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Feature News | Wednesday, May 18, 2016

El Arzobispo Wenski celebra 40 a�os de sacerdocio

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El Arzobispo de Miami, Thomas Wenski antes de entrar a la capilla San Rafael para el servicio de las vísperas, marcado sus 40 años como sacerdote.

Fotógrafo: TOM TRACY | FC

El Arzobispo de Miami, Thomas Wenski antes de entrar a la capilla San Rafael para el servicio de las vísperas, marcado sus 40 años como sacerdote.

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MIAMI | Aunque es todo un hijo del Sur de La Florida —nació en el condado de Palm Beach y se formó como sacerdote en la Arquidiócesis de Miami— el Arzobispo Thomas Wenski se convirtió en el arzobispo que es hoy, extendiendo sus límites con la curiosidad de un misionero.

En una entrevista con un periódico haitiano el año pasado, el Arzobispo recordó que cuando era un joven sacerdote tuvo un encuentro fortuito con haitianos en los años 1970, durante una parada de crucero en la isla del Caribe. Se preguntó en voz alta si algún día podría aprender este exótico idioma, el creole haitiano.

El joven sacerdote no sólo buscó aprender a través de clases en Miami, también buscó oportunidades de hacer retiros y asignaciones pastorales de corta duración en áreas rurales de Haití y hablar con los haitianos que vivían en Miami.

Su facilidad para escribir y hablar el idioma —y su eficiencia en el ministerio, en la parroquia Notre Dame d’Haiti, en Miami— lo condujeron a una relación de por vida con Haití y con la comunidad haitiano estadounidense.

A lo largo de los años, e incluso durante sus siete años de ministerio como Obispo de Orlando, el futuro arzobispo cultivó sus habilidades de eficaz embajador cultural de la Iglesia en La Florida, capaz de hablar y viajar con facilidad en las amplias y diversas comunidades hispanas del estado, e incluso en las comunidades más pequeñas, como los polacos de La Florida, de la que él mismo es parte por su ascendencia.

Un agudo observador de los acontecimientos actuales, noticias y política —en la tradición del legendario Mons. Bryan O. Walsh, de Miami —el Arzobispo Wenski ha atravesado un sinnúmero de crisis regionales y otras que crecieron a nivel estatal, que tocaron de una forma u otra al pueblo de Dios en el Sur de La Florida.

A menudo, las situaciones pastorales que afectan al Sur de La Florida tienen sus raíces en los cambios políticos y culturales en Miami, Tallahassee y Washington, D.C., pero también en lugares como Colombia, Venezuela y, por supuesto, Cuba, lo que continúa influyendo seriamente en la vida cultural, religiosa y política del exilio de Miami.

El Papa Francisco ha subrayado que un sacerdote debe servir activamente como un intermediario entre el pueblo y Dios, y eso recuerda el lema del Arzobispo Wenski: “Todo para todos”, señala el director ejecutivo de la Conferencia de Obispos Católicos de La Florida, con sede en Tallahassee, Michael Sheedy, que está en contacto constante con todos los obispos de La Florida.

Sheedy dijo que las habilidades lingüísticas ayudan al arzobispo a encontrar una base menos formal, cuando la situación requiere un toque personal.

“Eso lo conecta con aquellos a los que sirve y parece que él ama eso”, dijo Sheedy, recordando que en el pasado mes de febrero el Arzobispo Wenski participó en reuniones con funcionarios en la capital del estado de La Florida, en debates formales sostenidos en inglés.

“Él estaba a gusto y fue muy enérgico. Al salir del edificio, se encontró con un grupo de trabajadores del campo y habló con ellos y los bendijo en español y creole”, dijo Sheedy. “Estaba tan a gusto y, probablemente, incluso con más energía en ese entorno, de lo que había estado adentro. En su sacerdocio, está viviendo su lema episcopal”.

La torta del Arzobispo Thomas Wenski, por sus 40 años de sacerdocio, presenta su escudo de armas episcopal, junto con el de la Arquidiócesis de Miami. Su lema episcopal es: Omnia Omnibus: “Todo para todos”.

Fotógrafo: TOM TRACY | FC

La torta del Arzobispo Thomas Wenski, por sus 40 años de sacerdocio, presenta su escudo de armas episcopal, junto con el de la Arquidiócesis de Miami. Su lema episcopal es: Omnia Omnibus: “Todo para todos”.

