�Necesita todav�a la raza humana a la familia?

Monday, May 16, 2011

*Eduardo R.Jimenez

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Cuando vemos la situación en la sociedad moderna, notamos señales de desintegración familiar junto con las muchas definiciones de la familia, como mujeres que tienen hijos sin padres por medio de la inseminación artificial. Otros sostienen que el matrimonio no es necesario; por eso son más las parejas que optan sólo por vivir juntas mientras dure su amor. A la vez, vemos un algo porcentaje de divorcios, violencia doméstica, jóvenes involucrados en pandillas, y el problema del abuso de sustancias.

¡Caramba! Esa es una imagen negativa, pero mi propósito es atraer la atención a la necesidad y  la importancia del Ministerio de Vida Familiar.

Para ponerlo de una manera positiva: No se trata de que la raza humana no necesite a la familia, sino lo contrario: sin la familia, no hay raza humana. Fuimos creados a imagen de Dios, y Dios, en su Santísima Trinidad, es Familia. En las Escrituras, Dios es revelado como AMOR. Si fuimos creados a imagen de Dios, entonces fuimos llamados a vivir con amor y en amor. Hay una relación entre este llamado a Dios, que es amor, y nuestra realización como seres humanos: mientras más alejados estamos de Dios, menos realizados estamos como seres humanos; mientras más cerca estamos de Dios, más realizados estamos como seres humanos. Todos los efectos sociales negativos de los que somos testigos en nuestros días, son consecuencia de nuestro alejamiento de Dios.

Nuestra Oficina del Ministerio de Vida Familiar trabaja arduamente para contribuir al menos nuestro grano de arena al gran desafío de construir el Reino de Dios como familias que sirven a las familias. Tratamos de practicar lo que escribió el Papa Juan Pablo II en su Exhortación Apostólica de 1981, “Sobre la Familia” (Familiaris Consortio): “Los planes de pastoral orgánica, a cualquier nivel, no deben prescindir nunca de tomar en consideración la pastoral de la familia” (núm. 70). En 1988, la comisión especial sobre el Matrimonio y la Vida Familiar, de los Obispos de los Estados Unidos, desarrolló un manual para todos los líderes pastorales, titulado “A Family Perspective in Church and Society” (Una Perspectiva Familiar sobre la Iglesia y la Sociedad), basado en Familiaris Consortio. Diez años después fue actualizado, y es un documento válido como respuesta a muchos de los actuales desafíos en el campo del ministerio de vida familiar.

La visión que dirige nuestro departamento en la planificación, puesta en práctica y evaluación de programas y ministerios, descansa en cuatro elementos:

- Una visión cristiana de la vida familiar
- Una visión de la familia como un sistema en desarrollo
- El reconocimiento de la diversidad en las familias
- La necesidad de la colaboración entre las familias y las instituciones


Ahora deseo concentrarme en el segundo elemento: la familia como un sistema en desarrollo. Esto asume que un individuo vive conectado a otros por las relaciones. Una de las dinámicas más importantes en los sistemas familiares es el ciclo de la vida familiar, compuesto por etapas. En cada etapa hay tareas que cumplir para pasar con éxito a la próxima etapa, y así sucesivamente. Estas etapas incluyen: una nueva familia sin niños, los nuevos padres, la familia con hijos en edad escolar, la familia cuyos hijos se van del hogar, la familia que envejece (parejas o padres retirados).

Nuestra oficina desea apoyar las familias en cada etapa, para que puedan pasar con éxito a la próxima etapa en el proceso de desarrollo. Por eso tenemos programas y movimientos que ministran a las familias en la primera etapa a través de los programas de preparación para el matrimonio: en español, Camino del Matrimonio; en inglés, Sacramentality Day, basado en la Teología del Cuerpo, de Juan Pablo II; Life Skills Day (Día de Destrezas para la Vida) o Engaged Encounter (Encuentro de Comprometidos), en inglés; Pre-Caná II en inglés y español para quienes contraerán segundas nupcias; programas de convalidación en inglés, y su equivalente en español, Matrimonio 2000; y Focus Inventory (Inventario de Focus), una herramienta de gran valor para la preparación familiar.  

En las primeras etapas después del matrimonio, nuestro departamento trabaja con movimientos como el Encuentro Matrimonial Mundial y el Movimiento Familiar Cristiano.

Para las familias con niños, tenemos Impacto y Encuentros Familiares.

Para quienes están divorciados y separados, tenemos los retiros de Wellspring, en inglés, y los retiros de Resurrección, en español, al igual que grupos de apoyo en ambos idiomas (llamado Ágape, en español).

Para las parejas divorciadas y vueltas a casar, que no pueden recibir la comunión, iniciamos recientemente un nuevo ministerio, Verdad y Misericordia (Truth and Mercy), también basado en Familiaris Consortio.

Para las familias que han perdido un ser amado, tenemos Betania, para los padres que han perdido a un hijo; Naím, para las viudas y los viudos; y un nuevo ministerio para las familias que atraviesan una enfermedad, llamado Senderos de Esperanza. Tanto Naím como Senderos de Esperanza ofrecen retiros.

A pesar de todos estos movimientos y programas, el Ministerio arquidiocesano de Vida Familiar no está cubriendo todas las necesidades y desafíos que las familias enfrentan en estos días. Al menos tratamos con humildad de apoyarlas en la mayoría de sus etapas y a través de muchas de sus luchas. Deseamos construir el Reino de Dios al fortalecer las familias en el amor de Jesucristo, porque creemos que acercarnos a Dios nos hace más humanos, más capaces de vivir nuestra auténtica identidad cristiana con libertad y dignidad.

Por eso invitamos a aquellos de ustedes que aún disciernen sobre cómo servir, a que consideren ayudarnos para servir a los matrimonios y a las familias en este ministerio, o que sólo ‘vengan y vean’. ¿Lo harán?