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Feature News | Tuesday, September 01, 2015

Perd�n para el aborto

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MIAMI | El 1.º de septiembre, el Papa Francisco hizo titulares otra vez, cuando anunció que los sacerdotes en todo el mundo podrán perdonar el pecado del aborto durante el Año Jubilar de la Misericordia — del 7 de diciembre del 2015 al 20 de noviembre del 2016.

Pero los sacerdotes en la Arquidiócesis de Miami han tenido esa facultad desde mediados de la década de 1980, al igual que los sacerdotes en toda La Florida, desde 1980.

"Hemos tenido esas facultades en Miami desde hace mucho tiempo", dijo Mons. George Puthusseril, vicario judicial de Miami – Abogado canónico principal — y jefe del Tribunal Metropolitano. Agregó que pensaba que era lo mismo para "la mayoría de las diócesis en los Estados Unidos".

Debido a que la Iglesia considera el aborto un pecado muy grave, el Canon 1398 del Código de Derecho Canónico establece que: "Una persona que realiza un aborto, incurre en excomunión latae sententiae". Latae sententiae significa "automático".

Una mujer reza durante el Fin de Semana de Reconciliación arquidiocesano, durante la Cuaresma del 2013, en la parroquia St. John the Apostle, en Hialeah.

Fotógrafo: Jonathan Martinez | FC

Una mujer reza durante el Fin de Semana de Reconciliación arquidiocesano, durante la Cuaresma del 2013, en la parroquia St. John the Apostle, en Hialeah.

Bajo el derecho canónico, el poder — la facultad — para eliminar esa censura — la excomunión — está reservado al obispo diocesano. Él puede, a su vez, otorgarlo a sus sacerdotes.

El segundo Arzobispo de Miami, Edward McCarthy, lo hizo así, en septiembre de 1986, cuando declaró un Año Jubilar de la Reconciliación, en preparación para la visita del Papa Juan Pablo II a Miami, en septiembre de 1987. 

En una carta pastoral anunciando el año, el arzobispo dijo: "Estoy extendiendo a todos los sacerdotes que han recibido facultades para oír las confesiones de la Arquidiócesis de Miami, la facultad especial para absolver, en el acto del Sacramento de la Reconciliación, de la censura del Canon 1398 incurridos a quienes han cometido un aborto, y a quienes han asistido a ello".

En un artículo de la edición de Florida Catholic, del 19 de septiembre, de 1986, en referencia al decreto del Arzobispo McCarthy, se señaló que: "la mayoría, si no todas, las otras diócesis de La Florida han dado a sus sacerdotes las facultades perpetuas... para absolver en los casos de aborto".

El documento de la Conferencia Católica de La Florida, "Directrices del Programa de Reconciliación después del Aborto", aprobado por todos los obispos del Estado, en  1992, parece asumir que los sacerdotes de todo el Estado ya tengan esas facultades.

Declara: "La sanación espiritual sigue siendo el elemento más importante de este programa. El sacramento de la Reconciliación es el componente más poderoso y necesario para los católicos.

"En la medida de lo posible, es conveniente que la persona reciba el sacramento de un sacerdote que ha sido entrenado en consejería post-aborto. Un Católico que ya ha recibido el sacramento, pero permanece inquieto, puede con frecuencia beneficiarse de una sesión (s) con un sacerdote entrenado en el Proyecto Rachael.

"Un no católico que busca el programa, también se le debe ofrecer la oportunidad de reunirse con un sacerdote o ministro que entienda el trauma y la sanación del post-aborto".

El Proyecto Rachel y los retiros del Viñedo de Rachel, se han ofrecido en la Arquidiócesis de Miami desde finales de 1980. (Ver recuadro abajo)

Lo que el Papa Francisco ha hecho ahora, es pasar por alto a los obispos de todo el mundo que no le han dado esa facultad a sus sacerdotes, dijo Mons. Puthusseril. Cada sacerdote lo tendrá durante el Año de la Misericordia.

Señaló que el anuncio del Papa por el Año de la Misericordia, no cambia nada para las mujeres — u hombres — que ya han recibido la absolución después de confesar su participación en la consecución de un aborto.

 “Todas las absoluciones que se han dado son todas válidas”, subrayó Mons. Puthusseril.

El Papa Francisco dio a conocer sus intenciones en una carta al Arzobispo Rino Fisichella, presidente del Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización. Esa es la oficina que organiza los eventos para el Año Santo.

En la carta, el Papa dice: "uno de los graves problemas de nuestro tiempo es claramente el cambio en la relación con el respeto a la vida... La tragedia del aborto es experimentado por algunos con un conocimiento superficial, como si, sin darse cuenta del daño extremo que tal acto conlleva".

Añadió sin embargo, que muchas mujeres experimentan el aborto “como un momento de fracaso”, creyendo que no tienen “otra opción”.

Hablando de esas mujeres, escribe: "Soy muy consciente de la presión que las ha llevado a ésta decisión. Sé que es una odisea existencial y moral. He conocido a muchas mujeres que llevan en su corazón la cicatriz de esta decisión atormentadora y dolorosa. Lo que ha ocurrido es profundamente injusto; sin embargo, sólo la comprensión de la verdad de ello puede permitir a no perder la esperanza. El perdón de Dios no se puede negar a alguien que se ha arrepentido, especialmente cuando esa persona se acerca al sacramento de la confesión, con un corazón sincero para obtener la reconciliación con el Padre".

