La sumisi�n al amor
Monday, June 6, 2011
*Sr Silvia Maria,SCTJM
Hace años, mientras dirigÃa un estudio bÃblico para estudiantes universitarios, estudiábamos el capÃtulo 5 de Efesios. Cuando leÃmos: “Que la esposa se someta a su maridoâ€, un grupo de mujeres se enfadó, pues consideraba repugnante la idea de someterse a los esposos.
En nuestros dÃas, es difÃcil encontrar a alguien que esté dispuesto a someterse. Todos queremos ser independientes, autosuficientes, sin que alguien nos diga lo que debemos hacer. Pero este es, precisamente, el llamado de Dios para la vocación del matrimonio y para la vida consagrada.
Durante aquel desafiante estudio bÃblico, traté de explicar que el capÃtulo 5 de Efesios hace un llamado a la sumisión mutua. Tanto el hombre como la mujer están llamados a someterse. Las Escrituras dicen: “Sométanse los unos a otros, por consideración a Cristo†(Efesios 5:21). Pero el Señor le pide al hombre todavÃa más: debe someterse y debe morir por su esposa, como Cristo murió por su Esposa, la Iglesia, y se entregó por ella para santificarla, limpiarla y presentarla a sà mismo en esplendor (Efesios 5: 25-28). El Esposo está llamado a morir para que pueda embellecer a Su Esposa.
Las mujeres que están llamadas a la vocación matrimonial deben estar atentas para escoger un esposo que desee vivir la misión sublime que Dios le dio para entregarse por ella, para santificarla por su sacrificio. Sin embargo, las religiosas no esperamos que nuestro Esposo sea fiel en su misión, pues Jesús, nuestro Esposo, ya ha hecho de su vida un total sacrificio y oblación por su Esposa. Ahora nos corresponde a nosotras vivir nuestro llamado en respuesta a ese don tan generoso. Debemos hacer lo posible por cooperar con su gracia, por confiar, por rendirnos y permitir ser purificadas y santificadas por un Esposo que nos ha amado hasta el extremo de ser crucificado por embellecernos. Si no somos más purificadas, transformadas, y esplendorosas, no es por culpa de nuestro amado Esposo, sino por nuestra propia falta de sumisión a la voluntad salvadora y transformadora que forma parte de su plan para nuestra salvación y santificación.
Señor, oramos para que esas mujeres que escoges como religiosas estén dispuestas a responder a tu llamado para entregarse a Ti; que estemos dispuestas a someternos a Ti en todo, como esposas fieles de un Esposo eternamente fiel, que se sacrifica a Sà mismo. Que nosotras, las esposas religiosas, estemos sujetas a nuestro Esposo, para que le demos la libertad absoluta de realizar Su plan de presentarnos a él mismo, sin mancha, arruga o cualquier cosa similar, y que seamos santas, sin imperfecciones. Vivir este llamado no sólo es para nosotras, sino para un mundo que necesita ver la belleza transformadora que es resultado de aquellos corazones que, como nuestra SantÃsima Madre, se someten a Cristo por amor, dispuestas como Ella a decir en todo: “Que se haga en mà según Tu Palabraâ€.

Comments from readers
You are on the right track, desiring to follow Mary- just persevere following Her to Jesus.
Our Lord is so worth it!... As you well know.
I remember talking to Father Whiteside about this in spiritual direction one time- you both explain it so well. "The Bridegroom is called to die that he might beautify His Bride" reminds me of a homily he gave on Fathers day about Jesus on the cross as a model for Fatherhood. The Holy Spirit works so easily through the humble
I love this: "like our Blessed Mother, submit their lives to Christ for love, willing to say, like her, in everything 'Let it be done to me according to Thy Word.'" I have so much admiration for her pure desires and holiness- I've been asking her to keep my heart and ears on the desires of her Son (instead of my own desires- which I have a tendency to do...) and the graces to respond with love to each of them- especially for my vocation! She was so good at doing that all throughout her life and look how fruitful it was!!
Thank you Sister