Los n�meros en el mundo de la Biblia
Monday, November 24, 2014
Rogelio Zelada
En el mundo de la Biblia los números formaban parte del contenido simbólico del lenguaje diario, porque no solamente representaban cantidades sino, sobre todo, cualidades.
Cuando el autor sagrado divide la creación en seis días, no sólo está usando el recurso de encuadrar la obra de Dios en el marco de una semana, sino que además pretende resaltar lo inacabado e incompleto de la realidad humana: por eso ha colocado la creación del hombre en el sexto día.
A veces es difícil saber el sentido que el autor quiso dar a un número en una narrativa. Cuando Jesús conversa con la Samaritana en el pozo de Jacob le recuerda a ella que no está soltera, sino que ha “tenido cinco maridos, y el que ahora tienes no es el tuyo”. Aunque en el contexto del relato, el número 5 pudiera querer recordar a los cinco tribus idólatras que substituyeron a los cautivos que fueron llevados a Babilonia, este número, normalmente, indica la ambigüedad, la indefinición, o lo que es lo mismo: “unos cuantos”.
Así se nos dice que en el mercado se venden cinco pajarillos (unos cuantos) por dos monedas, o que en la multiplicación de los panes y los peces Jesús tomó cinco panes (algunos) en sus manos, o que estaban presentes cinco mil hombres (un gran número indefinido de personas).
El número 1 se refiere al Dios único e incluye los conceptos de unicidad, importancia, excelencia, el mundo de lo divino, la primacía. Al joven rico Cristo responde: “¿Por qué me preguntas sobre lo que es bueno? Uno solo es el bueno”.El 2 recuerda la dualidad del ser humano, hombre y mujer, Adán y Eva, Caín y Abel, Ismael e Isaac.
El 3 indicaba la realidad o la forma en que el creyente en Israel podía aproximarse al entendimiento de Dios conocido como Palabra, Espíritu y Sabiduría. No se había alcanzado entonces la revelación neo-testamentaria del Dios Trinitario, pero el 3 ya señalaba la naturaleza divina. Por tanto, ese número, tan presente en toda la Escritura, dejaba traslucir que un acontecimiento estaba penetrado por la fuerza y el extraordinario poder de Dios: Jonás permanecerá tres días en el vientre de leviatán; el joven Jesús se queda por tres días en el templo mientras los padres lo buscan por todas partes; Pedro lo negará tres veces antes de que el gallo cante; Cristo resucitará al tercer día y, al final de Evangelio de Juan, el Resucitado preguntará tres veces a Pedro si lo ama.
El 4 nos habla del acto creador, cuando de la Palabra de Dios surge el tiempo (la separación de los días de las noches) y el espacio, para situar todos los habitantes del cielo, el mar y la tierra. El 4 es el tiempo: la primavera, el verano, el otoño y el invierno; y el 4 es el espacio: el norte, el sur, el este y el oeste. El tiempo y el espacio son creaturas, realidades que no existen en Dios, para quien no hay ni tiempo, ni espacio.
El 5, ya lo habíamos dicho, es lo indefinido.
El 6 es lo inacabado, lo incompleto, la imperfección: seis eran las tinajas para la purificación de los judíos, que fueron llenadas de agua para el prodigio que Jesús realizó en Caná. El número de la bestia malvada y mentirosa, mencionada en el Apocalipsis, corresponde al 666, es decir la máxima imperfección que pueda existir o imaginarse jamás.
El número 7 es la suma de la totalidad divina (3) y la totalidad de la creación (4). Por eso, éste es el número perfecto, pleno y totalizador. El séptimo es el día del descanso de Dios, que Israel debe guardar.
El 8 indica nueva vida, o nuevo comienzo: la circuncisión debía efectuarse al octavo día; David era el octavo hijo, también lo era Salomón.
El 9 parece indicar lo que es necesario. Aquello en lo que hay una finalidad: la Carta a los Gálatas menciona nueve frutos que proceden del Espíritu Santo, y la primera a los Corintios, nueve dones espirituales.
El 10 nos trae a la mente aquello que no podemos olvidar, como los Diez Mandamientos. El libro del Exodo pide que el cordero pascual sea sacado del rebaño el día décimo del mes de Nisán. (No dejes de hacerlo).
El 12, que es la multiplicación de la totalidad de Dios (3) por la de la creación (4), indica la elección que Dios hace para una misión en el plan de salvación; doce tribus serán las elegidas, doce el número de los apóstoles.
El 40 nos habla de cambio: el diluvio duró 40 días, (paso a una nueva humanidad); 40 años vagará Israel por el desierto (pasar de ser tribus a ser pueblo); Jesús ayunará 40 días en el desierto para indicar el paso de su vida privada a su vida pública.
El 1,000 era el número máximo: una gran multitud.
La cifra de los salvados cuando llegue el fin del mundo será de 144,000, es decir, las 12 tribus, multiplicadas por los 12 apóstoles: 144; y a su vez por mil (multitud) es más que una cantidad limitada (144,000), es la totalidad de los creyentes que obtendrán la salvación que Jesús ofrece generosamente a todo aquel que le sea fiel.
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