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Feature News | Monday, November 12, 2018

Encontrando a Jes�s en el estacionamiento

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SOUTHWEST RANCHES | El tema del día Catequético de este año fue "Construyendo una Cultura de Encuentro". Los presentadores y oradores lo explicaron usando las Escrituras y la teología. Lourdes Melo lo pone en práctica en el estacionamiento de su parroquia.

Una de los más de 900 catequistas que asistieron el 3 de noviembre, a la conferencia de este año, dijo que cada jueves por la noche organiza un “Happy Hour” (Hora Feliz) para las madres de adolescentes que se preparan para la confirmación. Comparten café y galletas y a veces hasta un poco de vino – además de mucha conversación.

Ella lo llama "catequesis moderna". No es la forma en que ella aprendió de "las monjas" hace décadas, dijo. Es "aprovechar" el hecho de que los padres esperan en sus autos a que los niños terminen sus clases.

El P. Paulista Frank De Siano le dice a los catequistas que toda la Biblia es una historia de encuentro, Dios llegando a la humanidad, durante su presentación el día de la Catequesis, celebrado el 3 de noviembre, en la escuela secundaria Archbishop McCarthy, en Southwest Ranches.

Fotógrafo: ANA RODRIGUEZ-SOTO | FC

El P. Paulista Frank De Siano le dice a los catequistas que toda la Biblia es una historia de encuentro, Dios llegando a la humanidad, durante su presentación el día de la Catequesis, celebrado el 3 de noviembre, en la escuela secundaria Archbishop McCarthy, en Southwest Ranches.

El Obispo Nelson Pérez, de Cleveland, un nativo de Miami que se crio en Nueva Jersey, durante su presentación en español, el día de la Catequesis celebrado el 3 de noviembre, en la escuela secundaria Archbishop McCarthy, en Southwest Ranches.

Fotógrafo: ANA RODRIGUEZ-SOTO | FC

El Obispo Nelson Pérez, de Cleveland, un nativo de Miami que se crio en Nueva Jersey, durante su presentación en español, el día de la Catequesis celebrado el 3 de noviembre, en la escuela secundaria Archbishop McCarthy, en Southwest Ranches.

Lourdes Melo, feligresa de Our Lady of Divine Providence hace 45 años, es catequista voluntaria de su parroquia por 43 años. Ella fue una de las 75 catequistas que fueron homenajeados con el Premio Mons. Agustín Román por sus años consecutivos de servicio, durante el día Catequético anual, que se llevó a cabo el 3 de noviembre, en la escuela secundaria Archbishop McCarthy, en Southwest Ranches. Hace unas semanas también fue una de las dos personas reconocidas de su parroquia con el broche del Jubilaeum del 60 aniversario, que lleva puesto con orgullo.

Fotógrafo: ANA RODRIGUEZ-SOTO | FC

Lourdes Melo, feligresa de Our Lady of Divine Providence hace 45 años, es catequista voluntaria de su parroquia por 43 años. Ella fue una de las 75 catequistas que fueron homenajeados con el Premio Mons. Agustín Román por sus años consecutivos de servicio, durante el día Catequético anual, que se llevó a cabo el 3 de noviembre, en la escuela secundaria Archbishop McCarthy, en Southwest Ranches. Hace unas semanas también fue una de las dos personas reconocidas de su parroquia con el broche del Jubilaeum del 60 aniversario, que lleva puesto con orgullo.

"Mi meta es ofrecer una catequesis familiar a los padres en el estacionamiento", dijo Melo, quien ha sido, los últimos 43 años, catequista voluntaria en Our Lady of Divine Providence, en Sweetwater. "Es una forma, poco a poco, de tratar de mantener a esos jóvenes en el grupo juvenil de la parroquia".

Aunque sólo se quede uno, añadió, "la semilla está sembrada".

Melo fue una de los 75 catequistas de larga trayectoria, todos voluntarios que han estado enseñando por 20 años consecutivos o más, que fueron homenajeados el día de la Catequesis con el Premio Mons. Agustín Román. El premio, nuevo este año, rinde homenaje a aquellos que, como el difunto Obispo Auxiliar de Miami, dedican sus vidas a la catequesis. Su lema episcopal era "Ay de mí si no predico el Evangelio".

¿Pero cómo hacer eso en el mundo de hoy? Uno de los oradores principales, el Obispo Nelson Pérez de Cleveland, comparó con Sweet'n Low (un endulzante artificial): "Parece azúcar, endulza como el azúcar, pero no es azúcar".

