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Columns | Thursday, February 06, 2020

Cuando las corporaciones 'se dan de baja', solo sufren los niños

Columna del Arzobispo Thomas Wenski para la edición de febrero 2020 de La Voz Católica

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"Aprender, servir, dirigir, superarse": Éste fue el tema de la Semana de las Escuelas Católicas de este año, observada recientemente en los Estados Unidos. Subraya las contribuciones que estas escuelas basadas en la fe hacen a la vida de nuestra nación y nuestro Estado, y explica por qué los padres apoyan a las escuelas católicas, incluso cuando tienen que hacer sacrificios difíciles para lograrlo, al mismo tiempo que apoyan a las escuelas públicas con los impuestos sobre el dinero que ganan con su esfuerzo.

La Iglesia Católica ha insistido durante mucho tiempo en que los padres son los principales educadores de sus hijos. Como tal, las escuelas públicas deben responder mejor a los padres y, al mismo tiempo, los padres deben ser libres de elegir otras opciones que puedan satisfacer mejor las necesidades de sus hijos en edad escolar. Sin embargo, en términos prácticos, muchos padres, debido a restricciones financieras, no pueden optar por pagar esencialmente dos veces para educar a sus hijos mediante el pago de impuestos que apoyan a las escuelas públicas administradas por el gobierno, y el pago de la matrícula en una escuela alternativa de su elección.

En los últimos años, el Estado de La Florida abordó esta injusticia histórica mediante la introducción de políticas que apoyan el empoderamiento de los padres en la educación. Hoy, los padres realmente tienen más opciones que nunca para considerar y evaluar. Estas opciones incluyen, entre otras, las siguientes: escuelas públicas (incluidas las de los vecindarios, las chárter y las magneto) o no públicas; las escuelas tradicionales con sus edificios y aulas, las escuelas familiares o virtuales, y los programas de aprendizaje combinado (es decir, las escuelas que combinan el aprendizaje virtual con la instrucción tradicional en el aula).

Una parte esencial del panorama de elección de los padres son cuatro programas de becas disponibles para los padres: el Programa de Becas de Crédito Fiscal de La Florida para familias de bajos a medianos ingresos; el Programa de Becas McKay para estudiantes con necesidades especiales; el Programa de Becas Gardiner para estudiantes con necesidades especiales, y el Programa de Educación Voluntaria de Prekindergarten para niños de cuatro años.

La Iglesia Católica aboga con orgullo por el verdadero empoderamiento de los padres en la educación. Apoyamos tanto la legislación que amplía los programas estatales de becas como un sistema sólido de educación pública. Apoyamos políticas que aborden los mejores intereses de todos los escolares. La disponibilidad de escuelas privadas, incluidas las religiosas, así como un sistema de educación pública bien financiado, fortalecen a todas las escuelas. Un monopolio educativo dirigido por el gobierno genera mediocridad y desperdicia dinero.

Sin embargo, al mismo tiempo, nuestras escuelas católicas brindan importantes ahorros al Estado de La Florida. Actualmente hay 77,609 niños de kindergarten al duodécimo grado atendidos en las 242 escuelas católicas de La Florida. El costo de educar a estos niños en las escuelas públicas habría sido de $567 millones durante el año escolar 2017-2018. Incluso después de restar el valor del Crédito Tributario de La Florida, las becas McKay y Gardiner proveyeron fondos para unos 26,000 estudiantes de escuelas católicas; estas escuelas le ahorran al Estado más de $423 millones por año.

A pesar de esto, quienes se encuentran en la extrema izquierda —incluido, desafortunadamente, el sindicato de maestros— se oponen a cualquier apoyo a las escuelas religiosas, incluso al apoyo de corporaciones privadas que contribuyen a cambio de créditos fiscales para que los padres puedan elegir la mejor opción para sus hijos. Y las escuelas católicas continúan superando académicamente a las escuelas públicas.

Si bien estos programas de becas han superado los desafíos en nuestros tribunales, quienes se oponen al empoderamiento de los padres en la educación ejercen presión sobre las empresas que han aprovechado el programa de Crédito Fiscal de La Florida para apoyar a los padres. Debido a esta presión, alentada por juntas editoriales de índole izquierdista, algunas corporaciones han anunciado su retiro del programa de Becas de Crédito Fiscal de Florida, alegando que algunas escuelas "discriminan" contra la comunidad LBGTQ. Estos programas de becas no discriminan a nadie: el dinero de la subvención se destina a padres con ingresos calificados, incluidos los padres que pudieran ser LBGTQ. Luego, los padres eligen la escuela más adecuada para sus hijos y, hasta la fecha, ningún padre se ha quejado de discriminación.

Entre estas nuevas corporaciones se encuentran dos bancos bien conocidos: Wells Fargo y Fifth Third Bank, que tal vez se han sumado a tales "manifestaciones de virtud" para encubrir sus propias fechorías pasadas. Wells Fargo defraudó a miles de sus clientes con cuentas falsas. Fifth Third Bank llegó en 2015 a un acuerdo con el gobierno federal por unos $18 millones por discriminación racial sistemática contra clientes negros e hispanos.

¿Y a quién le duele su retirada? A padres negros e hispanos, la mayoría de los beneficiarios de las becas, que sólo desean brindar una oportunidad a sus hijos.

Nota: desde que se publicó esta columna, Fifth Third Bank ha anunciado que reanudará su contribución al programa de Becas de Crédito Fiscal de La Florida.

Comments from readers

Lisa Shelly - 02/13/2020 06:52 AM
I'm very thankful Fifth Third Bank reconsidered. These scholarships are crucial for low-income students to be able to escape poor-performing public schools. Catholic schools have always been essential to to true school choice, now more than ever.

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