By Rocio Granados - La Voz Catolica

Fotógrafo: ROCIO GRANADOS
Integrantes del panel de discusión sobre la reforma migratoria. De izq. a derecha, Helen Aguirre Ferré, periodista y analista política, Mons. Thomas Wenski, Arzobispo de la Arquidiócesis de Miami y miembro del Comité sobre Inmigración de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, Dahlia Walker, abogada de inmigración y Gepsie Metellus directora ejecutiva del Centro Comunitario Haitiano Sant La.

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Mons. Wenski fue uno de los participantes en el panel de discusión sobre la reforma migratoria, llevado a cabo en FIU y organizado por el Instituto de Investigaciones Cubanas, el Centro para las Humanidades en un Ambiente Urbano, el Centro Latinoamericano y Caribeño, el Programa de Estudios sobre el Exilio; entre otros.
“Cuando tienes más de 15 años, las maras te están tratando de reclutar, y era muy difícil ver morir a una persona todos los días”, dijo.

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Helen Aguirre Ferré, periodista y analista política integrante del panel de discusión sobre la reforma migratoria, en la Universidad Internacional de la Florida, FIU.

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La abogada de inmigración Dahlia Walker, integrante del panel de discusión sobre la reforma migratoria, en la Universidad Internacional de la Florida, FIU.

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Gepsie Metellus directora ejecutiva del Centro Comunitario Haitiano Sant La, integrante del panel de discusión sobre la reforma migratoria, en la Universidad Internacional de la Florida, FIU.

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Jorge Duany, director del Instituto de Investigaciones Cubanas, uno de los organizadores del panel de discusión, Diferentes Perspectivas sobre la Reforma Migratoria, en FIU.
Por el hecho de que los inmigrantes cubanos tienen el beneficio de esta ley, “no deberíamos pedir que sean maltratados como todos los demás; deberíamos tratar a todos tan bien como tratamos a los cubanos, porque si la ley de Ajuste Cubano funciona para los cubanos, puede funcionar para todos los demás”, añadió.
La abogada de inmigración Dahlia Walker-Huntington, quien también formó parte del panel de discusión, dijo que la reforma migratoria es importante incluso para los no inmigrantes, porque los millones que viven indocumentados contribuyen económicamente al país cada día, pero no tienen siquiera licencia de conducir.“Conducen porque no tienen otra opción. Trabajan y llevan a sus hijos a la escuela, no tienen seguro y nos ponen a mí a ti en peligro”, dijo.
Por su parte, Helen Aguirre Ferré, periodista y analista política, dijo que ambos partidos políticos deberían hablar para hacer algo juntos y ayudar al país.“En un corto periodo de tiempo, el 40 por ciento de la fuerza laboral será hispana. Las comunidades minoritarias (afroamericanos e hispanos) tienen más hijos que los blancos. Desde una perspectiva económica hace sentido”, agregó.
También el panel trato las razones por las cuales las personas emigran a los Estados Unidos.“No es una decisión fácil, nadie toma este tipo de decisión de forma ligera”, dijo Gepsie Metellus, directora ejecutiva del Centro Comunitario Haitiano Sant La, otra de las panelistas.
Refiriéndose a los inmigrantes haitianos, dijo que realizar este viaje en las condiciones en las que lo hacen no es tomar un crucero; hasta la fecha no se sabe el número de personas que se han ahogado en el mar.
A diferencia de lo que se piensa, que la gente indocumentada llega en botes o caminando por la frontera, “la realidad es que la mayoría de los indocumentados entraron con visas. Pero para haber tomado la decisión de subir al avión que los trajo y dejar todo atrás, debe haber habido un factor pujante que les está causando salir”, dijo Walker-Huntington.“El factor atrayente para venir a América es que todos quieren vivir el sueño americano, o quieren tener la educación o la oportunidad de ser quien ellos quieren ser”, agregó. “Estados Unidos es el único país en el mundo en el que puedes haber nacido en un albergue y si te lo propones y trabajas duro, te puedes convertir en el presidente de esta universidad. Las oportunidades que tenemos acá son mayores que en ningún otro lugar”.
Los millones de indocumentados “ya son parte de la sociedad americana, incluso si no tienen una situación legal, tienen hijos y esposos ciudadanos estadounidenses, están integrados en nuestra sociedad”, dijo Mons. Wenski. “Se les debe dar estatus legal. Si los dejamos fuera, estamos creando una nueva casta baja, que es fácilmente explotable, porque no tienen protección legal”.Mons. Wenski dijo que los obispos estadounidenses apoyan la acción ejecutiva que anunció el presidente Barack Obama en noviembre del 2014 � aunque está suspendida temporalmente debido al fallo de un juez de Texas, por considerar que el presidente se extralimitó en sus poderes ejecutivos.
El decreto presidencial extendió el programa DACA � acción diferida para inmigrantes que llegaron al país cuando eran menores de 16 años � y creó DAPA, un programa de acción diferida para padres de ciudadanos o residentes permanentes de Estados Unidos. Este beneficia a cinco millones de indocumentados, para que puedan vivir y trabajar legalmente en Estados Unidos por tres años, sin acceso a residencia o ciudadanía.
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La estudiante de primer año de Relaciones Públicas de la Universidad Internacional de La Florida, FIU y asistente del Instituto de Investigaciones Cubanas, Leni Gomez, preguntó, ¿por qué es tan importante la reforma migratoria para los no inmigrantes? a los integrantes del panel de discusión sobre la reforma migratoria.
Por su parte, Calderón, quien también es activista pro inmigrantes de Students Working for Equal Rights, o SWER (Estudiantes que Trabajan por la Igualdad de Derechos), la Coalición de Inmigrantes de La Florida, y Dream Defenders FIU, (Defensores de los Soñadores), dijo que a pesar de la suspensión de la acción ejecutiva se están preparando para la implementación de DACA y DAPA, y van a empezar a hacer clínicas e ir a las escuelas para dar a conocer a los estudiantes indocumentados que sí es posible ir a la universidad.
“Muchos no saben que los estudiantes indocumentados sí pueden ir a la universidad. Es un poco caro, pero en los últimos años han habido cambios. Hay muchas más becas, oportunidades de conseguir un trabajo para los estudiantes que aplican para el DACA y la oportunidad de pagar como estudiantes residentes”, dijo. “No recibimos ayuda financiera porque eso es algo federal pero sí hay muchas más oportunidades que en los años anteriores”.“Cuando eres activista no solamente estás por ti mismo, sino por las demás personas y el hecho que las demás personas hayan adquirido un permiso de trabajo también es agradable”, agregó Calderón.

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El activista pro inmigrantes y estudiante indocumentado de la Universidad Internacional de La Florida, FIU, en Miami, Julio Calderón pregunto sobre la situación de los menores no acompañados que están cruzando ilegalmente la frontera, ya que él fue uno de ellos, durante la conferencia sobre la reforma migratoria en FIU.