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Tengo la bendición de vivir en una arquidiócesis muy diversa, donde la misa se celebra en 14 idiomas. Mi arquidiócesis es un reflejo del plato de ensalada que es Miami. En la actualidad, antropólogos culturales prefieren usar esa metáfora en vez del  popular crisol de culturas, o “melting pot”.  

En la metáfora del crisol, diferentes culturas se asimilan con el objetivo de formar una sociedad homogénea. En la metáfora del plato de ensalada (o mosaico, caleidoscopio), las distintas culturas se mezclan, pero no se funden – cada una retiene su herencia y sus tradiciones particulares. 

La singularidad de las costumbres culturales se manifiesta durante la temporada del Adviento. Esta temporada de espera gozosa toma su nombre del latín “adventus”, que significa llegada. Es una época en la que los fieles se preparan para celebrar el nacimiento de Cristo y anticipar su segunda venida para juzgar en los últimos días.  

La temporada de Adviento comenzó a aparecer en los sacramentarios antes del año 600. Desde entonces, han aparecido muchas costumbres distintas alrededor del mundo con el fin de ayudar a que la temporada de preparación se celebre mejor. 

La Corona de Adviento: Los orígenes de la corona de Adviento se encuentran en las costumbres de los pueblos germánicos pre-cristianos los que, durante la oscuridad del invierno, reunían coronas de hoja perenne y encendían fuegos como símbolos de esperanza por la próxima primavera y la luz renovada. La misma corona estaba hecha de ramitos de pino colocados en círculo, como símbolo de la eternidad de Dios. 

En las coronas hay cuatro velas – tres púrpuras y una rosada – que se encienden en cada uno de los cuatro domingos del Adviento. La vela rosada, también llamada la vela del regocijo, se enciende en el Tercer Domingo. Esta tradición viene de la época en que el Adviento se conmemoraba de manera más penitencial, con ayuno estricto, similar a la Cuaresma. El ayuno se rompía en el Tercer Domingo de Adviento – llamado de Gaudete o Domingo de Regocijo – en anticipación del gran acontecimiento que sucederá.  

Por mucho tiempo, las coronas han sido símbolo de victoria, mientras que las velas – que aumentan cada semana – disipan simbólicamente la oscuridad. Según arden las velas, se marca el tiempo que transcurre hasta la Navidad. 

El Nacimiento: El origen de esta tradición se remonta a los 1200, cuando san Francisco viajó hacia Greccio, un pequeño pueblo en una colina de la provincia de Rieti, en Italia. Se dice que visitó la ciudad para celebrar la Navidad, y notó que la capilla era muy pequeña para acomodar a todos los fieles. Erigió un pesebre cerca de la plaza, donde llevó animales vivos para representar el nacimiento de Jesús. Poco después, artistas inspirados a través del mundo comenzaron a hacer sus propios nacimientos.  

Santons: Los santons, o santos pequeños, elaborados por más de 300 años en la región de Provenza, al sureste de Francia, son pequeños figurines de terracota pintados a mano. Los creadores de estas figuras, conocidos como “santonnieres”, toman como modelo a la gente que vivía en los campos de Francia en el siglo 18, en vez del Belén del tiempo de Jesús. Los verdaderos santons nunca se elaboran con otro material que no sea terracota, una referencia a Dios creando seres humanos del barro. 

Las Posadas: Las Posadas es una celebración hispana de nueve días, que conmemora las adversidades que atravesaron María y José para encontrar un lugar donde pudiera nacer Jesús. Del 16 al 24 de diciembre, unos actores interpretan a la sagrada pareja – a quienes se les une gente de la comunidad – para recrear a través de una procesión en el vecindario cómo María y José buscaban posada. La tradición se originó en México, pero ahora se celebra en muchos países latinoamericanos. 

Oplatki: En la víspera de la Navidad, muchas familias de origen polaco y eslovaco comparten la tradición de comer oplatki – obleas sin levadura estampadas con imágenes navideñas. Los miembros de la familia intercambian pequeñas piezas y se imparte una bendición. La costumbre refleja la celebración eucarística. También es común colocar una porción de la oblea en un sobre con una tarjeta de Navidad para que los seres queridos que se encuentran lejos también puedan participar en la tradición familiar. 

Calendarios de Adviento: Hay una diversidad de métodos utilizados en los calendarios modernos de Adviento para contar los días hasta la Navidad. Trazar líneas en tiza, mostrar pequeñas imágenes religiosas o abrir ventanas pequeñitas para revelar dulces, todo ha sido utilizado para contar los días hasta la Navidad. Los calendarios de Adviento se hicieron populares en los Estados Unidos gracias al presidente Eisenhower, a cuyos nietos se fotografió usando uno. 

La Fiesta de Santa Lucía: En los países nórdicos de Suecia, Dinamarca, Noruega y Finlandia, se venera a santa Lucía el 13 de diciembre con una ceremonia especial. Una niña que interpreta a la santa viste un traje blanco con un cinto rojo alrededor de su cintura, y lleva una corona de velas rodeada de cogollos y hojas. En la mañana del 13 de diciembre, santa Lucía despierta a cada miembro de su familia con una taza de café y una bandeja llena de panecillos de azafrán o galletas de jengibre.  

Las devociones de Adviento pueden involucrar hasta a los más pequeños, y ayudarles a desarrollar su propia visión de la Encarnación, además de aprender cómo prepararse para la venida de Cristo en la Navidad. 

A los adultos, las tradiciones de Adviento nos recuerdan a apartar nuestras mentes de la interpretación comercializada de la temporada, y llevarla a una de quietud y reflexión. 

Durante el Adviento, practicamos nuestro testimonio al mundo, mientras preparamos el camino del Señor y hacemos espacio para la llegada de Cristo en nuestros corazones. 

¿Y ustedes, tienen alguna tradición especial para el Adviento? ¿Se celebra algo en su parroquia que sea único de su tradición? ¿Realizan alguna actividad en su hogar? ¡Compartan y aprendamos juntos!

Comments from readers

Jan Rayburn - 12/15/2014 02:31 PM
I enjoyed reading all the customs you mentioned and thrilled that the celebration of St. Lucia made the list. This tradition is beloved in my family and is a nice mix with my Norwegian background and my husband's Italian background. My daughter dons the wreath of light and wakes my husband with Kringla biscuits and coffee. (Every once in a while an Italian pizzelle cookie may sneak in there.) Those visiting my office will see a picture of my daughter in full St. Lucia attire. Traditions help make the season even more personal, meaningful and memorable. Here's wishing all of you a happy advent and a memorable Christmas.
Pat Solenski - 12/15/2014 01:59 PM
For the four Sundays of Advent families were invited to bring an item from the family creche to church to be blessed. After Mass the family held the item up from the pew. The priest blessed them and the family took them home to be placed in the creche. The first Sunday of Advent an angel was brought for blessing. The second Sunday of Advent a figure of Mary was brought for blessing. The third Sunday of Advent a figure of Joseph was brought for blessing. The fourth Sunday of Advent a figure of a donkey (animal) was brought for blessing. On Christmas the figure of the Infant Jesus was brought for blessing. This simple activity heightened the awareness of preparation for the birth.

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