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Recientemente, un comentarista dijo en un programa internacional de noticias, que el Papa Francisco estaba deprimido por el documento final producido por el Sínodo sobre la Familia. Sospecho que este comentarista asumió que el Papa no estaba expresando su “verdadera” posición en su mensaje final, cuando felicitó a los miembros del Sínodo por su disposición a escuchar al Espíritu. Les felicitó porque en la posición balanceada que desarrollaron, evitaron dos tentaciones, y con esto los obstáculos tanto del fundamentalismo como del relativismo: 

“La tentación del endurecimiento hostil, esto es el querer cerrarse dentro de lo escrito (la letra) y no dejarse sorprender por Dios, por el Dios de las sorpresas (el espíritu); … (y, segundo) la tentación de descuidar el ‘depositum fidei’ (el depósito de la fe), considerándose no sus custodios, sino sus propietarios y patrones.” 

Al concluir su mensaje, el público le ovacionó de pie. 

Desafortunadamente, muchos en los medios de comunicación han llegado a la conclusión de que el Papa Francisco favorecía una posición que hubiera cambiado la tradición, y que sus comentarios ocultaron su verdadera posición de desilusión. Me parece que han llegado a esta conclusión equivocada porque no entienden que la teología en la tradición católica por lo general acoge dos posiciones que parecen contradictorias.

G. K. Chesterton escribió en “Ortodoxia” que el dualismo es característico de la teología católica, y es el distintivo de la homilía católica (dijo que el homilista católico a menudo comienza con estas palabras: “Aunque es cierto que… hoy deseo hablar sobre…”). 

Aunque este acercamiento dualista para entender la verdad es antiguo y se ha practicado dentro de las tradiciones bien establecidas, una argumentación reciente de dicho principio se puede encontrar en el Principio de la Complementariedad, propuesto por el físico nuclear Neils Bohr. Desarrollada por él durante un período de intensa discordia entre proponentes de dos explicaciones (o modelos) distintas sobre la naturaleza de la luz (ondas y partículas), Bohr expresó que ambos modelos son necesarios para poder entender la naturaleza de la luz. 

Propuso que esta realización le llevó a descubrir lo que llamó el Principio de Complementariedad: al abordar cualquier cuestión seria, inevitablemente descubriremos la necesidad de usar dos modelos que parecen contradictorios, pero que son complementarios. Propuso que este acercamiento puede ayudar a entender asuntos que van más allá de la física. Más tarde, se dio cuenta de que este principio había sido conocido y practicado por largo tiempo en muchas culturas. 

Algunos ejemplos de este principio en la teología son:

  • La teología católica ha mantenido por mucho tiempo que los humanos son, en cierta medida, responsables por las acciones malas que realizan, y en cierta medida, no lo son: Existen dos clases de pecado: el pecado actual, y el pecado original.
  • De manera similar, la teología católica ha mantenido por mucho tiempo que los humanos tienen la capacidad de llevar vidas santas, y que también son incapaces de ello (recordemos el largo y amargo debate sobre el libre albedrío y la gracia).
  • Una guía espiritual muy conocida refleja dualidad: “Oren como si todo dependiera de Dios, y trabajen como si todo dependiera de ustedes”.
Me parece que tenemos la verdadera posición del Papa Francisco en sus comentarios finales. Como un hombre que conoce la historia de la teología, no estaba ni sorprendido ni molesto por los desacuerdos que hubo en el sínodo; tampoco se sorprendió o se molestó por la declaración final. Pero cree que el debate que tuvo lugar en el Sínodo es lo que ocurre inevitablemente cuando los miembros siguen sus conciencias, lo que les lleva a acoger énfasis distintos dentro de la tradición.

Comments from readers

Jan Rush - 11/03/2014 05:20 PM
The problem is that many in the wider culture (including, sadly, some Catholics) seem to think that the Pope might change the moral doctrines of the Church with regard to human sexuality. Obviously these cannot be changed. How to help and show compassion for persons struggling with sin in this part of their lives should most definitely be addressed, but clarity about right and wrong can't be suppressed in the name of being pastoral. Love and truth must be presented together. You can't have one without the other.
Hope Sadowski - 11/03/2014 02:47 PM
How refreshing that true discussion guided by the Holy Spirit took place. Pray that the bishops will continue to reflect and appreciate the discussion and guidance given by Pope Francis. Nothing wrong with responsible, sensible difference of opinions. Thank Br. DeMaria for a fine article.
Antonio Fernandez - 11/03/2014 02:30 PM
Totally in agreement with Brother DeMaria. Actually, I think that Pope Francis is quite pleased with the final document, after all, the Bishops followed his request, as far as that they should express openly their thiughts without being afraid to be judged for say anything that could displeased others.

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