a Dios, hay personas con un corazón para el servicio, un corazón para la justicia y también con el cerebro para ofrecer una buena representación legal”.

Conocer el trabajo de la agencia llevó a Julie Grimes, socia directora del Hilton Bentley South Beach, a ofrecerse para organizar la recaudación de fondos de Families United de manera totalmente gratuita.

“Estoy muy agradecida porque tenemos una organización como Servicios Legales Católicos, que ofrece atención y representación a tantos de nuestros inmigrantes y refugiados empobrecidos, que buscan asilo en los Estados Unidos, especialmente en el sur de La Florida”, compartió Grimes con Florida Catholic y LVC.

En un tiempo en que “la gente pone cualquier tipo de obstáculo para mantener a las personas fuera, es más necesario apoyar” los esfuerzos de Servicios Legales Católicos”, añadió.

Para más información, visite www.cclsmiami.org.


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