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Feature News | Tuesday, January 21, 2014

El Proyecto Jos� ense�a a los hombres a ser padres

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Los mentores del Proyecto José, el Hno. Chris Handal, un novicio de Franciscanos por la Vida, y Joseph King,
al centro, hablan acerca de su trabajo mientras el Superior de los Franciscanos, el Hno. Jay Rivera, escucha.

Fotógrafo: ANNE DIBERNARDO | FC

Los mentores del Proyecto José, el Hno. Chris Handal, un novicio de Franciscanos por la Vida, y Joseph King, al centro, hablan acerca de su trabajo mientras el Superior de los Franciscanos, el Hno. Jay Rivera, escucha.

Hermano Jay Rivera, fundador de los Franciscanos por la Vida y el Proyecto José.

Fotógrafo: ANNE DIBERNARDO | FC

Hermano Jay Rivera, fundador de los Franciscanos por la Vida y el Proyecto José.

HOLLYWOOD | En un día cualquiera, la actividad en una clínica de abortos es predecible. El padre deja a la madre, y o bien se va, o espera impaciente en su auto. 

Basta con preguntarle al Hno. Jay Rivera, el superior de Franciscanos por la Vida, de la Arquidiócesis de Miami.Después de semanas de trabajo voluntario en el Centro de Ayuda con el Embarazo, de Respect Life (Respeto a la Vida), en Hollywood, en el año 2009 se sintió profundamente disgustado al darse cuenta de que el movimiento Pro-Vida estaba siguiendo la misma línea de pensamiento del movimiento Pro-Choice: haciendo del embarazo un asunto de la madre e ignorando por completo al padre.

“Éste es el mismo argumento del movimiento Pro-Choice: los padres no importan, el cuerpo pertenece a la madre”, dijo el Hno. Rivera, que sabe la importancia de ser padre. Él perdió a su esposa y a uno de sus tres hijos, hace muchos años, y se quedó solo para criar a un hijo y una hija, mientras eran aún muy jóvenes.

“La Iglesia Católica no está utilizando ese lenguaje, sino que la Iglesia dice, en esencia: Ella es la que está embarazada, de modo que es a ella a quien tenemos que rescatar”, dijo el Hno. Rivera.

En un esfuerzo por transformar esta actitud, comenzó a colaborar con Joan Crown, directora arquidiocesana de Respeto a la Vida, para crear el Proyect Joseph (Proyecto José), un ministerio de factura franciscana para ayudar a los padres en los embarazos riesgosos. El proyecto forma parte del Ministerio de Respeto a la Vida de la Arquidiócesis.

“Si no es franciscano, el Proyecto José no va a funcionar. Cada voluntario está capacitado para predicar el Evangelio de acuerdo a la regla y el espíritu de San Francisco de Asís”, dijo el Hno. Rivera. Su misión es recuperar la paternidad y la salvación de las almas, salvando a los niños. 

Un posible “cliente” del Proyecto José sería un padre que está “en la cerca”. Él llega al programa a través de la insistencia de las mujeres embarazadas que acuden a cualquiera de los cinco centros de Ayuda con el Embarazo, de Respeto a la Vida. Este padre, o bien ayuda a su hijo a venir al mundo, o lleva a la madre a una clínica de abortos, dijo el Hno. Rivera durante un taller de capacitación que tuvo lugar recientemente en la Oficina de Respeto a la Vida, en North Dade.

El taller, al que asistieron cuatro hombres, fue dirigido por el Hno. Rivera y otros dos mentores del Proyecto José: el Hno. Chris Handal, un Novato entre los franciscanos de Respeto a la Vida, y Joseph King, un miembro de la comunidad laica que trabaja en la oficina de Respeto a la Vida en Hollywood, donde se atiende el Proyecto José.

Cada uno de los hombres que participaron en el taller tenía una razón diferente para el voluntariado.

“Me hubiera gustado que hubiera habido algo como esto cuando yo estaba pasando por una situación similar”, dijo Carlos Govantes, un feligrés de St. Edward, en Pembroke Pines, que se enfrentó a la paternidad a los 18 años. Se enteró del Proyecto José por el boletín parroquial, y sintió que tenía que ver con su propia vida.

El programa ofrece tres niveles de servicio: asesoramiento individual para padres en crisis de embarazo; educación en grupo; y asistencia material a los necesitados. El Proyecto José está junto al padre desde el momento mismo en que él entra en el programa, y hasta que su hijo cumpla los dos años.

