By Maria Eugenia Biord - La Voz Catolica
MIAMI | Para Gary Urban “la pérdida del amor de su vida” fue muy dolorosa. Perdió a su esposa durante la pandemia; recordó que en ese momento era imposible conseguir apoyo personalmente, pero a comienzos del 2022 logró contactarse con Arlex Cardona, creador del grupo de apoyo para el duelo la Buena Esperanza.
“Fue la primera vez que tuve la oportunidad de sentarme cara a cara con alguien”, recordó Urban.
“Necesitaba ser escuchado, poder hablar con alguien”, dijo, y explicó que en estas reuniones hay otras personas en condiciones de pérdida similar y se establece una empatía que hace que la comunicación entre los miembros fluya.
“No puedo imaginar pasar un dolor tan grande solo. Sin personas que te puedan escuchar, que estudian y se preparan para ayudarte”, indicó.
Urban, quien no es un católico practicante, reconoce el trabajo y la disposición de Cardona en “ayudarte a entender lo que te está pasado”, y recomienda los grupos de apoyo porque “hay alguien que realmente está allí para ayudarte, para consolarte, para escucharte, para permitirte hablar libremente sobre todo lo que uno siente y ofrecerte apoyo”.
La muerte de un ser querido genera muchas y distintas emociones, que van desde la negación, la culpa, la ira, el aislamiento, hasta cambios físicos y depresión. El duelo es ese proceso de dolor que se genera con la pérdida del ser amado, y “no estamos preparados para eso”, dijo Cardona.
Este grupo fue fundado en el 2015, en la parroquia Our Lady of Divine Providence, en Miami, con el apoyo del párroco, el P. Enrique Estrada, con el objetivo de asistir a los deudos en el proceso de la pérdida de un ser querido, y proporcionar soporte emocional a la comunidad de habla hispana de la Arquidiócesis de Miami.
Cardona es un consejero de duelo certificado, quien además posee una maestría en Servicios Humanos y estudios de sicología, filosofía y teología. Dice que la satisfacción de ayudar al otro es su mayor motivación y, aunque aclaró que no es terapista, “el grupo de apoyo es terapéutico”.
Las reuniones son gratuitas, en español, y los grupos son abiertos y mixtos. Se realizan una vez al mes, de manera presencial, en las parroquias de Our Lady of Divine Providence, Prince of Peace, St. Michael the Archangel y St. Louis, todas en Miami.
Durante las sesiones “ponemos música clásica, hacemos papelitos con memorias de nuestros seres fallecidos, hablamos sobre ellos”, porque la clave es escuchar a las personas, y eso es lo que marca la diferencia en sus reuniones, indicó Cardona.
“El doliente se siente muy aislado, realmente no se siente comprendido, porque a la gente le es difícil lidiar con el dolor del otro”, dijo. Y el uso de frases hechas como “tienes que superarlo rápido”, “no te mortifiques”, “ocúpate bastante”, “dale gracias a Dios porque estaba sufriendo”, “ya tienes un ángel en el cielo”, son frases que dice la gente cuando racionaliza la pérdida, pero el duelo no es racional.
“El duelo es emocional”, dijo Cardona, por eso, todo lo que le digas a una persona en ese momento, no le sirve e inclusive puede ser muy ofensivo, porque puede llegar a sentir que le están minimizando el dolor. Aunque la vida continúa, precisó que es importante entender que el proceso del duelo no es de tres meses, ni es de los tres días que te da el trabajo o una semana para que lo superes. Habrá detonantes, como fechas importantes, en que no estás con el ser querido.
“El duelo no es lineal. ¡Gracias a Dios!”, añadió Cardona, y especificó que es de momentos: en un día se puede tener diferentes emociones, sentirse bien, sentirse mal, deprimirse. Depende de la personalidad, del concepto sobre la muerte, de la codependencia emocional con el deudo y de la espiritualidad. “No es lo mismo para un creyente, que dice: ‘voy a ver a ese ser querido en el paraíso’, que para una persona que no cree en nada: se murió y se acabó”.
“Si no fuera por Arlex (Cardona), no sé qué hubiera sido de mí”, dijo Aurora Ponce, feligresa de la parroquia St. Brendan, en Miami. Explicó que conoció a Cardona cuando recién empezaba estas reuniones. “Yo estaba desesperada porque tuve múltiples pérdidas en un lapso muy corto”, dijo, y añadió que con las explicaciones de Cardona y el material que proporciona ha aprendido mucho.
“Él es una persona excepcional, con carisma, formación y una paciencia para escuchar, que no he encontrado en ninguna parte” indicó Ponce.
Con el duelo, el comportamiento de cada persona es distinto, se pierde la memoria, el apetito, el sueño, todo cambia porque el cerebro sufre un trauma, no solo el corazón. “El cerebro empieza a buscarlo en todos lados”, por eso, el duelo por la muerte de un ser querido es un proceso, “pero superar no es olvidar”, aclaró Cardona.
El nombre de la Buena Esperanza se debe a que “cuando estamos en duelo la esperanza se marchita y cuando se procesa, la esperanza vuelve”. Y, además, es por su devoción al Señor de la Buena Esperanza que, desde 1652, se venera en Quito, Ecuador.
En estos nueve años del grupo, se ha ayudado a muchas personas a superar el duelo. Cardona también ofrece charlas en las parroquias que lo solicitan, y consultas individuales. Tiene un programa de radio en Radio María, los primeros lunes de cada mes, de 7 a 9 p.m., y hace algún tiempo también tuvo un programa en Radio Paz.
Espera que se abran más espacios en las parroquias para formar líderes y ayudar a más personas a superar el duelo.
Grupo de apoyo al duelo La Buena Esperanza
Para más información sobre los grupos de apoyo al duelo o para consultas individuales puede contactar a Arlex Cardona al: 786-382-0433, por correo electrónico: [email protected], o visitando su página web: www.labuenaesperanzaduelo.com.
El grupo de apoyo al duelo La Buena Esperanza se encuentra en las siguientes parroquias:
- Our Lady of Divine Providence -10205 West Flager Street, Miami, 5:30 – 7:30 p.m. Primer miércoles de cada mes.
- Prince of Peace - 12800 NW 6th Street, Miami, 5:30 – 7:30 p.m. Segundo jueves de cada mes - Luz Macías, coordinadora de duelo, 786-285-4692.
- St. Michael the Archangel - 2987 West Flagler Street, Miami 7 – 9 p.m. Primer martes de cada mes.
- St. Louis - 7270 SW 120th Street, Pinecrest, 7 – 9 p.m. Primer jueves de cada mes.