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Feature News | Tuesday, January 22, 2019

�La casa de al lado' ofrece esperanza en Homestead

Desde 1989 el Centro La Salle ha educado y asistido a familias inmigrantes y de bajos ingresos

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El estudiante del Centro Educativo La Salle, Danny Conde, conversa con el Hno. De La Salle, Paulo Petry durante su visita al centro.

Fotógrafo: CRISTINA CABRERA JARRO| FC

El estudiante del Centro Educativo La Salle, Danny Conde, conversa con el Hno. De La Salle, Paulo Petry durante su visita al centro.

HOMESTEAD | Al sur de Miami, donde las plantas y los vegetales crecen en viveros, y donde rugen los aviones de la Base de la Reserva Aérea de Homestead mientras vuelan, se encuentra el campamento de trabajadores agrícolas South Dade, propiedad de Homestead Housing Authority.

El campamento es el hogar de inmigrantes y familias de bajos ingresos. Y es donde los abuelos de Valerie Pérez, de 13 años, Araceli y Juan Carillo, han vivido por más de 44 años.

Después de que el autobús escolar de Valerie la deja a ella y a otros niños en el campamento, ella sigue una rutina que ha marcado la mayor parte de su vida. Va a la casa de su abuela, saluda y corre al lado, a su segundo lugar favorito, el Centro Educativo La Salle.

"Es literalmente la casa de al lado. He estado viniendo aquí desde que tengo memoria", dijo ella.

Valerie hace su tarea en el programa de después de la escuela, con la ayuda de un maestro si es necesario. Recibe un bocadillo — las galletas dulces son sus favoritas — y se sienta frente a la computadora para perfeccionar sus habilidades de mecanografía. "Sé dónde están todas las llaves", dijo ella. "Estoy muy segura de que puedo recordar casi todas".

Monica Lauzurique, directora del Centro Educativo La Salle, en Homestead, muestra al Hno. Robert Schieler (izquierda), superior general de los Hermanos Cristianos De La Salle, fotos de las escuelas De La Salle en Cuba. Están mirando (al centro izquierda) el Hno. Paulo Petry, y el exalumno De La Salle de Cuba, Hugo Castro. El superior general, algunos hermanos y antiguos alumnos visitaron el centro en noviembre de 2018.

Fotógrafo: CRISTINA CABRERA JARRO| FC

Monica Lauzurique, directora del Centro Educativo La Salle, en Homestead, muestra al Hno. Robert Schieler (izquierda), superior general de los Hermanos Cristianos De La Salle, fotos de las escuelas De La Salle en Cuba. Están mirando (al centro izquierda) el Hno. Paulo Petry, y el exalumno De La Salle de Cuba, Hugo Castro. El superior general, algunos hermanos y antiguos alumnos visitaron el centro en noviembre de 2018.

Es una campista de verano recurrente, participa en las actividades recreativas del centro, deportes, excursiones y mucho más. "Hay tantas cosas que he aprendido aquí. El centro significa todo para mí", dijo Valerie, cuyos dos hermanos también asisten.

De hecho, su familia tiene una historia con el centro. Su mamá, sus tías y tíos asistieron cuando eran niños. Aunque Valerie y sus parientes ya no viven en el campamento, a menudo lo visitan. Su abuelo, y su abuela conocida como Doña Chela, son los pilares del centro y del barrio.

Ellos estuvieron entre las primeras personas visitadas por Mónica Lauzurique, después de haber sido nombrada directora del Centro Educativo La Salle, en julio de 2018. "Cuando llegué aquí, me dijeron que ni siquiera abriera una puerta del centro antes de visitar a Doña Chela", dijo Lauzurique.

Antes de ir a trabajar a La Salle, Lauzurique era la coordinadora de misión de Amor en Acción, la comunidad misionera laica de la Arquidiócesis de Miami, cuyo trabajo se centra en ayudar a los pobres en la República Dominicana y en la diócesis hermana de Miami en Haití, Port-de-Paix. Lauzurique también tiene experiencia en educación infantil. Ambas experiencias se fusionan bien con el carisma de los Hermanos de La Salle, "para dar una educación humana y cristiana, especialmente a los pobres".

La población atendida por el Centro Educativo La Salle ha cambiado de migrantes mexicanos a nicaragüenses, hondureños, puertorriqueños y de otras nacionalidades, todos trabajan en las fincas y viveros de Homestead.

Valerie Pérez y Danny Conde, estudiantes del Centro Educativo La Salle, posan con el Hno. Robert Schieler, superior general de los Hermanos De La Salle en todo el mundo.

Fotógrafo: CRISTINA CABRERA JARRO| FC

Valerie Pérez y Danny Conde, estudiantes del Centro Educativo La Salle, posan con el Hno. Robert Schieler, superior general de los Hermanos De La Salle en todo el mundo.

El centro ofrece cuidado después de la escuela, clases de educación para adultos, clases vocacionales y el taller de costura de La Salle, donde las mujeres aprenden a coser y venden sus creaciones para obtener ingresos adicionales. Recientemente, se han añadido clases de inglés y español al programa de educación para adultos, y se está discutiendo un proyecto de GED.