Nos vemos, pero en realidad no miramos, dijo. Nos oímos, pero en realidad no escuchamos. Llevamos auriculares y caminamos "al ritmo de nuestra propia música". Sus sobrinos se hablan entre sí por medio de mensajes de texto – incluso cuando están sentados uno al lado del otro. La cultura de hoy es acelerada, impaciente y tecnológica, no es un terreno fértil para el encuentro con los demás.

Y la Iglesia no es inmune, dijo el Obispo, recordando una anécdota personal que ocurrió poco después de que se enteró de que había sido nombrado Obispo. Estaba asistiendo a una reunión y decidió ir a una iglesia cercana para confesarse. Estaba vestido de forma casual, con jeans, no como sacerdote, aunque eso no hubiera importado. La recepcionista de la iglesia sentada detrás de una ventana y hablando a través de una pequeña abertura, como la del consultorio de un médico. "¿Hay algún sacerdote que pueda oír la confesión?", él le preguntó. "Hoy no", contestó ella, sin siquiera mirar hacia arriba.

Así no es como Jesús trabajó, señaló el Obispo Pérez. Jesús salió de su camino para encontrarse con la gente y escucharla, como cuando vio a la viuda de Naín en su camino para enterrar a su hijo. El Evangelio de Lucas dice: "Su corazón se compadeció de ella" y resucitó a su hijo de entre los muertos. El pasaje concluye diciendo, "Dios ha visitado a su pueblo".

Esa frase resume toda la Biblia y toda la historia de la salvación, señaló el otro orador principal del día, el P. Frank De Siano, director de formación de los Paulistas.

Comenzando con la historia de Adán y Eva en Génesis, "todas las cosas que vemos en las Escrituras son historias de encuentro", dijo, un encuentro que "alcanza su plenitud en Jesucristo".

Dios no está "ahí fuera" esperando para juzgar a la gente, señaló el sacerdote. No hay obstáculos que superar. "Dios ofrece su amor. Dios ofrece vida. Dios ofrece gracia". Y Dios también "nos da espacio" para luchar con ese don, para dejar que la Buena Nueva "se hunda en nuestras vidas".

La catequesis no es simplemente impartir información, sino, ayudar a los niños – y en muchos casos hoy en día, a sus familias – a convertirse en discípulos. Requiere hacer lo que Dios hace.

"El encuentro con la gente requiere acompañamiento. Eso es pasar tiempo con la gente hasta que se reconcilien", dijo el P. De Siano, tal como lo hizo Jesús con sus Apóstoles.

"Hay mucha ambigüedad en la vida de las personas a las que servimos, incluso en los niños", recordó a los catequistas. "Jesús quiere que nos sintamos cómodos con la ambigüedad".

El Obispo Pérez, oriundo de Miami y criado en Nueva Jersey, retomó ese tema en una mesa redonda que se celebró más tarde. Recordó que alguien le preguntó cómo explicarle a un ateo la existencia de Dios.

No tiene sentido explicar, respondió. Las explicaciones se convierten en argumentos filosóficos que no convencen a ninguno de los bandos. "Más fácil que explicar es acompañar a las personas, caminar con ellas", dijo el Obispo. "Lo que podemos hacer es caminar juntos" y permitir que la gracia de Dios haga el trabajo.

Otro orador, el P. Tony Ricard de la Arquidiócesis de Nueva Orleans, lo expresó en términos aún más simples. "Todo comienza con cómo encuentran a Dios en ustedes", dijo a los catequistas. “Soy una encarnación, un tabernáculo vivo del Cuerpo y la Sangre de Cristo. ¿Estás convencido de que Dios te va a usar todos los días para presentar a alguien nuevo a su amor?

Los catequistas con más de 20 años consecutivos de servicio, todos voluntarios, reciben sus certificados de agradecimiento en la Misa que precedió al día de la Catequesis, celebrado el 3 de noviembre, en la escuela secundaria Archbishop McCarthy, en Southwest Ranches.

Fotógrafo: ANA RODRIGUEZ-SOTO | FC

Los catequistas con más de 20 años consecutivos de servicio, todos voluntarios, reciben sus certificados de agradecimiento en la Misa que precedió al día de la Catequesis, celebrado el 3 de noviembre, en la escuela secundaria Archbishop McCarthy, en Southwest Ranches.


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