El 15 de mayo, el Arzobispo Wenski celebró 40 años de sacerdocio.

Nació el 18 de octubre de 1950 en West Palm Beach, y es hijo de la primera y segunda generación de inmigrantes polacos. Asistió a la Escuela Sacred Heart, en Lake Worth, y en el noveno grado entró a lo que entonces era la escuela secundaria del seminario St. John Vianney, en Miami. Continuó sus estudios en el Seminario Regional St. Vincent de Paul, en Boynton Beach, y fue ordenado sacerdote para la Arquidiócesis de Miami el 15 de mayo de 1976.

“Excepto por los siete años que serví en Orlando como obispo, he pasado todo mi sacerdocio aquí, en la Arquidiócesis de Miami”, escribió el arzobispo en su columna mensual para La Voz Católica.

Durante los tres primeros años sirvió como vicario parroquial, en la parroquia Corpus Christi, en Miami. Desde entonces, hasta su ordenación como Obispo Auxiliar de Miami, en 1997, trabajó como párroco de la comunidad haitiana en el Sur de La Florida.

“Estos últimos 40 años han sido años de increíble gracia y bendición para mí”, escribió el Arzobispo Wenski este mes, refiriéndose al protagonista de la famosa novela Diario de un cura rural, del escritor francés Georges Bernanos: “Todo está en la gracia”.

“Por lo tanto, nosotros los sacerdotes podemos contar con las gracias extraordinarias del Señor Jesús, que permanece siempre cerca de nosotros”, dijo el Arzobispo Wenksi. “También contamos con las oraciones y la colaboración de los hermanos sacerdotes, diáconos, religiosos y religiosas; y, sobre todo, contamos con las oraciones de los fieles, por quienes fuimos ordenados para servir”.

Después de regresar a Miami como arzobispo en el 2010, se ha centrado en poner las finanzas arquidiocesanas sobre una base sólida y en promover las vocaciones a la vida religiosa y sacerdotal, para asegurar que las numerosas parroquias de la Arquidiócesis tengan un número adecuado de pastores espirituales en el futuro.

“Al reflexionar sobre estos 40 años, me hago cada vez más profundamente consciente del hecho de cómo estas oraciones, y la colaboración de muchas personas llenas de gracia, han hecho posible que el Señor trabaje a través de mí, ayudándome —muchas veces, a pesar de mí mismo— a enseñar, dirigir y santificar esa porción del rebaño del Señor confiada a mi cuidado”, dijo el Arzobispo Wenski.

El diácono Ralph Gazitua, un hombre de negocios de Miami y diácono permanente, involucrado en el Ministerio de Detenciones, señaló el compromiso del arzobispo con todo, desde celebrar la Misa cada año en la Institución Correccional Everglades, al compromiso con el pueblo de Cuba, tanto aquí como en la Isla.

“Tuve la suerte de viajar a Cuba con mi familia, con la Arquidiócesis de Miami, y con el Arzobispo Wenski, en dos ocasiones separadas, para ver al Papa Benedicto y después al Papa Francisco”, dijo el diácono Gazitua. “El arzobispo lideró estas peregrinaciones con su encanto habitual y humilde devoción a su fe”.

“El Arzobispo Wenski es un ganador”, agregó el diácono Gazitua. “Su pasión por su fe y su conciencia de las necesidades de la gente, son siempre evidentes”.

El Arzobispo de Miami Thomas Wenski posa afuera de la Capilla San Rafael con los otros dos sacerdotes que fueron ordenados con él, hace 40 años: a la izquierda, el P. Daniel Kubala, de St. Matthew, en Hallandale; y el P. Thomas Wisniewski, párroco de Mary Help of Christians, en Parkland. Un cuarto compañero de clase, el P. Richard Soulliere, no pudo asistir a la celebración porque a sus 93 años, no le gusta conducir por la noche.

Fotógrafo: TOM TRACY | FC

El Arzobispo de Miami Thomas Wenski posa afuera de la Capilla San Rafael con los otros dos sacerdotes que fueron ordenados con él, hace 40 años: a la izquierda, el P. Daniel Kubala, de St. Matthew, en Hallandale; y el P. Thomas Wisniewski, párroco de Mary Help of Christians, en Parkland. Un cuarto compañero de clase, el P. Richard Soulliere, no pudo asistir a la celebración porque a sus 93 años, no le gusta conducir por la noche.


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