Santa Madre Mar�a y la confianza en Dios
Monday, June 11, 2018
Linda Rose Ingrisano
Aunque soy católica romana de nacimiento, no me crié en la Iglesia. Cuando finalmente decidí buscar mi fe, fui a muchas iglesias distintas antes de regresar a la Iglesia católica.
Estaba mal informada sobre María, la Madre de Dios. Descubrir uno de los más bellos regalos que nos ha dado Nuestro Señor en Nuestra Santa Madre ha sido un largo recorrido. En los últimos años, ella ha sostenido mi corazón roto en sus manos amorosas y ayudado a sanarlo. También ha estado guiándome y enseñándome los caminos del Reino de Dios.
La Madre María tiene mucha sabiduría, dulzura, amor, conocimiento y poder. Es nuestro modelo más perfecto en la práctica de confiar en Dios.
Tomen en cuenta lo siguiente: Un ángel se le presenta a María y le dice que ella tendrá un hijo por obra del Espíritu Santo. Este hijo será el propio hijo de Dios, y su nombre será Jesús.
María le da su consentimiento.
¡Guau! Ella no se asusta por el hecho de que todavía no está casada y pudiera ser condenada a muerte. Todos los planes para su propia vida cambiaron en un instante. ¿Cuántos de nosotros aceptaríamos con tanta facilidad un cambio en nuestros planes?
Yo sé que piensan: “Pero ella vio un ángel”. Y les respondo: Aun cuando escuchan a Dios, ¿prestan atención?
Sé que yo no. Pero estoy aprendiendo a hacerlo.
Es que, si vamos a recorrer los caminos de Dios, debemos confiar como niños. Es seguirle y confiar en Él, no en nosotros mismos.
María confió en Dios hasta Belén, donde dio a luz al Salvador del mundo. Tuve una revelación sobre la más santa de las noches, y me di cuenta de que los sabios llevaron todos esos regalos costosos a María y a José antes de saber que necesitarían dinero para viajar a Egipto.
Recuerden: fue en un sueño que Dios le dijo a José que huyeran a Egipto con el bebé para salvar la vida de Jesús porque el rey estaba matando a todos los recién nacidos. Dios instruye a su seguidor a que haga algo, le brinda la manera de hacerlo, y se realiza. José confió y lo hizo.
No puedo encontrar algo en las Escrituras que diga que María luchó contra los “acontecimientos” en su vida, aun cuando fue testigo de la muerte despiadada de su hijo. ¡Así es que se confía como un niño!
Piensen en un momento cuando eran jóvenes y querían jugar con algo peligroso. ¿Quizás con aquella navaja? ¿Con fósforos? Sus padres les dijeron que no, y ustedes se enojaron muchísimo. Pero sus padres les querían tanto que sabían que no eran capaces de manejar navajas o fósforos. Les querían mantener a salvo.
Así es como nuestro Padre en el cielo es con nosotros. Él sabe lo que es peligroso. Él sabe lo que necesitamos para nuestra seguridad, para nuestro crecimiento. Él solo quiere lo bueno para nosotros. Él nos ama. En Él podemos confiar.
Cuando nos rebelamos contra los “acontecimientos” en nuestras vidas, sean grandes o pequeños, rechazamos lo bueno que Dios tiene para nosotros. De nuevo, estamos usando nuestro juicio, nuestra imaginación, nuestra voluntad, en lugar de confiar en Dios.
María, Madre de Dios, ¡enséñanos a confiar como niños, como lo hiciste tú!
Este blog está tomado del libro “Strength for Your Journey” (Fortaleza para la Jornada), de Linda Rose.
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