By Rocio Granados - La Voz Catolica
MIAMI | Así como el “ciberapóstol de la Eucaristía”, Carlo Acutis, el joven que dedicó su vida a evangelizar a través de internet, un grupo de estudiantes de la escuela St. Hugh, en Coconut Grove junto con jóvenes de la Pastoral Juvenil Hispana de Miami, se conectaron en línea para hacer un campamento virtual con niños y familias de zonas rurales de Misisipi.
El campamento fue organizado por el Instituto Pastoral del Sureste para el Ministerio Hispano, SEPI, y Catholic Extension para 60 familias del área de Jackson, Misisipi, que fueron afectadas por la mayor redada migratoria en centros de procesamiento de pollos, en agosto del año pasado.
Alrededor de 10 estudiantes de 6to. y 8vo. grado, y exalumnos de St. Hugh participaron dirigiendo partes del campamento virtual de dos horas de duración, todos los viernes de septiembre, después de la escuela.
Los niños de St. Hugh ayudaron a preparar los materiales como las lecciones de cada día, actividades con las manos, incluyendo STREAM, Ciencia, Tecnología, Religión, Ingeniería, Arte y Matemáticas que estudian en la escuela y la presentación de un santo cada día.
El primer día fue dedicado a la Sierva de Dios, la Hna. Thea Bowman, porque ella nació en un pueblo cercano, en Canton, Misisipi.
El campamento se realizó a través de la plataforma Zoom, en español, pero cuando se les dificultaba, hablaban en inglés. Las familias que participaron en el campamento son en su mayoría de Guatemala, algunos participaron con sus vestimentas típicas, lo que ayudó en actividades para valorar la cultura de sus padres.
“Participar en el campamento virtual fue una buena experiencia, divertida y un poco triste. Me gustó ver interactuar a las familias. También sentí la integración que tuvimos con las actividades que hicimos juntos. Fue triste porque no eran las familias más afortunadas.
Me sentí muy privilegiado de poder enseñar y compartir cosas nuevas con estas personas. Rezo por estas familias todos los días para que se recuperen y sigan amando y conociendo a Dios. Espero ver y hablar con estas familias muy pronto”, dijo Pedro Díaz-Mercado, un estudiante de St. Hugh.
“Aprendí mucho durante este campamento de Discípulos Misioneros Virtuales. Sentí que durante esas reuniones semanales, me acercaba más a Dios. Disfruté mucho y me sentí tan bendecida”, dijo Isabel González, estudiante de 6º. grado de la escuela St. Hugh.
Para Olga Villar, directora de Formación del SEPI, compartir con los niños de St. Hugh fue muy significativo. “El año pasado fueron mis alumnos, en las últimas semanas han sido mis compañeros de misión”, dijo quien fue maestra de Religión y Arte en la escuela durante los años escolares 2018 y 2019.
La idea de hacer un campamento virtual surgió después de que debido a la pandemia de coronavirus no se podía viajar a Misisipi para hacer el campamento de verano presencial, como estaba planeado.
Villar reunió a un grupo de jóvenes adultos de Miami, de Jackson, Misisipi, y algunos padres de St. Hugh y compartió la idea, y todos aceptaron participar. Tanto la directora de la escuela Mary Fernández y el P. Luis Largaespada, el párroco de St. Hugh, también estuvieron de acuerdo.
El obstáculo más grande al que se enfrentaron fue que muchas familias viven en zonas rurales, no tienen internet, o tienen internet limitado en sus teléfonos inteligentes. Algunos no tenían WhatsApp, ni sabían cómo conectarse a Zoom.
Los jóvenes adultos de la Pastoral Hispana empezaron a educar a las familias en el uso de la tecnología, que también les ayude en su vida diaria. “Esto desarrolló un liderazgo local. Uno aprendió como bajar la aplicación de WhatsApp y le enseñó a otro. Otro aprendió como entrar a Zoom y le enseñó a otro y así sucesivamente”, dijo Villar.
SANAR HERIDAS
La participación de los niños de St. Hugh en el campamento virtual fue sanador parar los niños de Misisipi. Comparten las mismas edades con muchos niños que el año pasado sufrieron la pérdida de al menos uno de sus padres debido a una redada masiva, considerada la más grande en centros de trabajo de la última década. Alrededor de 600 inmigrantes ilegales fueron detenidos por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos, ICE, el 7 de agosto de 2019. Algunas madres fueron liberadas con grilletes por no tener quien cuide a sus hijos pequeños. Otros inmigrantes fueron deportados y algunos continúan detenidos.
Los niños se enteraron de lo sucedido cuando regresaron de la escuela y no encontraron a sus padres. Catholic Extension, una organización que brinda ayuda económica junto con otras organizaciones a las comunidades más pobres, y SEPI han estado trabajando juntos en un proceso de acompañamiento y sanación para estas familias porque se determinó que el daño emocional había sido bien grande.
El acompañamiento incluye la parte espiritual y emocional, con consejería individual y familiar, retiros y campamentos para las familias. Se realizaron dos retiros, en febrero y marzo, pero llegó la pandemia de COVID-19 y se cerró todo. Pero la consejería continuó por teléfono y videollamadas.
LA CIBEREVANGELIZACIÓN
Con el campamento virtual los estudiantes de St. Hugh pudieron establecer una fuerte conexión entre la fe y la vida de las familias que participaron. “Han sido muy activos en la ciberevangelización y han estado respondiendo al llamado de ser Discípulos Misioneros Virtuales”, dijo Villar.
Se dieron cuenta de que muchos padres no hablan inglés ni español y los niños no tienen apoyo con sus tareas escolares. Por lo que algunos de estos niños junto con alumnas de la secundaria Our Lady of Lourdes Academy, en Miami, empezaron en noviembre un programa de tutoría virtual. “Más que la tutoría se quiere que se formen relaciones de amistad, que al final son las que hacen cambios”, indicó Villar.
“Estos estudiantes han sido un puente de esperanza para estas familias y al mismo tiempo para estos estudiantes el poder servir a estas familias les ha permitido tocar a Dios en línea”, dijo Villar.
“La evangelización de hoy en día es salir de tu espacio y entrar en el espacio del otro y estamos hablando del espacio cibernético. Y los jóvenes de hoy, estos niños en especial, responden porque conocen esta arena.”
El campamento virtual es también una evangelización a través de internet, por ello se identifican con el Venerable Carlo Acutis, a quien escogieron como su patrono. El campamento terminó una semana antes de su beatificación, el 10 de octubre.
“Creo que a veces subestimamos al niño y al joven y cuando les das la oportunidad, ellos dan nota, enganchan”, dijo Villar.