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En Verbum Domini, su Exhortación Apostólica sobre el Sínodo de los Obispos sobre la Palabra de Dios, realizado en 2008, Benedicto XVI escribe:

“Otro gran tema que surgió durante el Sínodo, y sobre el que ahora deseo llamar la atención, es la interpretación de la Sagrada Escritura en la Iglesia. Precisamente el vínculo intrínseco entre Palabra y fe muestra que la auténtica hermenéutica de la Biblia sólo es posible en la fe eclesial, que tiene su paradigma en el sí de María.” (Párrafo 29)

Esto reafirma una posición que Benedicto propuso en su libro “Jesús de Nazaret”, en la que declara que quien desee interpretar las Escrituras, debe hacerlo desde la perspectiva de la fe. Sospecho que muchos de los que leen esto piensan que Benedicto apoya una posición contraria al estudio científico y objetivo de las Escrituras. ¿Por qué – se preguntan – él le teme a la nueva ciencia de la exégesis bíblica? De hecho, hace años, Benedicto y la Iglesia acogieron la importancia del estudio científico de las Escrituras. Lo que él hace es cuestionar a quienes reclaman que esto puede realizarse de manera completamente “objetiva”.

De hecho, no es posible estudiar nada de manera completamente objetiva. Cuando estudiamos cualquier tema, inevitablemente lo hacemos a través de un juego de perspectivas que afectan el resultado de nuestros estudios. Esta verdad sobre el estudio intelectual es el principio que lleva a Benedicto a insistir que el estudio bíblico debe realizarse a través de la hermenéutica de la fe cristiana; en otras palabras, a la luz de la fe cristiana, como lo han entendido la tradición y el magisterio de la Iglesia.
   
Para sorpresa de muchos, la física cuántica apoya este principio, en lo que se conoce como el Principio de Incertidumbre de Heisenberg. Al estudiar el átomo en 1927, Heisenberg – premio Nóbel de física – concluyó que en el esfuerzo por conocer la posición de un electrón, la misma acción de hacer brillar una onda de luz en el electrón lo altera, por lo que se distorsionan los resultados. Este principio, aplicado al macro mundo, sugiere que cuando estudiamos un tema, los resultados se distorsionan por la misma pregunta con la que abordamos un tema. No existe tal cosa como un estudio completamente subjetivo. La manera en que formulamos una pregunta influye en su resultado. Por lo tanto, no es sorprendente que quienes interpretan la Biblia cristiana esperando encontrar apoyo para la teoría del socialismo, la igualdad de género o la revolución social, “descubran” un Jesús que sea el modelo para su posición.

Una vez reconocemos que cada persona que estudia las Escrituras lo hace a través de una serie de predisposiciones, parece bastante razonable la sugerencia de que debemos reconocer en conciencia la parcialidad de nuestros estudios. Benedicto y el Sínodo de Obispos nos urgen a seguir sólo a quienes estudian las Escrituras desde la perspectiva de la tradición católica, la comunidad que ha atesorado estos escritos desde el principio.

Quienes entienden la dinámica del aprendizaje no considerarán esta sugerencia como algo menos objetivo que, por ejemplo, quienes comienzan su investigación convencidos de que no puede haber acontecimientos milagrosos, y luego encuentran otras explicaciones para estos acontecimientos documentados.

Hace años escribí un blog en el que aplicaba otro principio clave de la física a la teología, el Principio de Complementariedad de Bohr. Creo que en ambos casos, los físicos cuánticos están volviendo a descubrir principios de aprendizaje que se han conocido y practicado por siglos, y que nosotros debemos observar en la Iglesia.

La última vez que supimos de él, el Hermano DeMaria había pasado dos meses en Stellennbosch, África del Sur; dos meses en Mazabuka, Zambia; y ahora se encuentra en Cape Town, donde trabaja con nueve novicios. Dice que los novicios son “los jóvenes mejores y más idealistas que pueden imaginarse”. Más que nada, dice que está encantado por encontrarse en una situación en la que puede volver a enseñar. “Soy un hombre que, a esta edad, ha tenido la fortuna de encontrar que la vida es emocionante y hermosa. Pensaba que la oportunidad de volver a enseñar (y redescubrir que soy bueno en eso) era algo que había perdido hace unos cuantos años”.

Comments from readers

Marcelo Metzelar - 05/31/2012 11:23 AM
Br. De Maria,
I just discovered your blog. What a delight it is to know that you are still a part of my home diocese.
As a physics teacher now, I always try to find ways to link what I teach to what the kids experience in life. I read your blog post with a new understanding of how physics can help me understand my faith!
Thanks for posting,
Metz
Physics/Math Teacher
Miami Country Day School
Carlota E. Morales, Ed. D. - 05/30/2012 07:15 AM
Brother Richard,
Your love for the Lord and your desire to instruct all of us are always evident. I thank you for your deep concern. As always, you impact our beliefs.
In His name,
Carlota E. Morales, Ed. D.
Principal
Sts. Peter and Paul Catholic School
Elaine M. Syfert - 05/29/2012 06:44 PM
Even from far away you are still teaching us, thank you for your observations of the teachings of the Magisterium and Bendict XVI, glad you are happy doing and using the talents the Lord gave you. Blessings, Elaine
Michele MacEachern - 05/29/2012 12:32 PM
There have certainly never been any overly-biased Heisenberg theories or principles at work in you, Richard! You are ever the challenger and Gospel formator. Fortunate are those novices!
vivian cuadras - 05/28/2012 11:21 AM
Then he said to Thomas, "Put your finger here and see my hands, and bring your hand and put it into my side and do not be unbelieving, but believe!" Thomas answered and said to him, "My Lord and my God!" Jesus said to him, "Have you come to believe because you have seen me? Blessed are those who have not seen and have believed."

May God bless your work Brother, I have fond memories of you from your days at Curley. My son speaks of you often.

Sincerely in Christ,

Vivian Cuadras

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