Blog Published

Blog_God beckons us: Give sanctuary to immigrants_S


Estados Unidos de América es una nación de inmigrantes. 

Tras haber aclarado eso, es desafortunado que debamos aceptar el hecho de que en las páginas más oscuras de la historia de nuestra nación, quedó registrado que buscamos “limpiarnos” a nivel social y étnico a través del exterminio sistemático de la población indígena que habitó esta hermosa tierra de Dios. 

Por eso, en la actualidad casi todos somos una asimilada aglomeración de inmigrantes, pero muchos se resisten a convertirse en parte de un crisol. Aun así, nos esforzamos por cohabitar unos con otros de manera respetuosa y pacífica en medio de esta sociedad desalentada, miope y temerosa, mientras intentamos mejorar nuestras vidas y las de nuestras familias en “el país de la libertad y los valientes”. 

A mi entender, algunas personas han tomado desde una perspectiva “política” la acción ejecutiva del presidente Obama sobre inmigración (emitida el 22 de noviembre). Yo la tomo desde una perspectiva “pastoral”, a la luz de las enseñanzas de la Iglesia Católica sobre justicia social, cuyas raíces se encuentran en la Sagrada Escritura y en la tradición. 

La migración y el exilio siempre han sido un elemento central en nuestra identidad como pueblo de Dios. Los israelitas, nuestros predecesores en la fe, fueron un pueblo nómada que se desplazó a través del llamado Medio Oriente, hasta que el Señor los llevó a la “tierra de leche y miel” que les tenía predestinada. Se pudiera decir que cuando Adán y Eva fueron expulsados del paraíso de Dios, nos convertimos en un pueblo inmigrante sobre la faz de la Tierra. 

Al leer las historias sobre la infancia de Jesús en el Nuevo Testamento, nos damos cuenta de que Jesús, José y María fueron judíos desplazados de su propia patria, una familia que huyó bajo el velo de la noche para ponerse a salvo, y corriendo gran peligro debido al despotismo y la persecución política, social y religiosa por parte de un rey abusivo. Por eso uno pudiera describir a la Sagrada Familia de Nazaret como los primeros inmigrantes exiliados del Nuevo Testamento. 

¿Cómo es posible que cerremos los ojos ante una verdad tan abrumadora? En conciencia, no podemos. Dios nos llama ahora a darle refugio a nuestras hermanas y hermanos necesitados. ¿No es eso lo que ha hecho el presidente Obama? 

Además, y ahora hablo como cubano exiliado, ¿los cubanos hemos olvidado lo que se hizo por nosotros? 

¿No fue el ejercicio del poder ejecutivo de los presidentes Eisenhower y Kennedy lo que nos permitió venir con exención de visado a esta nación que ahora llamamos hogar, para evitar las persecuciones políticas, sociales y religiosas de la Cuba comunista? 

¿Hemos olvidado el éxodo del Puerto de Camarioca (1965) y el discurso misericordioso del presidente Johnson a la nación, a los pies de la Estatua de la Libertad, por medio del cual extendió con clemencia el estado de refugiados políticos a los cubanos? Esto permitió en última instancia que el Congreso concediera un estatus inmigratorio privilegiado a quienes huíamos de la Cuba comunista en los Vuelos de la Libertad. Lo que comenzó con el ejercicio de los poderes ejecutivos del Presidente, culminó con el trato inmigratorio preferencial que se nos ha concedido hasta el día de hoy. 

¿Hemos olvidado la toma de la embajada peruana en La Habana el Viernes Santo de 1980? ¿No nos dieron refugio nuestros hermanos y hermanas de las Américas debido a nuestro temor y a la amenaza de violencia por parte del régimen comunista cubano de Castro? 

¿Hemos olvidado el éxodo desde el Puerto de Mariel y el ejercicio del poder ejecutivo del presidente Carter, que permitió que más de 130,000 cubanos buscaran asilo en los Estados Unidos, la mayoría al llegar a las costas de Key West? Yo no lo olvido, no sólo porque participé en el éxodo como uno de los que intentaba traer familiares a estas costas, sino también porque tuve el honor y el privilegio de ser uno de los 80 abogados principales que representó a los capitanes de los botes del Mariel en el caso de los Estados Unidos de América vs. Francisco Anaya. 

¿Hemos olvidado el éxodo de los balseros y otros desde la Bahía de La Habana en 1994? Fue a través del ejercicio de los poderes ejecutivos que el presidente Clinton nos extendió un estatus preferencial de inmigración bajo lo que ahora se conoce como “pies secos-pies mojados”. 

