Article Published

Article_archdiocese-of-miami-st-thomas-university-student-amputee-no-physical-limits_S

Feature News | Friday, June 25, 2021

'No tengo límites físicos'

A pesar de cuatro amputaciones, estudiante de la universidad de St. Thomas aspira a lo más alto

English Spanish

El estudiante Franklin Mejías Castellano, de St. Thomas University, que quedó físicamente incapacitado por una infección adquirida durante un viaje a La Florida desde su natal Venezuela cuando tenia 12 años, sostiene una copia de su libro, que cuenta la historia de su superación después de la pérdida de sus extremidades como consecuencia de la infección.

Fotógrafo: TOM TRACY | FC

El estudiante Franklin Mejías Castellano, de St. Thomas University, que quedó físicamente incapacitado por una infección adquirida durante un viaje a La Florida desde su natal Venezuela cuando tenia 12 años, sostiene una copia de su libro, que cuenta la historia de su superación después de la pérdida de sus extremidades como consecuencia de la infección.

MIAMI | Cuando se le preguntó cuántas cirugías ha tenido desde que contrajo una infección bacteriana mortal hace más de una década, Franklin Mejías Castellano, de 21 años, se detuvo un momento para pensar.

"Veinticinco", respondió el joven, que acaba de terminar su primer año en la universidad de St. Thomas, donde estudia comercio. A pesar de cuatro amputaciones, tras un roce con la meningitis en 2011 que lo dejó hospitalizado durante casi un año, se desempeña con soltura tanto en el aprendizaje virtual como en el actual recinto universitario.

El estudiante Franklin Mejías Castellano, de St. Thomas University, camina por el campus de la Universidad en mayo de 2021.

Fotógrafo: TOM TRACY | FC

El estudiante Franklin Mejías Castellano, de St. Thomas University, camina por el campus de la Universidad en mayo de 2021.

Una semana después de su primer viaje desde su Venezuela natal a los Estados Unidos, que incluiría visitas a Miami y Disney World, el joven se quejó a su padre de que no se sentía bien. En aquel momento, disfrutaba en Miami Beach. En poco tiempo, no podía caminar ni abrir los ojos. Su padre y su hermana lo llevaron a un hospital en Aventura, donde los médicos se dieron cuenta de que Mejías Castellano tenía una infección grave que requería una intervención especializada, y lo trasladaron al hospital de niños Joe DiMaggio, en Hollywood.

"No recuerdo nada después de eso porque estuve en coma inducido durante varios días y desperté en el hospital de Joe DiMaggio", relató. "No entendía lo que me sucedía. Mis manos y mis pies estaban completamente negros".

Debido a las complicaciones de la infección, el 11 de noviembre de 2011, un equipo de médicos amputó las manos y los pies de Franklin en un intento por salvar la vida de aquel niño de 12 años. La procedencia de la infección bacteriana aún es un misterio.

"En realidad, no lo sabemos. Lo único que sabemos es que la bacteria causó la meningitis", informó Mejías Castellano, que ahora vive con su hermana mayor, Franny, para poder viajar a la universidad de St. Thomas.

Tras recuperarse de las cirugías, comenzó la ardua tarea de adquirir y adaptarse a las prótesis ajustadas, pero no antes de que los médicos necesitaran realizar más operaciones en sus extremidades con el fin de preparar sus pies para las prótesis (prefiere prescindir de prótesis para las manos).

"Después de eso, mi vida cambió a nivel físico y mental; ahora veo la vida de forma completamente diferente, y tengo la oportunidad de hacerle ver a la gente que todo es posible", afirmó, y añadió que ha escrito no uno, sino dos libros que sobre los obstáculos de su vida y las lecciones aprendidas.

"No tengo límites físicos: Conduzco un automóvil, corro, nado, puedo hacer cualquier cosa. Ese es el mensaje que envío a todos los que me siguen o me ven, y es algo que quiero llevar a otro nivel".

Mejías Castellano también habla a grupos de estudiantes de secundaria sobre la motivación personal y cómo superar los obstáculos.

Atribuye a los Estados Unidos, su país de adopción, el haberle brindado atención médica y oportunidades profesionales que probablemente no estaban disponibles en su Suramérica natal. Con el apoyo de su padre y su hermana, completó la escuela intermedia y la secundaria en el área de Hollywood.

El estudiante Franklin Mejías Castellano, de St. Thomas University,  ha decorado sus prótesis con las banderas de Venezuela y los Estados Unidos.

Fotógrafo: TOM TRACY | FC

El estudiante Franklin Mejías Castellano, de St. Thomas University, ha decorado sus prótesis con las banderas de Venezuela y los Estados Unidos.

"Empezar aquí desde cero fue difícil, pero lo más importante fue que estábamos juntos (como familia). Nos concentramos en un día a la vez, y aquí estamos, miembros de esta sociedad, y nos sentimos muy felices por ello", señaló.

Indeciso sobre qué hacer al finalizar la escuela secundaria, Mejías Castellano tomó un tiempo para trabajar y escribir sus libros. Pero un encuentro casual con un profesional de admisiones dio paso a una solicitud de ingreso a la universidad de St. Thomas, y dijo que era una buena elección por su misión y visión.

"Me sentí muy identificado con la universidad", afirmó, y dijo que espera obtener una licenciatura en comercio en 2025.

Mientras tanto, él y su padre son propietarios de un negocio de camiones de comida con sede en Hollywood. En su tiempo libre, compite en maratones y otras pruebas atléticas.

Su primer libro, escrito en español y titulado "Más allá de mis manos", cuenta la historia de su enfermedad y su recuperación. En la actualidad, da los últimos toques a un libro con un enfoque más amplio sobre su visión de la vida.

"Me veo dentro de cinco años recorriendo diferentes estados, para contar mi historia y motivar a todo el mundo", declaró Mejías Castellano. "Me encantan los negocios y todo eso. Sé que el campo de los negocios no es fácil, pero ofrece cosas que me gustan, y quiero ser un orador motivacional para todo el que lo necesite".

Mejías Castellano casi no menciona el año de la pandemia, y el hecho de que tanto él como su familia inmediata sufrieron el contagio con COVID-19. Su caso fue lo suficientemente grave como para recluirlo en el hospital durante una semana, pero se ha recuperado por completo.

"Franklin tiene la mejor actitud del campus, y es maravilloso", declaró David A. Armstrong, presidente de la universidad de St. Thomas. "Es un ejemplo para todos nuestros estudiantes. Todos tenemos días difíciles y obstáculos que superar. Sin embargo, cuando ves a Franklin cruzar el recinto universitario con todos sus libros, con una enorme sonrisa en su rostro, haciendo todo lo que tiene que hacer para triunfar, te cambia el día por completo".

Powered by Parish Mate | E-system

This site is protected by reCAPTCHA and the Google Privacy Policy and Terms of Service apply