Durante tres segmentos de encuentros de seis semanas, los participantes del programa aprenden lo que se necesita para ser buenos padres y la importancia de estrechar lazos con sus hijos desde el momento de la concepción. También aprenden la importancia de la planificación financiera, la administración del tiempo y la responsabilidad compartida con la madre de sus hijos. El último segmento de encuentros se ocupa de cuestiones morales como la fe, la familia, la sociedad y el gobierno.

“El reto es prepararlos emocional y materialmente”, dijo el Hno. Rivera, quien agregó que deliberadamente se habla de Dios en la última parte del programa, porque el proselitismo no es parte de la espiritualidad franciscana. Los padres también tienen la oportunidad de ganar “dinero paternal” para comprarle artículos al bebé en la tienda de la Oficina de Respeto a la Vida.

“Todo el mundo sabe del problema del padre ausente, y parte de esa imagen que tenemos de él es que no le importa, pero nada puede estar más lejos de la verdad”, dijo Barbara Groeber, Coordinadora de Educación de Respeto a la Vida en la Arquidiócesis.

“No es que a los hombres no les importe. Es que les hemos dicho: “Nosotras no los necesitamos, por lo que sienten que no son necesarios. Ellos no saben qué hacer y no tienen confianza en [el hecho de] ser padres”, dijo Groeber.

“En su interior, ellos sienten que estarían ayudando si no estuvieran alrededor. Es triste, porque los hijos, la esposa y la sociedad necesitan de estos padres, y el Proyecto José está actuando como tutor de estos hombres: hombres que son buenos padres abrazan a esos hombres y les dicen: Vamos a ayudarlo a ser un padre maravilloso… y ellos se esfuerzan por aprovechar esa oportunidad”. 

Y añadió: “De hecho, uno de nuestros hombres, que entró en el programa, ahora es un mentor”.

A fin de servir en el Proyecto José, los voluntarios deben ser católicos, y aceptar las enseñanzas de la Iglesia sobre el sexo, el matrimonio y otros principios morales y doctrinales.

Los tutores deben asistir a uno de los talleres sobre temas patrocinados por Respect Life, así como al taller Ambiente Seguro patrocinado por Virtus, y que son ofrecidos por la Arquidiócesis de Miami.

Los mentores del Proyecto José también tienen que comprometerse con una formación permanente en teología, espiritualidad y atención pastoral. Se les recuerda continuamente que vean a cada hombre como Cristo lo ve, y que se acerquen a cada hombre como si fuera el primogénito entre muchos hermanos, de acuerdo con los principios franciscanos.

Dado que la espiritualidad es la dimensión más importante del Proyecto José, la formación presenta los futuros mentores al Santo Patrón del movimiento Pro-Vida, San Maximiliano Kolbe, un fraile franciscano conventual, que en 1941, mientras estaba en prisión en Auschwitz, sacrificó su vida para salvar la vida de un hombre que tenía una familia.

“Max nos muestra hasta dónde podemos llegar para proteger y defender la vida humana”, dijo el Hno. Handal. “Max es un gran ejemplo de lo que es el Evangelio de la Vida, y nos enseña a ser la voz de los sin voz. Mi esperanza es que su vida, entregada por completo al Evangelio de la Vida, nos inspire para llevar ese Evangelio a todos los que nos encontramos en este lado de la eternidad, sobre todo a los no nacidos y a las familias destruidas”.

El Proyecto José es un “milagro de la revelación divina”, dijo el Hno. Rivera. Dice que San José es “el mayor protector de la maternidad” y le da gracias por inspirarlo —por medio de un sueño— para crear el programa.

“José confía en Dios y María. Él es un hombre de gran fe. José es un proveedor, un hombre de familia. De manera no diferente a los bebés marcados para el aborto, el niño Jesús nace con una condena a muerte por un crimen que no ha cometido. Es gracias a la llegada de los Reyes Magos como José termina por saber que debe huir a Egipto. Él protege a Jesús y se convierte para nosotros en el modelo del perfecto hombre de familia.

José, sin pronunciar una palabra, proclama la santidad de la maternidad con más fuerza que cualquier persona en la historia del cristianismo. Sus acciones hablan acerca de los niños, el matrimonio y la crianza de los hijos, sobre la dignidad del hombre y de la mujer y la alianza de los esposos”.

“Así que mi oración fue contestada, y ahora tengo una visión para estos padres”, dijo el Hno. Rivera. “Tengo que ayudarlos a crecer para ser como este hombre, y tomar a un padre que se había perdido, confundido y asustado, y caminar con él siguiendo los pasos de San José”.

Comments from readers

cecilia - 01/26/2014 08:32 PM
May God through the powerful intercession of St. Joseph continue to bless your work with these men and their families.
- cecilia-

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