Esas palabras hacen eco a lo escritos por San Juan Pablo II, casi al final de su encíclica Evangelium Vitae, el Evangelio de la Vida: "Ahora me gustaría decir una palabra especial a las mujeres que han tenido un aborto. La Iglesia es consciente de los diversos factores que pueden haber influido en su decisión, y no duda, de que en muchos casos, se trataba de una decisión dolorosa e incluso dramática. La herida en su corazón puede no haber cicatrizado aún. Ciertamente, lo sucedido fue y sigue siendo muy malo. Pero no se dejen vencer por el desánimo y no pierdan la esperanza. Traten más bien de entender lo que sucedió y enfréntenlo con honestidad. Si aún no lo ha hecho, entréguese con humildad y confianza al arrepentimiento. El Padre de la misericordia la espera para ofrecerle su perdón y su paz, en el sacramento de la Reconciliación".

El Papa Francisco, sin embargo, rompió una nueva brecha cuando dijo que los que se confiesan con sacerdotes de la Fraternidad de San Pío X, también recibirán "válida y lícitamente la absolución de sus pecados".

La Fraternidad de San Pío X fue fundada por el Arzobispo Marcel Lefebvre, en 1970, en respuesta a lo que él percibió como, "errores" del Concilio Vaticano II. Los miembros de la Fraternidad incurrieron automáticamente en excomunión, cuando el Arzobispo Lefebvre consagró a cuatro obispos sin el permiso del Papa Juan Pablo II.

Mientras el Papa Benedicto XVI levantó esa excomunión en el 2009, la Fraternidad y el Vaticano siguen negociando restablecer la comunión plena.

En su carta el Papa Francisco habla también de las indulgencias concedidas cada año jubilar, añadiendo disposiciones especiales durante el Año de la Misericordia para aquellos que, por diversas razones, les resulta "imposible entrar por la Puerta Santa", en particular los enfermos, los ancianos y los que se encuentran confinados en sus casas y quienes están en prisión.

"Vivir con fe y esperanza gozosa este momento de prueba, recibir la Comunión o asistir a la Santa Misa y la oración comunitaria, incluso a través de los diversos medios de comunicación, será para ellos los medios para obtener la indulgencia jubilar", dice el Papa a los enfermos y convalecientes.

En cuanto a los presos: "Ellos podrán obtener la indulgencia en las capillas de las cárceles. Que el gesto de dirigir su pensamiento y oración al Padre, cada vez que cruzan el umbral de sus celdas signifique para ellos su paso por la Puerta Santa, porque la misericordia de Dios es capaz de transformar los corazones, y también es capaz de transformar las barras en una experiencia de libertad".

Actualizado el 2 de septiembre: Se agregó una aclaración de Mons. Michael Souckar y una cita de San Juan Pablo II del "Evangelio de la Vida".

DONDE BUSCAR AYUDA

El Proyecto Rachel es una sesión de persona a persona, entre el consejero y las mujeres (o los hombres) que buscan ayuda para la sanación del post-aborto. Los consejeros del Proyecto Rachel están disponibles en cada uno de los cinco centros de emergencia se embarazo de la Arquidiócesis. El proceso es completamente confidencial, de persona a persona. Después de la consejería individual, cerca de ocho o nueve semanas, las mujeres pueden asistir al retiro de un fin de semana, el Viñedo de Rachel, en inglés o español.

Para contactar un consejero del Proyecto Rachel, llame al 954-981-2984 o por correo electrónico a: [email protected]. La Línea de ayuda gratuita del Proyecto Rachel es: 888-456-4673.



Comments from readers

Matthew Roth - 09/04/2015 11:40 AM
With due respect to the ADOM canonists, other prominent canonists think Francis is referring to the 1917 Code under which he was trained, where abortion was a reserved sin, so he has not yet indicated he will grant the faculty to lift the censure which (sometimes) occurs with the sin. And considering most women don�t incure censure for abortion, perhaps eliminating the penalty latae sententiae as the Oriental churches did is the way to go. The information about the SSPX is inaccurate. The SSPX is canonically irregular and its members are not in schism. They pray for the Pope at all Masses. After 1 July 1976, all priests ordained are suspended a divinis. In fact, Bishop Tissier de Mallerais only incurred censure when he was consecrated bishop as he was ordained in 1975 (suspension is not retroactive). Only, and I stress this, the four consecrated bishops, plus their consecrators and anyone later consecrated bishop, have ever been excommunicated. All four of the 1988 excommunications were lifted, and it seems only Williamson (who was expelled in 2012) is excommunicated for consecrating a bishop, which he did in March (Given that the priests of Campos, Brazil are reconciled, it seems Pope Benedict lifted the penalties for consecrating a bishop there in 1991).
Msgr. Michael Souckar - 09/04/2015 10:26 AM
For those who want even more information: The Eastern Code of Canon Law, which governs all Eastern Catholics, reserves to the (eparchial) bishop the absolution of the sin of abortion. The bishop can delegate that faculty to priests, something that I suppose is often done in the U.S. So, in the case of Eastern Catholic priests, the Pope has directly given them the faculty (ability) to absolve the sin of absolution. By the same token, the Eastern Code has no automatic penalties. So, while the procurement of an abortion by an Eastern Catholic does incur the penalty of "major excommunication", it must be formally declared by a process. It doesn't happen "automatically", as with the Latin Code's latae sententiae.
Richard DeMaria - 09/02/2015 02:29 PM
Thank you, Ana, for an excellent and timely clarification of this issue, which has been misinterpreted by many. It reminds us that Francis does not represent a break from tradition, but rather has captured the attention of the world in a new way.

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