"No sólo nos centramos en las clases de inglés, sino en la preocupación general por la alfabetización de los adultos", dijo Lauzurique. "Esa es la realidad de los padres de la comunidad que viven aquí, lo que juega un gran papel con los niños que hablan inglés, ellos tienen una responsabilidad adicional como traductores del idioma para sus padres".


EXALUMNOS DE LA SALLE

El centro data a 1989, cuando tres exalumnos de La Salle de Cuba —  Francisco Javier Camps, Miguel Manzanero y el P. Raúl Pérez Ros —  visitaron la Misión Santa Ana, localizada cerca del campamento. El P. José Espino, un ex-alumno y compañero de estudios, era el administrador de la misión y capellán de los trabajadores migrantes en los campamentos de trabajadores agrícolas cercanos de South Dade, Redland y Everglades.

Juntos, querían encontrar una manera para que los antiguos alumnos de La Salle ayudaran a los trabajadores migrantes y a sus familias; no sólo proporcionándoles ropa y comida, sino de la misma manera que San Juan Bautista de La Salle lo había hecho hace más de 300 años con los niños en Francia. Querían encontrar maneras de educar en la Fe y proporcionar habilidades ocupacionales para ayudar a romper el ciclo de la pobreza.

Ese fue el comienzo del compromiso de la asociación de exalumnos con el Centro Educativo La Salle, que opera con un personal mayoritariamente voluntario y que depende de las donaciones para desarrollar sus programas.

Desde su inicio en julio, Lauzurique con la ayuda de voluntarios ha pasado días limpiando, reorganizando, pintando y planificando. Revisaron cajas de recuerdos y archivos que los antiguos alumnos de La Salle de Cuba habían guardado. Las cajas contenían libretas de calificaciones, anuarios y docenas de fotos, incluyendo fotos de las clases, fotos de edificios escolares parecidos a plantaciones, y una de un autobús escolar tan viejo que necesitaba una manivela para arrancar. La mayoría de los recuerdos están ahora en exhibición, colgados en las paredes o en álbumes.

El 30 de noviembre, el Hno. Robert Schieler, superior general de los Hermanos de La Salle en todo el mundo, fue de visita, junto con un grupo de antiguos alumnos de La Salle. Se sorprendieron al ver tanta historia, y varios se rieron cuando se encontraron en las fotos de sus clases.

Rodolfo Díaz es el actual presidente de los exalumnos de La Salle, con sede en Miami, y, como él bromea, es el "más joven del grupo", cuya edad promedio es de 84 años.

"Necesitamos mantener esas cosas para que haya un legado, para que cuando ya no estemos aquí nuestros hijos, familiares y personas conectados con la familia La Salle sepan qué es lo que hicimos y el por qué", dijo Díaz.


ENLACE INTERNACIONAL

Los exalumnos de Cuba están considerando cambiar el nombre de su asociación de La Salle de Cuba a De La Salle Alumni, Inc. (Ex Alumnos de De La Salle). Quieren extender una invitación a los lasallanos de otros países, como México, Nicaragua, Venezuela y de otros países.

"Estamos tratando de involucrar a los lasallanos de otros países que son mucho más jóvenes que nosotros para que esto continúe. Cuando encuentro a alguien que estudió en cualquier escuela de La Salle, instantáneamente siento que son mis hermanos lasallanos. Hay un vínculo", dijo Díaz.

Rodolfo Díaz (izquierda), presidente de la Asociación de Antiguos Alumnos de las escuelas De La Salle de Cuba, posa con el Hno. Robert Schieler, superior general de los Hermanos De La Salle en todo el mundo.

Fotógrafo: CRISTINA CABRERA JARRO| FC

Rodolfo Díaz (izquierda), presidente de la Asociación de Antiguos Alumnos de las escuelas De La Salle de Cuba, posa con el Hno. Robert Schieler, superior general de los Hermanos De La Salle en todo el mundo.

Salvador Romo, antiguo alumno de una escuela lasallana de México, es miembro del grupo de antiguos alumnos del Sur de La Florida. Hace años, cuando su familia se mudó a Miami, buscaban retribuir a la comunidad religiosa que tanto le dio. Descubrió el Centro Educativo La Salle por internet, y usando su conocimiento y experiencia como gerente de despachos para Hewlett Packard en América Latina, se ofreció como profesor voluntario de computación y tecnología de la información.

"La computación aquí significa enseñar a la gente cómo entrar en un navegador, y cómo abrir una cuenta de Facebook, las cosas básicas. Pero, a veces necesitan ayuda para solicitar trabajo por internet. Hay gente que no sabe cómo hacerlo. Hay personas que luchan con la coordinación mano-ojo necesaria para mover un ratón", dijo Romo.

Él cree que el Centro Educativo La Salle ofrece oportunidades necesarias para la comunidad inmigrante, para los marginados y para los pobres.

"Siempre es bueno ofrecer un sentido de comunidad a cualquier ser humano, independientemente de las circunstancias, y mejor aún si esa comunidad ofrece esperanza", dijo Romo.

PARA SABER MÁS

  • El Centro Educativo La Salle necesita una unidad central de aire acondicionado. Para saber cómo puede ayudar, visite: www.celasalleh.org.
  • La Asociación de Antiguos Alumnos de La Salle está buscando exalumnos de Cuba y de todo el mundo. Visite: www.delasallealumni.org.


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