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Feature News | Monday, November 04, 2024

‘Dejen que los niños se acerquen a mí’

Pastoral Infantil del SEPI impulsa la participación de los niños y sus dones al servicio de la comunidad

La Hna. Lizeth Manrique, coordinadora del Programa de Pastoral infantil del SEPI.

Fotógrafo: MARIA EUGENIA BIORD | LVC

La Hna. Lizeth Manrique, coordinadora del Programa de Pastoral infantil del SEPI.

MIAMI | Porque no es necesario ser adulto para formar parte de la Iglesia, el nuevo programa de Pastoral Infantil de la Oficina Regional del Sureste para el Ministerio Hispano, SEPI, enseña a los niños a desarrollar una relación personal con Dios y a participar de la vida de la Iglesia activamente.

El programa “Inculturated Prayer and Worship Expierence for U.S. Hispanic Children” (Experiencia de oración y adoración inculturada para niños hispanos en EE. UU.) o Pastoral Infantil del SEPI, empezó a implementarse en el 2023 con el apoyo de la Fundación Lilly Endowment Inc.

Este programa no es una extensión de la catequesis, “es poner al adulto al nivel del niño, para ser otra persona que ora con ellos”, dijo la Hna. Lizeth Manrique, misionera claretiana y coordinadora del Proyecto de oración y adoración para los niños del SEPI.

Es un proyecto innovador del SEPI, porque es el primero dirigido directamente a niños. La finalidad es crear espacios para que el niño y la familia oren.

El programa está en su fase inicial y por ahora están en la implementación de experiencias piloto para después replicarlas en otros lugares.

Estas experiencias piloto se están desarrollando en las parroquias Our Lady of Guadalupe y Our Lady of Divine Providence, ambas en la Arquidiócesis de Miami. También en una parroquia en Memphis, TN, y en otras tres parroquias de la diócesis de Charlotte, en Carolina del Norte.

De esta fase se espera recoger la información necesaria, “tomando en cuenta la opinión de niños y de los facilitadores” para elaborar las fichas de oración, los materiales para los facilitadores y la planificación de su entrenamiento, indicó la Hna. Manrique.

Cuando se implemente el programa en todas las diócesis que comprenden el Sureste de Estados Unidos, se va a integrar la realidad bicultural y bilingüe de los niños con la Palabra de Dios, la música, el arte y la riqueza de las tradiciones de la religiosidad popular hispana.

“El Programa está formado por dos componentes: las experiencias de oración y las Eucaristías familiares”, dijo la Hna. Manrique.

Se han desarrollado talleres de formación para los facilitadores adultos y niños que llevarán adelante el programa. La formación que se da en los talleres incluye diversas áreas como desarrollo psicológico y de la fe del niño, cultura y fe, música, liturgia con niños y oración.

También se han realizado experiencias de oración con niños y una práctica con catequistas para “asegurarnos que ellos tengan las actitudes correspondientes para facilitar el camino de oración a los niños”, dijo Loisy Ogando, asistente del Proyecto de Oración y Adoración por los Niños del SEPI.

“La conversión pastoral para el acompañamiento de los niños” es el objetivo de estos talleres resumió la Hna. Manrique, rememorando al P. Mario Vizcaíno, fundador del SEPI.

Desde la izquierda, las encargadas del Proyecto de Oración y Adoración por los Niños del SEPI., la Hna. Lizeth Manrique, coordinadora y Loisy Ogando, asistente, trabajan en la consolidación del programa en la oficina Regional del Sureste para el Ministerio Hispano, SEPI, en Miami.

Fotógrafo: MARIA EUGENIA BIORD | LVC

Desde la izquierda, las encargadas del Proyecto de Oración y Adoración por los Niños del SEPI., la Hna. Lizeth Manrique, coordinadora y Loisy Ogando, asistente, trabajan en la consolidación del programa en la oficina Regional del Sureste para el Ministerio Hispano, SEPI, en Miami.

En la parroquia Our Lady of Divine Providence, en Miami, durante los meses de abril y mayo pasados, se realizaron experiencias de oración y adoración para niños, también como programa piloto con la participación de alrededor de 60 niños entre las edades de 4 a 12 años de la catequesis y sus padres.

“Esta experiencia de oración tiene mucho que ver con la Lectio Divina y unimos la palabra de Dios con la vida de los niños”, indicó la Hna. Manrique. También dijo que este modelo está previsto para desarrollarse en 25 minutos. En ese lapso “se hacen diversas actividades como respiración consciente, arte, canto y el uso de la imaginación infantil conforme a la Espiritualidad Ignaciana, porque todas son vías de acceso para orar, para sentir a Dios”.

La intención de las experiencias de oración es poder ampliar estos espacios para alcanzar el ámbito familiar y que las parroquias puedan ofrecer grupos de oración infantil distintos de la catequesis.

También se quiere lograr que el niño descubra su capacidad de orar desde el corazón de los valores de sus padres, esto es muy importante “porque la fe solamente se transmite por la cultura”, indicó la Hna. Manrique.

Al mismo tiempo, deben ser un puente cultural entre el contexto de Estados Unidos y la cultura de los padres, por ello, el programa es bicultural y bilingüe.

Otro programa son las Eucaristías Familiares, que se celebran mensualmente en la parroquia Our Lady Of Guadalupe, alternadamente, en español e inglés.

Los niños se convierten en protagonistas; con su participación ponen sus dones al servicio de la comunidad. “Porque ellos hacen los servicios que hacen los laicos durante las Eucaristías, como las lecturas, el coro, y van a comenzar a ser ujieres y acólitos”, dijo Ogando.

Los niños “son capaces de hacer una reflexión teológica sobre lo que hacen y esto genera un impacto en ellos mismos y en sus papás” señaló la Hna. Manrique.

Este programa está disponible para las parroquias de las diócesis que comprenden el SEPI. “La experiencia de oración inculturada y las Eucaristías Familiares para niños hispanos, son una invitación a los niños a orar desde la propia cultura y fortalecer su sentido de pertenencia a la Iglesia en su dimensión espiritual y misionera, así como una oportunidad de integración de las familias hispanas con la Iglesia de Estados Unidos” concluyó la Hna. Manrique.

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