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Feature News | Wednesday, September 12, 2018

Papa Francisco convoca reuni�n sobre crisis de abuso

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CNA/EWTN News

Fotógrafo:

CIUDAD DEL VATICANO | El Papa Francisco convocó una reunión de los presidentes de todas las conferencias episcopales del mundo para hablar sobre la prevención de abusos a menores y a otras personas vulnerables en el seno de la Iglesia. La reunión tendrá lugar en el Vaticano, del 21 al 24 de febrero de 2019.

Una declaración del consejo asesor del Papa, el 12 de septiembre dijo: "El Santo Padre Francisco, al escuchar al Consejo de Cardenales, decidió convocar una reunión con los presidentes de las conferencias episcopales de la Iglesia Católica sobre el tema de la ‘protección de menores'".

Según el sitio web GCatholic, hay 114 conferencias de obispos y 21 sínodos patriarcales, consejos de iglesias y asambleas de ordinarios.

El anuncio siguió a una sesión de tres días del Consejo de Cardenales del Papa Francisco, comúnmente llamado "C9", que se creó en el 2013 para asesorarle sobre el gobierno y la reforma de la Curia Romana.

Una de las principales tareas de los nueve cardenales ha sido la revisión de la constitución apostólica de 1988, Pastor bonus, que regula el gobierno de la Curia Romana. En su última sesión del 10 al 12 de septiembre, el consejo hizo los ajustes finales al borrador de la nueva constitución, titulada tentativamente Praedicate evangelium, antes de entregarla al Papa Francisco. El Vaticano dijo que todavía se someterá a una revisión estilística y a una revisión de los elementos canónicos antes de su publicación.

Mientras tanto, han pasado más de dos semanas desde que el ex nuncio papal en Estados Unidos, el Arzobispo Carlo Maria Viganò, diera a conocer su "testimonio" de 11 páginas sobre lo que él llamó el "caso desgarrador del Arzobispo emérito de Washington, D.C., Theodore McCarrick".

El Arzobispo Viganò escribió que en el 2006 envió un memorándum a sus superiores en el Vaticano, en el que decía que el Cardenal Theodore McCarrick tenía una historia de mala conducta sexual con seminaristas y sacerdotes y que se debería dar ejemplo con él para el bien de la Iglesia.

El Arzobispo Viganò afirmó que su memorándum fue ignorado, por lo que envió otro en el 2008. Ese, dijo, tuvo el efecto deseado. En su testimonio dice le dijeron que el Papa Benedicto XVI impuso "sanciones canónicas" al Cardenal McCarrick en el 2009 o 2010, prohibiéndole vivir en un seminario, celebrar los sacramentos públicamente y hacer cualquier tipo de apariciones públicas.

Finalmente, el Arzobispo Viganò alegó que el Papa Francisco ignoró a sabiendas las sanciones de Benedicto sobre el Cardenal McCarrick, e hizo del cardenal uno de sus consejeros más cercanos. Por eso, dijo el Arzobispo Viganò, el Papa Francisco debe renunciar.

Aunque ni el Papa Francisco ni ningún cardenal curial de alto rango se han referido directamente a las afirmaciones del Arzobispo Viganò, ni han hablado directamente sobre el actual escándalo del Arzobispo McCarrick, el 10 de septiembre, una declaración del Consejo C9 de Cardenales sugirió que "la Santa Sede está a punto de formular las aclaraciones necesarias".

Lo que exactamente será "aclarado" aún no está claro, pero parece que el Vaticano se ocupará de la acusación de que el Papa Francisco "encubrió" las acusaciones de abuso sexual contra el Arzobispo McCarrick.

De hecho, una carta obtenida por Catholic News Service reveló que el Vaticano había sido informado sobre la mala conducta sexual del Arzobispo McCarrick con los seminaristas ya en el año 2000. Sin embargo, el Papa Juan Pablo II lo asignó a Washington en 2001 y lo nombró cardenal unos meses después.

Las acusaciones de que el Arzobispo McCarrick abusó sexualmente repetidas veces de al menos un adolescente en la década de 1970 se hicieron solo — y se determinó que eran creíbles por la Arquidiócesis de New York— en junio de este año. El 27 de julio, el Papa Francisco le ordenó al Arzobispo McCarrick "una vida de oración y penitencia en reclusión" y aceptó su renuncia al Colegio Cardenalicio.

Sobre el tema del abuso sexual, el Papa también se reunió el 13 de septiembre con representantes de los obispos de Estados Unidos: El Cardenal Daniel DiNardo, presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos, el Arzobispo José Gómez, vicepresidente de la conferencia, y Mons. Brian Bransfield, secretario general. También estuvo presente el Cardenal Sean O'Malley, Arzobispo de Boston y presidente de la Comisión Pontificia para la Protección de Menores.

Después de la reunión, el Cardenal DiNardo hizo una breve declaración a través de la Conferencia Episcopal de los Estados Unidos: "Estamos agradecidos con el Santo Padre por habernos recibido en audiencia. Hemos compartido con el Papa Francisco nuestra situación en los Estados Unidos; sobre cómo el Cuerpo de Cristo se desgarra por el mal del abuso sexual. El Papa nos ha escuchado atentamente y con el corazón. Fue un intercambio largo, fructífero y bueno”.

El Cardenal DiNardo en su declaración dijo también que él, junto con el Cardenal O'Malley, el Arzobispo Gómez y Mons. Bransfield, esperaban continuar trabajando junto con el Papa Francisco para resolver la crisis que enfrenta la Iglesia en los Estados Unidos.

La reunión le siguió a una serie de llamados de los críticos para que el Papa Francisco entregue los archivos del Arzobispo McCarrick en Roma y en la nunciatura apostólica en Washington, D.C.

Aunque en su declaración no especificó si el caso del Arzobispo McCarrick o los archivos del Vaticano relacionados con él fueron discutidos durante la reunión, el Cardenal DiNardo ha pedido previamente una mayor transparencia por parte de las autoridades de la Iglesia en asuntos de abuso sexual, y especialmente en el caso del Arzobispo McCarrick.

En su declaración del 16 de agosto pidiendo una reunión con el Papa Francisco, el Cardenal DiNardo dijo que presentaría a la Santa Sede un plan de la USCCB para tratar la "catástrofe moral" del abuso sexual. Ese plan requiere una investigación del Vaticano sobre "cuestiones que rodean al Arzobispo McCarrick", nuevas vías para reportar la mala conducta, y nuevos procedimientos para tratar las quejas contra los obispos.

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