By Jan Rayburn - Archdiocese of Miami/Safe Environment
P: ¿Por qué las personas a las que ya se les han tomado las huellas dactilares para obtener la licencia estatal, como los maestros y las enfermeras, tienen que volver a tomárselas?
R: Debido a las leyes sobre el derecho a la privacidad, las instituciones no pueden compartir su información con respecto a las huellas dactilares. Cualquier persona que trabaje en una entidad de la Arquidiócesis de Miami o que sea voluntario con acceso a niños y/o adultos vulnerables debe tener sus huellas dactilares en nuestra base de datos.
P: ¿Por qué no puedo ir a la estación de policía para que me tomen las huellas dactilares?
R: La Arquidiócesis de Miami requiere una verificación de antecedentes de nivel II que incluye revisiones estatales y federales. Un departamento de policía local sólo cubre su jurisdicción.
P: ¿Quién debe asistir a la capacitación de Virtus?
R: Todos los miembros del clero, religiosos y religiosas, y empleados de la Arquidiócesis de Miami deben asistir a una sesión de capacitación presencial de Virtus y mantener una cuenta activa y actualizada leyendo los boletines mensuales. También requieren asistir y estar actualizados los líderes de ministerios sin pago y todos los voluntarios con acceso a niños y/o adultos vulnerables.
P: ¿Los acomodadores necesitan que se les tomen las huellas dactilares y que se les capacite en Virtus?
R: Sí. Servir como acomodador es un puesto importante durante la Misa. Los ujieres tienen acceso a menores y son reconocidos como personas de confianza incluso más fuera de la iglesia. También manejan dinero. Por eso, es necesario que se les tomen las huellas dactilares y que se les capacite en Virtus.
P: ¿Los ministros extraordinarios de la Sagrada Comunión necesitan que se les tomen las huellas dactilares y se les capacite en Virtus?
R: La Política de Ambiente Seguro de la Arquidiócesis de Miami establece que los ministros extraordinarios de la Comunión que sirven a los que no pueden salir de sus hogares y visitan hospitales, se les debe tomar las huellas dactilares y ser entrenados en Virtus porque sirven a adultos vulnerables; y puede haber niños presentes en los hogares que visitan.
Aquellos ministros extraordinarios que sólo sirven durante la Misa en su parroquia no necesitan cumplir con la política. Sin embargo, se sabe que en emergencias un párroco puede no tener tiempo para distinguir cuál de sus ministros extraordinarios es elegible para hacer visitas a hospitales u hogares. Por lo tanto, la mayoría de los párrocos requieren que todos sus ministros extraordinarios cumplan con la toma de huellas dactilares y de ser capacitados en Virtus.
P: ¿Tengo que tomarme las huellas dactilares y entrenarme en Virtus si sólo sirvo una vez al año en el carnaval, festival o tienda de la parroquia?
R: Sí. Este tipo de eventos son para toda la familia. Hay proveedores externos que a menudo ofrecen entretenimiento y/o organizan juegos de carnaval, y también se invita al público, lo que significa que hay muchas personas que no son conocidas por la comunidad parroquial.
En este caso, es especialmente importante que los voluntarios de la parroquia/ escuela cumplan con las normas, y sean capacitados sobre las señales de alerta de depredadores y el comportamiento inapropiado que podría poner en peligro a aquellos que intentan disfrutar del evento. Recuerde, cualquier evento que atraiga niños también puede atraer depredadores. Depende del personal de la iglesia y de los voluntarios hacer todo lo posible para mantener a todos a salvo y asegurar un evento bueno y exitoso.
P: ¿Un párroco puede cambiar la Política de Ambiente Seguro en su parroquia?
R: Sí y no. Un párroco no puede alterar la Política de Ambiente Seguro para ser más indulgente. Puede hacerlo más estricto si cree que las circunstancias lo justifican. Solo puede hacerse después de consultar con la directora de Ambiente Seguro, Mary Ross Agosta.
P: ¿Debo pagar para que me tomen las huellas dactilares o para que me entrenen en Virtus?
R: La Arquidiócesis de Miami no cobra por tomar las huellas digitales a sus empleados y voluntarios. Los vendedores o contratistas tienen que pagar. Para determinar si usted está en esta categoría y cuál es la tarifa, comuníquese con la oficina de fingerprint, 305-762-1059. El entrenamiento de Virtus es gratuito.
P: ¿Los niños están entrenados en Virtus?
