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La Cuaresma termina antes de la misa de la Última Cena el Jueves Santo, que inaugura al Triduo Pascual – los tres días que son la cumbre del año litúrgico: “Ya que Jesucristo ha cumplido la obra de la redención de los hombres y de la glorificación perfecta de Dios principalmente por su misterio pascual, por el cual muriendo destruyó nuestra muerte y resucitando restauró la vida, el Triduo santo pascual de la Pasión y Resurrección del Señor es el punto culminante de todo el año litúrgico”. (Normas Universales sobre el Año Litúrgico y el Nuevo Calendario Romano General, #18)

En estos tres días se realizan las celebraciones litúrgicas más eminentes del año, que conmemoran la pasión, muerte y resurrección de Cristo.

Jueves Santo

En la mañana del Jueves Santo, el obispo celebra la Misa Crismal, cuando se bendicen los tres óleos que se utilizan en las unciones y consagraciones a lo largo del año. (Por motivos pastorales, en muchas diócesis, incluida Miami, la Misa Crismal se celebra el martes de la Semana Santa.) Los tres óleos que se bendicen son:

  • El Óleo de los Catecúmenos, usado en los bautismos, la consagración de iglesias y la bendición de altares;
  • El Santo Crisma, usado inmediatamente después del bautismo; para la confirmación; en la consagración de sacerdotes y obispos y de las iglesias; en la bendición de las campanas de la iglesia, el agua bautismal, las patenas y los cálices.
  • El Óleo de los Enfermos, utilizado en el sacramento de la unción de los enfermos.

De esta reserva, los sacerdotes de una diócesis toman suficiente cantidad para cubrir las necesidades de su parroquia. Cada iglesia guarda los óleos consagrados en envases marcados apropiadamente dentro de un nicho cerrado con llave. 

El Jueves Santo también se conmemora la institución del sacerdocio de Cristo y de la Santa Eucaristía. En la víspera de su muerte, Jesús y sus discípulos estaban celebrando una última cena juntos, cuando les ordenó: “Hagan esto en memoria mía”. Dos mil años después, la Iglesia Católica cuenta con medio millón de sacerdotes que cumplen cada día ese mandato de Jesús. Es durante esta misa que el obispo y los sacerdotes vuelven a comprometerse con sus obligaciones sacerdotales y su vocación, para continuar la misión sacramental de Cristo.

Durante la liturgia del Jueves Santo, el celebrante lavará los pies de 12 feligreses, en imitación del gesto de Cristo durante el rito de su última cena con sus seguidores. Mientras comían la última cena, Jesús se humilló ante los apóstoles al lavarles los pies, dándoles el ejemplo de humildad y servicio que él deseaba que compartieran con otros. En una época en que las sandalias abiertas eran el calzado más común, las reglas de hospitalidad en oriente dictaban que un anfitrión debía ofrecerle a sus invitados agua para lavarse los pies. Con frecuencia, el anfitrión proveía sirvientes para que lavaran los pies, como lo indica la referencia de las escrituras hebreas:

“Se levantó ella y se postró rostro en tierra diciendo: ‘Tu sierva es una esclava para lavar los pies de los siervos de mi señor’”. (I Samuel 25:41)

Más adelante, Jesús les dio un nuevo mandato estricto: “Les doy un mandamiento nuevo: que se amen los unos a los otros. Que, como yo les he amado, así se amen también ustedes los unos a los otros. En esto conocerán todos que son discípulos míos: si se tienen amor los unos a los otros”. (Juan 13:34-35)

Por esa razón, al Jueves Santo también se le llama en inglés “Maundy Thursday”, de “mandamiento nuevo” en latín, “Mandatum novum”.

Viernes Santo

Desde los inicios de la Iglesia, el Viernes Santo, ahora llamado Viernes de la Pasión y Muerte de Nuestro Señor, es el día más solemne de todo el año litúrgico, pues conmemora el sufrimiento y la muerte de Cristo en la cruz.

En inglés, el término “Good Friday” es exclusivo de ese idioma, y su origen es debatido. Algunos sostienen que la palabra “Good” tiene el significado secundario de “santo”. De hecho, en las iglesias orientales, “Good Friday” es conocido como Viernes Santo y Grande. Otros creen que “Good” no se refiere a la cruz, sino a la redención del hombre. Y otros dicen que las palabras “Good” y “God” fueron invertidas. Por ejemplo, “God be with you” (Dios esté contigo), utilizado como una bendición de despedida, se redujo a “good-bye” (adiós). Por lo tanto, “Good Friday” es una alteración de “God’s Friday” (Viernes de Dios).

Independientemente de los orígenes, el término “Good Friday” ha sido utilizado en inglés durante siglos para designar el aniversario de la crucifixión de Cristo fuera de las murallas de Jerusalén. Es, quizás, la ceremonia más dramática del año litúrgico.

La Liturgia de la Palabra incluye los pasajes de Isaías sobre el siervo sufriente y la narración del evangelio de Juan, con frecuencia presentada en una obra sobre la pasión. Más adelante en el servicio se realiza la procesión, develación y veneración de la cruz, costumbre que tiene sus raíces en la Tierra Santa.

De acuerdo con la tradición, durante una peregrinación a Jerusalén en el año 326, Elena, madre del emperador Constantino, descubrió un pedazo de la cruz de la que Jesús colgó, y envió fragmentos a Roma. Antes del año 400, la cruz se veneraba en Jerusalén; antes del año 700, en Roma; y después de eso, en el resto de la cristiandad.

Para dar más énfasis a la muerte de Cristo en la cruz, y en nuestro anhelo por la salvación, el Viernes Santo es el único día del año litúrgico en el que no se celebra el santo sacrificio de la Misa, en respeto al sacrificio histórico en el Calvario. Debido a que no hay consagración, el oficio no es una misa. Los fieles reciben la Comunión de las reservas del sacramento que fuera consagrado previamente.

La cruz es tanto un símbolo de asesinato y de muerte, como un instrumento de salvación y de esperanza. Esa es la ambivalencia presente en la liturgia del Viernes Santo.

Por último, al final del oficio de Viernes Santo, al altar – símbolo central de Cristo en la iglesia – se le quita el mantel y se deja desnudo, en memoria de cómo Cristo fue despojado de sus vestiduras antes de la crucifixión. Cristo ha muerto y su Iglesia está de luto. Pero los fieles se aferran a la esperanza de la resurrección en el Domingo de Pascua.

¿Qué día del Triduo Pascual es más impactante para ustedes? ¿Hay una celebración en particular que estimula sus sentidos? ¿Hay algunas tradiciones del Triduo en su cultura? Compartan y aprendamos juntos.

Corrección, 2 de abril: Este artículo originalmente decía que a los sacerdotes se les unge con el Óleo de los Catecúmenos, según dice la Nueva Enciclopedia Católica en su versión de Internet. Sin embargo, los "Ritos de la Iglesia Católica revisados después del Segundo Concilio Vaticano" dice que a los sacerdotes se les unge con el Santo Crisma. Por lo tanto, este artículo ha sido corregido de acuerdo con esa información. 

Comments from readers

josephine gilbert - 04/02/2015 10:47 PM
Thank you for this wonderful lesson on the Easter Triduum. It is very important to know how the catholic traditions came to be and why we participate in them, because when you grow up catholic most of our traditions becomes so routine that you participate without having the understanding of the catholic cultures. I am sharing this with my family and friends. Have a Blessed Easter!!!

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