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Día de Reyes en Cuba


Para quienes nacimos y crecimos en la Cuba republicana (1902-1958), la Fiesta del Día de Reyes era un regalo que se esperaba con ansiedad, sobre todo en “el campo”, es decir, en todo aquella Cuba que no era La Habana.

Las Navidades, como en todos los países hispánicos, comenzaban el 24 de diciembre, víspera de Navidad, con la Nochebuena: comida familiar con “aquel pobre lechón que murió de repente, con un palo en la frente y un tremendo chichón”, como proclamaba la canción popular. Nochebuena, en Cuba, era “fiestón” y de los grandes.

Cubierta de una revista cubana en la década de 1950.

Fotógrafo:

Cubierta de una revista cubana en la década de 1950.

Los tíos, los primos y los abuelos ya han llegado desde sus pueblos y provincias, y el fogón humea, y las viandas llenan la casa de aromas. Al día siguiente, el 25, la verdadera Navidad, comíamos fiambres, las suculentas “sobras” del lechón, Pero aquello sólo estaba comenzando, porque ahora venía el 31 de diciembre, y a esperar el Año Nuevo, con otro “fiestón”, y a las 12 de la noche salíamos a tirar cubos de agua a la calle, para que todas las cosas malas que había traído el Año Viejo se fueran de la casa. Y ya renovados y llenos de esperanzas en el nuevo año, todavía nos quedaba otra fiesta: el Día de Reyes.

Ya el día 5 de enero por la tarde, salíamos a cortar hierba para los camellos de los Tres Reyes: Gaspar, Melchor y Baltasar, y la apilábamos frente a la casa, en tres montones, uno para cada camello. Luego había que dejarles agua, casi siempre en un cubo grande, porque los camellos venían de muy lejos, cargados de regalos, y tenían hambre y sed. Mis primas y yo competíamos a ver quién las ofrecía a los camellos la mejor pila de hierba, y el agua más abundante.

En estos preparativos caía el sol de enero, y se hacía de noche. Era la noche más larga del año, porque aún nos faltaba comer, escuchar las novelas de la radio o de la TV, irnos a dormir, y pasar toda la noche soñando con los regalos que, al amanecer del día siguiente, encontraríamos en la sala, misteriosamente dispuestos junto al Árbol de Navidad y el Nacimiento, porque en la Cuba de entonces no había Árbol de Navidad sin Nacimiento, y las madres competían por ver quién de ellas le montaba a sus hijos el Nacimiento más bonito.

Pero todo esto era nada en comparación con el amanecer del 6 de Enero, el Día de Reyes. Habíamos escrito nuestras cartas a Gaspar, Melchor y Baltasar, dirigidas en un sobre a los “Queridos Reyes Magos”, pidiéndoles los regalos que deseábamos para aquel año. Y al niño o a la niña que se hubiera “portado mal” durante los doce meses precedentes, los Reyes le dejarían un saco de carbón. Pero no recuerdo que le hayan dejado un saco de carbón a nadie. Los Reyes eran tan buenos, que hasta dejaban en las casas regalos para nuestros amigos.

Corríamos, pues, hacia los paquetes, no pudiendo ya más con el ansia de abrirlos para encontrar el tren eléctrico, la muñeca que cerraba y abría los ojos y decía “Mamá” (posiblemente en inglés), el león que rugía con voz de hojalata, el traje de pelotero con los colores del Habana o el Almendares (no recuerdo si los había del Marianao o del Cienfuegos), el bate, el guante, la pelota, el cinturón con dos revólveres de fulminantes, el vestido de la Bella Durmiente o la careta de la Bestia. Para algunos de nosotros, todo estaba allí, y hasta había más de lo pedido.

Pero otros, mi amigo Roberto entre ellos, encontraban menos juguetes, como si los niños de familias pobres tuvieran un lugar más pequeño en el corazón de los Reyes. Pero no, porque a veces nuestra madre nos decía: “A ver, este carrito de cuerda, aunque aquí no dice nada, debe de ser para Roberto... Dáselo tú”.

Alegría y tristeza el mismo día, pero eran la alegría y la tristeza que nacen de la esperanza.

Día de Reyes en Cuba, Fiesta del 6 de Enero, tradición que nos llegó con los españoles y que los africanos de los barracones hicieron suya, año tras año, durante varios siglos.

Y me complace creer que es un regalo de los Reyes Magos para todos nosotros.

Comments from readers

Vincent Limoli - 01/02/2020 04:58 AM
I had heard the term'Three Kings Day' but never knew the meaning behind it.Thanks for the nice article.
HECTOR GONZALEZ - 12/30/2019 03:11 PM
Emilio, contado asi es un cuento de hadas...una historia muy bella idilica casi salida de un mundo magico..eramos felices, inmensamente felices durante el capitulo cubano 1902-1958 algo paso que unos duendes se colaron por la chimenea, apagaron el fuego y espantaron a los Reyes Magos..nunca te has preguntado "no el como" sino "el por que? vino este nuevo capitulo de historia cubana. Algo falto en tu historia magica que no embobaba a un sector del pueblo Cubano y que se sentian olvidados de esos Reyes Magicos (tan Magicos).Hubo tirania en Cuba antes del 58..hubo acribillamiento de rivales...la economia floreciente no llegaba a todas las gentes..no supimos crear una politica social efectiva y si en el 40 de algo de eso se hablo en la Constitucion Batista la silencio. Teniamos y temenos sangre espanola en las venas con ADN de Reconquista, Guerra Civil 36-39 etc.. y sangre negra frustrada en la revuelta de 1912..los negros querian mas poder..los colegios catolicos eran clasista y la JaiLaif presumia en sus grandes casinos...Fidel dijo vengan tras mi y llego el Comandante y mando a parar la Magia.y ahora que Podemos hacer??? Empezar de nuevo??? Resucitar a los camellos?? acabar con las Monarquias??o Recoger todas esos escombros y construer con ellos un Templo Nuevo con lo Viejo y lo Nuevo...y recuperar todo.

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