Blog Published

Blog_16879810049402_S


Hace unos cuantos días, el gobernador de La Florida y candidato a la nominación republicana a la presidencia del país, Ron DeSantis, firmó la nueva ley de inmigración del Estado, que establece una serie de penas y castigos severos para quienes favorezcan la inmigración ilegal en La Florida. En la reunión de Jacksonville, DeSantis dijo dos frases que me preocupan: “Nos estamos preparando para momentos turbulentos en el futuro”; y la otra: “Posiblemente, se verá que [la situación en la frontera] va a empeorar bastante”.

Veamos algunos detalles de la ley:

Endurece las penas que reciben empresas que contraten a indocumentados y 15 años de cárcel para los choferes que trasladen inmigrantes sin documentos a La Florida, y multas hasta de $10,000, no importa si es por turismo, reuniones de negocios, amigos y hasta familiares.

La ley también exige a los hospitales que pregunten a sus pacientes su estatus migratorio.

Prohíbe a las ciudades y condados del Estado la emisión de identificaciones comunitarias, así como anula las licencias de conducir emitidas por 16 Estados.

Aprueba 12 millones de dólares para trasladar a inmigrantes indocumentados, desde cualquier Estado a otros lugares de los Estados Unidos. Recordemos que nuestro gobernador ya lo hizo en septiembre de 2022 con un grupo de venezolanos que fueron trasladados desde Texas a Martha’s Vineyard, en Massachusetts.

Ordena a todos los empleadores con más de 25 trabajadores, que usen el programa E-Verify para poder determinar la elegibilidad del empleado, y contempla auditorías aleatorias para estas empresas, aumentando sus multas por recibir personal con situación irregular.

Amenaza con retirar de por vida las licencias de operación a las empresas que reinciden en la contratación de indocumentados.

Deroga la ley que aprueba que los abogados practiquen mientras regulan su estado migratorio.

Exige a las agencias del orden que obtengan las muestras de ADN de los indocumentados que están detenidos con una orden federal.

Tenemos que pensar también en las consecuencias que conlleva esta ley, para muchos sectores de nuestra sociedad, y que detallaremos aquí:

La falta de mano de obra es el mayor desafío para los agricultores de La Florida; en los últimos años el gobierno americano se ha quedado atrás en lo que se refiere a abrir una vía para traer a este país legalmente mano de obra; algo que debiera ser primordial, es ofrecer esta vía a nuestros países de la América Central y del Sur. La mayoría de las granjas lecheras Holstein producen hasta 12,000 galones de leche al día, y tienen empleados que suman a veces hasta 50, y los más son latinoamericanos sin documentos.

Estamos al borde de una gran cosecha de mangos. En La Florida se cultivan los mangos comercialmente en los condados Miami-Dade, Lee y Palm Beach; ellos se pueden encontrar hasta en los patios de las casas en Miami. Conversando con algunos productores de esta deliciosa fruta, nos explicaron que la falta de personal para la recogida va a traerles un gran dolor de cabeza, además de la tristeza de tener que botarlos a los vertederos.

Esto no solo ocurre en América: también en Europa están sufriendo esta falta de mano de obra para la recolección de productos; por ejemplo, España ha sido incapaz de frenar el desperdicio alimentario, por lo cual tiran al año 1,300 millones de quilogramos a la basura.

Todo el proceso que recorren los alimentos desde la cosecha, la captura o la matanza hasta antes de llegar al minorista, forma parte de la llamada pérdida alimentaria, y en el mundo es un 13.8% de los alimentos producidos los que se pierden por falta de personal e ineficacias en la cadena de suministros. Su valor económico supone unos 363,000 millones de euros, según el último informe del Estado Mundial de la Agricultura y la Alimentación.

En todas partes del mundo, las distintas organizaciones están luchando por evitar la pérdida de los alimentos, para evitar que pronto tengamos una gran hambruna, pero a La Florida se le ocurre aprobar esta ley de inmigración, que va a dejar tirados en el suelo alimentos que deben llegar a la población, y si no es posible venderlos, por lo menos que se los entreguen a los pobres, porque hay muchas instituciones de ayuda a los pobres que nos vamos a ver muy afectadas; nuestros voluntarios no pueden ni siquiera ir a visitar a un indocumentado, porque incurrirían en un delito según la nueva ley.

Si en nuestro corazón existe un mínimo de consideración hacia los que no tienen nada, para ayudarlos, viendo en ellos la imagen de Cristo, debemos desechar esta ley y aceptar al menos a una parte de estos indocumentados. Entonces, todos veremos que no son delincuentes, sino hermanos que buscan “el sueño americano”.

Este blog se publicó originalmente como una columna en la edición de junio 2023 de La Voz Católica.

Comments from readers

Joe Iannone - 07/05/2023 12:24 PM
Thanks for this Gospel response to a cruel law. Perhaps, Archbishop Wenski can direct pastors to read it at Sunday Masses. I’ve confident that our parishioners will agree with this blog. submitted by Joe Iannone
Tony Magliano - 07/03/2023 10:52 AM
Very heartfelt and well written blog. As Christians, we must oppose this mean-spirited, unjust anti-immigrant law, and work to advance the just law of Christ Jesus: "For I was a stranger, and you welcomed me." Quoting St. Augustine of Hippo, Rev. Martin Luther King, Jr. wrote in his "Letter from Birmingham Jail," that "An unjust law is no law at all."

Powered by Parish Mate | E-system

This site is protected by reCAPTCHA and the Google Privacy Policy and Terms of Service apply