En 1963, san Juan XXIII habló al mundo a través de su reconocida encíclica “Pacem in Terris” (Paz en la Tierra), y señaló que “ha de respetarse íntegramente también el derecho de cada hombre a conservar o cambiar su residencia dentro de los límites geográficos del país; más aún, es necesario que le sea lícito, cuando lo aconsejen justos motivos, emigrar a otros países y fijar allí su domicilio”. 

Ahora tenemos la declaración más reciente del Papa Francisco en el Congreso Mundial de la Pastoral de los Emigrantes, al concluir su reunión en Roma del 17 al 21 de noviembre: “Por lo tanto, en virtud de su propia humanidad, incluso previo a sus valores culturales, los migrantes amplían el sentido de la fraternidad humana. Al mismo tiempo, su presencia es un llamado a la necesidad de erradicar las desigualdades, injusticias y abusos. De este modo, los migrantes pueden convertirse en colaboradores con el fin de edificar una identidad más rica para las comunidades que los acogen, y para las personas que las reciben, estimulando el desarrollo de una sociedad incluyente, creativa y respetuosa de la dignidad de todos”. 

Hagamos un esfuerzo por ver a Jesús en el rostro de nuestras hermanas y hermanos. Él está allí, ¿por qué negarlo? “Ámense los unos a los otros como Yo los he amado” (Jn 13:34-35).

Comments from readers

Peter Ductram - 12/13/2014 07:40 AM
An outstanding theological reflection with a challenging thought provoking question for all of us! Thank you for reminding us on the importance of our historical memory as we evaluate our country's challenges and blessings... May our Lord guide our hearts and hands as we encounter Him in our brothers and sisters, especially those marginalized...
Aken Cabrera - 12/11/2014 09:24 PM
Bravo Fr. Heria, for this beautiful statement, which not only is inspiring, but reminds us, especially, Cubans, like myself that we were all at one time begging this great land to grant us exile.
Marivi Prado - 12/11/2014 01:53 PM
Thank you Father Heria for reminding us of the kind of commitment we need to show as Christians, especially during this time of the year when we reflect on Mary and Joseph's exodus. Will keep you posted on the good stuff St. Thomas University does on behalf of immigrants and our Institute of Human Rights. Have a blessed Christmas season!
Joe Gonzalez - 12/10/2014 01:44 AM
Father Heria, I respect yours and the Holy Father's ideas. What you say is evangelically correct. I'm also of Hispanic origin and came to this country legally. when the Irish, Polish, Italians, Germans, etc immigrated to this country, they came and adopted this country. This is NOT happening now. You know very well that a great number of people who come from Cuba, for example (some say because of persecution which may be true), a year and one day later DO TRAVEL BACK TO CUBA and go there even to celebrate los QUINCE o de vacaciones. They, like many Central Americans don't have the slightest wish to become members of this country. Right after arriving they get Food Stamps, Medicare, a Check, Plan 8 while MANY "Anglos" can't figure out WHY those benefits are not given to them. And to make things worse, they ALL come to Miami where English is disappearing while the newcomers complain that they don't understand the language. Why don't those countries like Mexico, full of resources, do what it takes so their people don't have to leave their countries? I know that this is not a very simple issue that doesn't have simple answers. The Holy Father, who I love is asking Europe to take more people in, particularly from Africa. Pretty soon Muslims will be the
Sr. Rosemary Sabino, RSM - 12/09/2014 08:02 AM
Thank you for taking time to write that immigration is a pastoral issue. We need to hear more of this.
Sammy Diaz - 12/08/2014 05:59 PM
Congratulations, the Migration issue should not be used as a political football. People as the Pope said when they can no longer live an survive where they are. And we, that are in better place should help and welcome them. This is a Pastoral issue clear and simple. Thanks for your opinion
Hope Sadowski - 12/08/2014 03:00 PM
Beautiful article and very thought provoking. Good reminder of the history of the Cuban exile. But circumstances were different in many of the instances that you mention in your article. Forever I will be very grateful that I found at 14 years old a country that gave me a home, security, education and protection from the communist government that has perpetuated the injustices that the Cuban people still endure. I do believe though that this great country is a country of laws to be respected and that it has every right as other countries to protect its borders. Very true that most of those exposing their lives to the dangers of the border crossing deserve to have a chance to a better life but then there is also those unwanted thugs that take advantage of that method to infiltrate this country. Not until the world take charge to make sure that the living conditions and way of life in some of these countries, you can be sure there will be migration for a better live in this great United States. Look at Mexico, every time poor Cubans end up in their shores they are place in prison and surely send back in no time. We must demand from these countries, who receive plenty of monetary assistance from the United States, to provide for their citizens a better life for all. I hope a fair and just solution is found so that these poor folks can be granted some final solution to their plight.

Powered by Parish Mate | E-system

This site is protected by reCAPTCHA and the Google Privacy Policy and Terms of Service apply