En esperanza anhelante
Monday, December 3, 2012
*Sr Silvia Maria,SCTJM
El Adviento está aquí y, como cada año, la Iglesia nos da la oportunidad de que nos preparemos para Su venida; esperamos la llegada de nuestro sanador, Salvador y Señor. Con la esperanza de la Santísima Virgen, esperamos Su nacimiento en nuestros corazones, en nuestras vidas y, en este tiempo histórico, esperamos que vuelva a nacer en nuestra cultura, nuestro país y el mundo.
Fotógrafo: FILE PHOTO
Como la temporada del Adviento nos invita a prepararnos para la venida de Cristo, todos los que disciernen detenidamente el llamado a la vida religiosa también se hacen estas preguntas: en esta temporada, ¿quiere Cristo nacer de una nueva manera en mi vida? ¿Quiere que yo cumpla mis promesas bautismales de una manera más profunda? Como en el Adviento, si Jesús desea venir a mi vida más profundamente, ¿cómo me estoy preparando para su llegada inminente?
El tiempo de espera para que escuchemos con claridad el llamado del Señor en nuestras vidas no es una espera pasiva, tanto como no lo fue para nuestra Señora o san José mientras esperaban el nacimiento de nuestro Señor. Como ellos, nosotros debemos prepararnos para la entrada más profunda del Huésped Divino en nuestras almas. Este momento de espera rebosa en esperanza anhelante. Por eso, es un tiempo de alegría y anticipación ante la llegada de la plenitud de los tiempos, donde Dios se revelará totalmente a Sí mismo en mi vida. Es también un tiempo para una jornada confiada hacia los belenes inesperados que nos presenta, escuchando y obedeciendo cuidadosamente las instrucciones del Señor aun cuando parezca que no tienen sentido.
¿Cómo puedo vivir de manera más sencilla y obediente? ¿Qué debe permanecer atrás para que pueda realizar la jornada hacia Belén sin obstáculos? ¿Cómo obedezco los mandamientos de nuestro Señor y las pequeñas señales que utiliza para guiarme en mi vida diaria? ¿Cómo está mi oración? ¿Se encuentra libre de los obstáculos de mi propia voluntad?
La época del Adviento para esperar al Señor es un tiempo para limpiar el pesebre de nuestros corazones, de modo que el Señor pueda encontrar una morada digna para Su Corazón. ¿Qué es lo que debe purificarse o eliminarse en mí, para que el pesebre de mi corazón sea digno de recibirle? Por último, ¿dónde está mi tesoro? ¿Soy como la Santísima Virgen y san José, esperando en un solo corazón la llegada de mi Señor?
Si desean más información sobre la vida religiosa o nuestra comunidad, por favor, siéntanse en la libertad de comunicarse con nosotras a través de www.corazones.org.

Comments from readers
Thank your for yrou receptive heart.... may you permit the Lord to do great things for you this Advent season, so that He can be born anew in you this Christmas.