R: Sí, pero no asisten a las sesiones de entrenamiento de Virtus para adultos. Más bien, reciben dos lecciones al año, apropiadas para su edad, sobre Los Límites de Seguridad. Estas lecciones enseñan sobre los límites personales, amigos seguros, adultos seguros y toques seguros. Aprenden a decirle a alguien en quien confían cuando se sienten incómodos o inseguros. Aprenden a reconocer el comportamiento de aseo personal y también aprenden sobre la seguridad en internet.
P: ¿Por qué tenemos que tomarnos las huellas dactilares y entrenarnos en Virtus cuando no causamos el problema? ¿No es principalmente un problema con los sacerdotes?
R: Desde 1999, la Arquidiócesis de Miami requiere que se tomen las huellas digitales y se verifiquen los antecedentes de todos los sacerdotes, diáconos, religiosos, empleados y voluntarios con acceso a niños o adultos vulnerables. Eso fue tres años antes de que el escándalo estallara en todo el país, y el Arzobispo Emérito John Favalora fue el primero en tomarse las huellas dactilares, seguido inmediatamente por todos los sacerdotes y religiosos arquidiocesanos. En el 2002, cuando la Arquidiócesis de Miami desarrolló su Política de Ambiente Seguro, de acuerdo con la Carta para la Protección de Niños y Jóvenes emitida por los Obispos de los Estados Unidos, los sacerdotes y religiosos también fueron los primeros en recibir capacitación de Virtus.
Pero la tragedia del abuso sexual infantil no es exclusiva de los sacerdotes. Los datos no muestran ninguna correlación entre el celibato y el abuso. De hecho, el gran número de depredadores de niños nunca han hecho una promesa de castidad. Psychology Today informa: “No existen datos factibles que sugieran que los clérigos católicos abusan sexualmente de menores a un nivel superior al de los clérigos de otras tradiciones religiosas o de otros grupos de hombres que tienen acceso y poder sobre los niños (por ejemplo, maestros de escuela y entrenadores).
En la década de 1970, el índice general de abusadores se estimaba en un 4 por ciento para cada grupo. Sin embargo, desde los años ochenta y de nuevo desde la Carta del 2002, este porcentaje ha disminuido drásticamente para los sacerdotes.
Las estadísticas muestran que sólo el 11 por ciento de los abusos son cometidos por extraños, mientras que el 29 por ciento son cometidos por miembros de la familia. Eso significa que el 89 por ciento de los abusadores son personas que los niños conocen y en las que confían.
Hacemos un llamado a nuestros sacerdotes, religiosos, empleados y voluntarios a que cumplan con las normas y conozcan la naturaleza del abuso y de los depredadores, y puedan hablar cuando tengan una preocupación y/o reportar cuando sospechen abuso. De la misma manera, tomamos las huellas dactilares de todas las personas como lo requiere la ley de La Florida, para que sepamos que aquellos que tienen acceso a niños y/o adultos vulnerables no tienen antecedentes de abuso.
Al aumentar el número de personas que son entrenadas y examinadas, podemos hacer una diferencia y cambiar la cultura con respecto a este crimen.
P: ¿Qué debemos reportar y a quién llamamos?
R: Existen dos tipos de reportes: Comunicar una preocupación y reportar el abuso.
Reporte de abuso: En el estado de La Florida, todos los adultos deben reportar obligatoriamente. Esto significa que si usted sabe de un abuso, tiene la obligación legal de denunciarlo. Además, en el estado de La Florida, los adultos están obligados a reportar sospechas de abuso. Además, existe una categoría de informantes profesionales obligatorios. Esto incluiría a profesores, médicos y enfermeras. La diferencia es que los informantes obligatorios tienen la obligación de denunciar los abusos, pero no pueden hacerlo de forma anónima. Deben identificarse. La línea directa de DCF es 1-800-96ABUSE / 1-800-962- 2873.
Comunicar una preocupación no significa necesariamente saber que el abuso ha ocurrido o va a ocurrir. Implica identificar las señales de advertencia de comportamiento o prácticas inapropiadas. Por ejemplo, dejar un cuarto de almacenamiento sin ventanas abiertas durante las horas de clase, o que un maestro se reúna con un estudiante para darle clases particulares después de la escuela. En estos ejemplos, es posible que no seamos conscientes de ningún incidente impropio, pero la situación debe ser abordada. Debe ser reportada a través de la cadena de mando: en una escuela, al maestro o director; en una parroquia, al administrador parroquial o al párroco.
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